AXA IM analiza el potencial impacto económico de la pandemia china
De acuerdo a Gilles Moëc, Group Chief Economist de AXA Investment Managers, «es demasiado pronto para cuantificar el impacto económico del coronavirus, pero a la hora de afrontar shocks inesperados como este, la aproximación más razonable parece la de evaluar los precedentes”. Para Moëc, «la crisis ocasionada por el SARS en 2003 rebajó el PIB de China un 1,1% y un 2,5% el de Hong Kong, mientras que solo supuso un impacto del 0,1% en el PIB de EE UU. Sin embargo, hay que tener en cuenta que desde 2003 el peso de China en la economía mundial ha crecido significativamente, así que el contagio en la economía mundial probablemente debería ser mayor. Si bien conviene insistir que en este momento todavía es demasiado pronto para saber si el SARS y sus efectos económicos constituyen el precedente correcto para evaluar el coronavirus”. Moëc enfatiza que “los contactos entre China y el resto del mundo se han disparado en los últimos 15 años y la aparición de focos de contagio a larga escala más allá de la región de Gran China obviamente cambiaría la ecuación”.
“Una de las consecuencias que ya se pueden extraer de esta crisis es que la lectura de los datos cíclicos procedentes de China será más difícil en los próximos meses. Si los datos exhiben ahora una recaída después del alentador rebote que habían experimentado en los pasados dos meses, por ejemplo, si la actividad manufacturera vuelve a retroceder, entonces será prácticamente imposible distinguir si estamos ante una reacción transitoria a las medidas tomadas para contener la epidemia o si la economía se debilita por razones más fundamentales. Si los datos de China a comienzos de año son difíciles de leer habitualmente por el factor del Año Nuevo, en este ejercicio será mucho más complicado. No podemos insistir más en lo relevante que es China para el escenario económico en 2020: El tono de la actividad manufacturera global vendrá determinado por cómo se vea afectada la economía china por los asuntos como la guerra comercial, la necesidad de afrontar los desequilibrios domésticos o la manera en que los vientos de cara estructurales limitan la actividad doméstica. Tendremos que esperar un poco para tener algún indicio de más” del impacto del coronavirus.
“Al mismo tiempo, hay una probabilidad mayor del riesgo de que la Administración estadounidense, una vez que ha derrotado a China en la guerra comercial, decida cambiar ahora el foco hacia la Unión Europea. El mensaje enviado en Davos por los representantes estadounidenses a los europeos no fue muy sutil: No renuncian a usar la amenaza de nuevas tarifas para obtener concesiones de sus aliados. Esperábamos que este tema resurgiera en 2020, especialmente en cuanto comenzara la campaña electoral, pero no esperábamos mensajes tan contundentes tan pronto”.
Por último, el equipo de AXA IM advierte de que “no se puede perder vista a Italia. El PD ha conseguido conservar la región de Emilia-Romaña, con lo que el escenario base es que el Gobierno continúa y no tiene sentido ni para el PD ni para el Movimiento 5 Estrellas crear una situación que conduzca a unas nuevas elecciones generales. Pero aún fuera del Gobierno, el líder de la Liga, Matteo Salvini, tiene una sustancial capacidad para influir en la actividad política, en particular en la posición italiana de bloqueo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Esta es una de nuestras grandes preocupaciones para 2020: Que el progreso en las reformas que necesita Europa se paralice por culpa de dificultades políticas domésticas”.