Antonio Banda (Feelcapital): “La CNMV debería crear una nueva categoría de entidad para los roboadvisors”
Antonio Banda, CEO de Feelcapital, explica por qué su entidad ha elegido la figura de la EAFI para operar, aunque sostiene que la CNMV debería crear una categoría de entidad específica para los roboadvisors, como ya existe en Estados Unidos
Para operar, ustedes han elegido la figura de la EAFI ¿por qué?
Empezamos a trabajar en el proyecto en 2011 y la CNMV nos dio la autorización en 2014, en un momento en el que todavía no se sabía muy bien qué era un roboadvisor, porque no había nada parecido en el mercado. Durante año y medio tuvimos analizamos muchas figuras para lanzar nuestra operativa: agencia de valores, sociedad de valores, gestora de carteras… y al final nos dimos cuenta que la figura con la que la CNMV me permitía salir al mercado más rápido fue la de EAFI.
Tenemos más clientes registrados que todo el resto de EAFI del mercado juntas”
¿Han notado alguna suspicacia en la CNMV o en la DGSFP hacia los roboadvisors?
Ellos cumplen con su labor de buscar el cumplimiento de lo que establece la Ley. Lo que han intentado, y fue la parte más difícil de nuestra autorización, es adaptar las circunstancias legales existentes para las EAFI automatizadas. Feelcapital es una EAFI que no tiene nada que ver con el resto. Hasta el punto de que tenemos 10.500 clientes registrados, que son muchos más de los que tienen el resto de EAFI juntas. En Estados Unidos, por ejemplo, los roboadvisors son una figura legal independiente dentro de la industria del asesoramiento. Hay agencias de valores, sociedades de valores y robadvisors, y cada una de ellas tiene una normativa distinta y unos requerimientos diferentes. Esto ya lo he comentado con la CNMV y me gustaría que, a corto plazo, se regulara esta figura específicamente en nuestro país, diferenciada del resto de las actuales entidades de servicios de inversión.
¿Por qué cree usted que se ha desarrollado tan poco la figura de la EAFI en España?
Porque está mal planteada. Si lo comparas con la figura inglesa del asesor financiero independiente, éste tiene una libertad que a las EAFI españolas no se les ha permitido. Las EAFI aquí tienen que cumplir unos requisitos tan brutales que, para cumplirlos, necesitan tener un número de clientes muy importante. Entonces, o copian el modelo de los bancos y viven de las comisiones ocultas y de las retrocesiones, o no son capaces de sobrevivir. Claro, si vives de las retrocesiones muy independiente no eres, pero, con el sistema actual, se ven obligadas a hacerlo. Si fuesen capaces de facturar al cliente no habría problemas, pero en España si un asesor cobra a su cliente por asesoramiento, seguramente no volverá a ver a ese cliente. Por eso es tan importante para nosotros ir formando a los inversores en este aspecto.
¿Cree que la reestructuración bancaria que no acaba de terminar en España, con cierres de decenas de miles de sucursales, puede llevar a un auge del sector del asesoramiento independiente en España?
Claramente sí. De hecho, vamos a lanzar ya Feelcapital Grecia. Porque nuestro objetivo es llegar a mercados donde se ha destruido el sistema bancario. En Grecia, el sistema financiero está ahora empezando de cero y nuestro fin será explicar a los inversores griegos que tienen necesidad de un asesoramiento financiero. Nos dirigiremos a clientes con carteras de entre 3.000 y 12.000 euros, que es donde está la mayoría de los inversores griegos. Ahora empiezan a salir de la crisis y se encuentran ante una situación nueva; queremos ser el primer roboadvisor griego y contribuir a que esta figura se normalice como instrumento de inversión. En España, estamos en la situación contraria: tenemos un sistema financiero que se está enrocando en sí mismo y que, como no es capaz de subsistir con su negocio tradicional, se ha tirado a por las comisiones. De ahí que este año el producto de moda sea el fondo garantizado, que ya han captado 400.000 millones de euros. Ese producto estaría prohibido en cualquier sitio del mundo, pero son los propios inversores los que tienen que darse cuenta de que no es un producto para ellos.
Además de Grecia, ¿tienen otros planes de expansión internacional?
Estamos hablando con socios locales de varios países, porque se necesita la experiencia de cada país para este tipo de negocio. En España lo hemos definido a través de fondos de inversión porque es el producto con mayores ventajas fiscales. Sin embargo, en Grecia vamos a definir un universo mucho más estrecho; vamos a utilizar ETF, fondos de inversión, y fondos ligados a índices, porque son las variantes con mejor fiscalidad para los griegos. Nuestro modelo encaja perfectamente en países como Portugal, Italia o Alemania, aunque en Alemania hay mucha competencia, porque ya hay 15 roboadvisors en el mercado.
Uno de los aspectos decisivos en su operativa es la tecnología y la innovación, ¿cómo abordan ustedes este tema?
Nuestra tecnología es puntera, pero tampoco es una caja negra. Lo importante es que la hemos adaptado para que resuelva las decisiones de inversión. Funcionamos con cuatro algoritmos cuadráticos encadenados, que son los que nos aportan el diferencial de conocimiento. Luego, la tecnología aplica esos algoritmos a la selección de carteras, presencia en la web, histórico de gráficos, etc. Son varias tecnologías que, sin ser novedosas cada una de ellas, puestas en conjunto conseguimos dar un servicio novedoso al inversor.