Andbank augura “un endurecimiento monetario limitado dentro de un mercado secular alcista”
Alex Fusté, economista jefe y director de inversiones del Grupo Andbank; y Marian Fernández, responsable de macro de Andbank España, han expuesto su visión sobre las perspectivas económicas para el segundo semestre de 2022. Una de sus conclusiones es que las alteraciones en ciertas magnitudes de orden mundial, aunque “han convertido al mercado en un sistema complejo altamente sensible a cualquier pequeña variación, no creemos que ni los flujos globales estén en riesgo ni una desglobalización financiera pueda materializarse”.
En esta línea, Fustén ha incidido en que “no se va a romper ningún flujo globalizador ni se va a dar un repliegue internacional de flujos de capital”. A su juicio, los países ricos seguirán comprando productos y materias primas a los países en desarrollo mientras que los ciudadanos de estos Estados continuarán adquiriendo activos y bienes raíces de los países ricos. Además, estos países en desarrollo necesitan adquirir dólares, reciclando sus superávits en la moneda internacional de referencia. En cualquier caso, ha advertido que “las preocupaciones se basan en las alteraciones sistémicas, lo que hace que el sistema sea hoy muy sensible a cualquier variación, algo que complica mucho poder predecir escenarios a futuro”.
De hecho, Fusté ha indicado que el actual ciclo de endurecimiento monetario que han emprendido la mayoría de los bancos centrales “será limitado en tiempo e intensidad”. Es más, “incluso aunque el terminal rate de la Fed pudiera quedar entre un 3,75% y un 4% y esto provocara una recesión, sería más de carácter técnico y no un proceso de destrucción intenso de empleo, actividad y beneficios”. En este sentido, Fusté apuesta porque “en los próximos meses seguiremos en esta estrategia de gradualismo de la Fed y del BCE, sin movimientos monetarios violentos”.
Por todo ello, este experto defiende que, ahora más que nunca, “hay que saber alejar del ruido y fijarse en las señales, que son las que acercan a la verdad”. En este contexto, afirma que “nos encontramos en un ciclo bajista dentro de un ciclo secular alcista. Este ciclo bajista puede continuar algo, pero las proyecciones de caídas de algunos analistas se basan en un mundo en parálisis, algo que no compartimos. Para que acabe este ciclo bajista tiene que haber cambios, que pueden venir de una moderación de la inflación o de una mejora en el conflicto en Ucrania”.
En relación a Europa, Marian Fernández ha señalado que el BCE, además de la inflación, se enfrenta también a la fragmentación de la zona euro. “En general, estamos ante un panorama más incierto y más incómodo que hace unos meses. Europa se enfrenta a un contexto de amenaza energética en la que existe incertidumbre de cara al futuro”, ha indicado. A s juicio, Europa está intentando “dar una respuesta unívoca” sobre este tema ya que en el caso de que haya escasez de suministro energético “podría ser un catalizador para la llegada de una recesión, debido a que podría ralentizarse el consumo”.