Amundi: Los vientos de guerra afectan a las perspectivas económicas
Por Vincent Mortier, Group Chief Investment Officer; y Matteo Germano, Deputy Group Chief Investment Officer. Amundi Asset Management
El primer mes del conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado un aumento de la volatilidad en todos los ámbitos, aunque con algunos signos de estabilización en los mercados de renta variable. Europa es la zona más expuesta a la guerra, en particular mayores precios de la energía, las interrupciones de la cadena de suministro y la proximidad geográfica, pero la presión sobre las commodities no se limita a la energía, sino que incluye las commodities agrícolas y los metales. En este contexto, la demanda de activos refugio sigue siendo grande para el oro, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. se han visto impulsados recientemente por el aumento de la inflación y las expectativas de tipos, con los rendimientos moviéndose al alza en toda la curva. Aunque la incertidumbre en el conflicto bélico sigue siendo alta, los mercados tratan de evaluar qué sanciones adicionales podrían ponerse en marcha contra Rusia o si los próximos pasos diplomáticos podrían ser más productivos – o en un escenario bajista, los riesgos de una extensión de la crisis en el tiempo y en el espacio.
En este momento, hay cuatro preguntas cruciales para reevaluar la postura de inversión:
(1) ¿Nos dirigimos hacia una recesión mundial? Teniendo en cuenta el impacto de la subida de los precios de las materias primas, hemos revisado a la baja el crecimiento mundial en un 0,5% en 2022 (situándose ahora en un rango aproximado de entre 3,3-3,7%), pero el impacto no es homogéneo para todos los países. EE. UU., aunque no es inmune, parece ser más resiliente al impacto que la zona euro. Debe evitarse una recesión mundial, aunque Europa corre más riesgo de sufrir una recesión técnica.
(2) ¿Cuál es el riesgo de que los bancos centrales cometan errores en sus políticas? La tarea de los bancos centrales no es fácil y la posibilidad de cometer errores de política es elevada, especialmente el BCE, en medio de unas perspectivas económicas más inciertas (también a nivel de un solo país) y de los crecientes riesgos de fragmentación en la zona del euro. Tampoco es fácil para la Fed. A pesar de subir los tipos por primera vez desde 2018, sigue estando por detrás de la curva y es posible que tenga que ajustar su senda política en un entorno en el que el tema de la inflación está candente en el debate político.
(3) ¿Cuál es el riesgo de una crisis de liquidez? La liquidez se ha deteriorado en todas las principales clases de activos, y la profundidad del mercado ha empeorado en todos los ámbitos. Aunque por el momento no vemos un riesgo significativo de crisis de liquidez, la necesidad de permanecer atentos y crear colchones de liquidez es alta.
(4) Mercados: ¿En qué punto se encuentra el proceso de restauración del value? Confirmamos una postura conservadora, pero reconocemos que pueden abrirse oportunidades de compra en un futuro próximo y, por tanto, nos mantenemos dispuestos a ajustar tácticamente nuestra postura de riesgo. Aunque el proceso de recuperación del value está en marcha, es incompleto y fragmentado. En particular, aún están por ver los efectos reales de los movimientos de la Fed y el BCE. Esto exige un poco de paciencia, ya que la volatilidad adicional en el futuro ofrecerá puntos de entrada.
En este contexto, nuestras convicciones son las siguientes:
- Los tipos a largo plazo siguen siendo demasiado bajos en un entorno inflacionista persistentemente elevado. Los recientes giros hawkish de los bancos centrales confirman que la dirección de los tipos es alcista. Seguimos manteniendo un sesgo de duración corta y seguimos siendo tácticos a la hora de ajustar nuestra postura de duración, ya que esto puede ayudar a la cobertura durante los períodos de turbulencia.
- En cuanto a la renta variable, mantenemos una inclinación hacia el value, con un enfoque más marcado en la calidad como forma de navegar por esta crisis. Sigue siendo importante ser muy selectivo y buscar nombres con modelos de negocio sólidos y la capacidad de trasladar el alza de los precios a los consumidores. A nivel regional, EE.UU. deberían seguir siendo más resiliente en comparación con Europa, dado el mayor riesgo de recesión de los beneficios, y por lo tanto nos estamos volviendo relativamente positivos en renta variable estadounidense frente a la europea. Las perspectivas para la renta variable china son tácticamente más cautelosas, debido a los mayores riesgos regulatorios y a la extrema volatilidad.
- En el crédito, los riesgos están más relacionados con la liquidez que con los fundamentales en esta fase. Las condiciones financieras se están endureciendo, por lo que es importante estar atentos al riesgo de liquidez. En general, somos más cautelosos en el segmento de high yield en particular en Europa, donde es posible una nueva ampliación de los diferenciales de crédito.
- La volatilidad seguirá siendo elevada y, a pesar de las fuertes correcciones del mercado, mantenemos coberturas frente a un resultado incierto de la crisis. Además, para construir carteras más resilientes, los inversores deberían seguir centrándose en áreas de diversificación. Con este objetivo, podrían explorar la deuda pública china con una perspectiva a largo plazo. Las divisas también pueden desempeñar un papel en la diversificación. En este caso, nos inclinamos por el franco suizo, dado su atractivo en tiempos de tensión en los mercados.
En conclusión, creemos que es importante resistir la tentación de apostar por una asignación de activos agresiva, ya que la visibilidad es todavía demasiado baja, y seguir analizando la construcción de la cartera as través de la lente de la inflación (y los tipos reales) en la búsqueda de áreas de resiliencia.