Amundi AM recomienda actuar con cautela ante el aumento del riesgo
La gestora Amundi Asset Management acaba de publicar su ‘Global Investment Views’ correspondiente al mes de junio, cuyo artículo principal, elaborado por Pascal Blanqué, Group Chief Investment Officer, y Vincent Mortier, Deputy Group Chief Investment Officer, lleva por título Increased risk requieres a cautious attitude. Por si interés, se reproduce a continuación:
«Tras varias semanas de estabilidad relativa en los mercados, la amenaza de una guerra comercial ha regresado, sacudiendo la confianza de los inversores y despertando a los mercados de la complacencia. Sin embargo, aunque el mercado se mantiene optimista respecto a un posible acuerdo, creemos que el riesgo de una decepción que lleve a otra ola de volatilidad sigue siendo significativo. Hemos visto recientemente que la política sigue dominando los mercados financieros, pero principalmente a nivel de flujo de noticias: el riesgo político se percibe actualmente como una molestia a corto plazo, pero su impacto podría tener implicaciones mucho más largas y significativas si interfiere con el ciclo económico.
Incluso nuestro escenario macroeconómico central –es decir, la continuación de un crecimiento global moderado, con un aumento del diferencial de crecimiento entre los mercados emergentes y desarrollados en la segunda mitad de 2019 y una baja inflación gracias a los bancos centrales acomodaticios– podría ser cuestionado en caso de una escalada material de la guerra comercial. De hecho, las represalias de China podrían significar la extensión de aranceles al resto de exportaciones chinas a Estados Unidos. Esto podría tener un impacto directo en el PIB (reducción en las exportaciones), así como efectos indirectos relacionados con la confianza de las empresas y de los consumidores, el aumento de las presiones inflacionistas y los costes de producción afectando a los beneficios empresariales.
Sin embargo, no creemos que haya un acuerdo a la vuelta de la esquina. Los riesgos de una batalla dura y prolongada se mantienen y no se desvanecerán en un futuro próximo, al ser reflejo de la lucha de poder entre unos imperios “viejo” y “nuevo” en el paisaje geopolítico. También somos conscientes de lo impredecible del proteccionismo (reducción del comercio mundial, presiones inflacionarias potenciales, etc.), y no consideramos que se esté reflejando el precio de los activos de riesgo. Esperamos que continúe el tira y afloja entre tonos más suaves y más duros, resultando en una mayor volatilidad del mercado.
También es demasiado pronto para que la Reserva Federal recorte tipos: los mercados probablemente fueron demasiado lejos en descontar un movimiento; no compramos esta visión en este momento. Creemos que el movimiento de revisión a la baja de las expectativas de inflación se ha completado y posiblemente podría revertirse. Esto significaría que aunque el riesgo inflacionario es marginal, la volatilidad debería reflejarse en los datos y expectativas de inflación, que deberían abrir una fase menos lineal y benigna en bonos, especialmente en Estados Unidos.
El mercado se centrará pronto en los datos de crecimiento (comercio, beneficios) y, en algunos segmentos donde hay poco margen para la decepción con las actuales primas de riesgo: otro reto para Estados Unidos. En definitiva, creemos que aún no ha llegado el momento de ponerse por completo “risk-off”, pero sí de aplicar estrategias para proteger las carteras en caso de deterioro de la situación y de tomar algunos beneficios, allí donde los inversores han alcanzado los objetivos de rentabilidad, al apreciarse ahora un perfil de riesgo/rentabilidad asimétrico (mayores riesgos / menores expectativas de rentabilidad).
Las condiciones financieras son bastante benignas en general, con el rendimiento por dividendo atractivo en comparación con los bonos, especialmente en Europa. El reciente movimiento del mercado ha vuelto a colocar a los mercados de renta variable global más cerca de su valor razonable, borrando el exceso de optimismo del primer trimestre. Incluso si las perspectivas de beneficios no son particularmente prometedoras (con los beneficios convergiendo entre regiones en una característica típica del ciclo tardío), no vemos riesgo de recesión de ganancias y vemos potencial en enfoques bottom-up a lo largo del año. Sin embargo, consideramos que el “sweet spot” global está entrando en una fase más frágil durante la cual el riesgo absoluto debería rebajarse mientras podrían explotarse oportunidades de valor relativo en favor de algunos segmentos en Europa y mercados emergentes.
Se trata claramente de una visión táctica para el resto del año, ya que en 2020 los riesgos de una mayor desaceleración pueden resurgir, pero en un mundo de “bajos rendimientos”, jugar las oportunidades tácticas es crucial para añadir un poco de vitalidad a un panorama de retornos que -de otra forma- carecería de brillo».