Amundi AM: Licencia para la caza de valor
La gestora Amundi AM acaba de publicar el volumen de marzo de su Global Investment views, que lleva por título ‘Licencia para la caza de valor’ (‘Licence for value hunting‘ en inglés). El documento, elaborado por algunos de los principales especialistas de la entidad, como, entre otros Pascal Blanqué (cio) o Vincent Mortier (vice cio) asegura que si un inversor se hubiera despertado hoy después de tres meses y hubiera visto el estado de los mercados, podría decir razonablemente que no han cambiado mucho. Desde la entidad aseguran que el año comenzó con muy bien pie y los activos de riesgo experimentaron una recuperación en las primeras semanas de 2019, borrando la mayor parte de las pérdidas que sufrieron en uno de los diciembres más terribles de la historia. Como consecuencia, algunos gaps de valoración se han estrechado en cierto modo, aunque no se han agotado. Los mercados cambiaron rápidamente de un estado de ánimo de “miedo” a uno de “codicia”. Entre los catalizadores del renovado optimismo se encuentran el cambio dovish en la estrategia de la Fed y a los indicios de progreso en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
En Amundi AM creen que algo ha cambiado. Hace un año, la narrativa giraba en torno al crecimiento sincronizado, la inflación volviendo a los radares y tipos más altos. En la segunda mitad del 2018, sin embargo, el escenario cambió con una desaceleración sincronizada y casi sin signos de riesgo de inflación. De cara al futuro, desde este firma esperan más divergencias a lo largo del año: Estados Unidos seguirá desacelerándose (desde un fuerte crecimiento), los mercados emergentes podrían estabilizarse y repuntar en segundo semestre, con algunas diferencias entre países, y la Eurozona podría seguir con estabilización y recuperación también en la segunda parte del año, si no se materializan riesgos significativos. Por tanto, ahora nos encontramos de acuerdo a la tesis de la gestora en un punto óptimo (desaceleración pero sin recesión, bancos centrales en pausa o en una posición acomodaticia, y yields de bonos core estables a bajos niveles) y mientras esto continúe (es decir, mientras el crecimiento no decaiga demasiado o la Reserva Federal vuelva a centrarse en la inflación o en las preocupaciones del crecimiento), este punto es favorable para el mercado, aunque es probable que veamos volatilidad al persistir algunas área de incertidumbre (geopolítica) y vulnerabilidad (elevada deuda).
El principio rector para navegar esta fase del ciclo es, para Amundi AM, la búsqueda de sostenibilidad desde diferentes perspectivas. Los focos incluyen lo siguiente: sostenibilidad del crecimiento – en otras palabras, países/áreas con sectores domésticos sólidos. Es especialmente importante en los mercados emergentes evitar situaciones de modelos de crecimiento excesivamente desequilibrados y vulnerables, prefiriendo las áreas que están experimentando un aumento de la demanda interna (particularmente Asia); la sostenibilidad de los beneficios empresariales, centrándose en las empresas con modelos de negocio solidos; y la sostenibilidad de la deuda, evitando las situaciones más frágiles que podrían ser las más afectadas en las fases de escasez de liquidez de mercado.
Desde la entidad, creen firmemente que centrarse en los fundamentales evitará que los inversores caigan en la trampa del pesimismo (y/o exceso de optimismo) que en un flujo de noticias ruidosas podría provocar (disputas comerciales aún en el radar y en las comunicaciones de los bancos centrales). Este tipo de enfoque también ayudará a identificar áreas de mercado que podrían ofrecer valor para los inversores a largo plazo. En enero, en Amundi AM vieron oportunidades para aumentar la exposición a riesgo, empezando por los mercados emergentes y el crédito (ahora parcialmente explotado). En la actualidad, están siguiendo muy de cerca la evolución de las acciones europeas, que ahora podría volver a ser el centro de atención de los inversores. Es cierto que el momentum económico sigue siendo débil, pero los nuevos impulsos fiscales podrían ayudar a estimular la demanda interna y una nueva aceleración del crecimiento de mercados emergentes también podría beneficiar a Europa. Las revisiones de beneficios reflejan el pesimismo asociado con una ralentización, pero ahora ven señales de desaceleración en las revisiones negativas, un síntoma de que probablemente se está superando el pesimismo. Las valoraciones no se descuentan como a principios de año, pero tampoco son caras, con áreas de oportunidad en algunos sectores cíclicos (por ejemplo, en industriales). Los inversores no deberían de apresurarse, pero podría haber razones para invertir capital en acciones europeas durante el año y en Amundi AM no creen que haya motivos para estar cortos ahora en esta clase de activos.
En conclusión, como desde la gestora esperan que el estado de ánimo del mercado continúe fluctuando entre el “miedo” y la “codicia”, ven cierto margen de rotación hacia la calidad, reducción de la exposición direccional al mercado o recalibración táctica del presupuesto de riesgo. Con una visión a medio plazo, en un mundo de bajo rendimiento de los activos libres de riesgo, la clave principal es intentar buscar oportunidades de valor derivadas de las fluctuaciones cíclicas.