Allianz GI se mantiene prudente ante el panorama de incertidumbre global
Por Greg Meier, US Investment Strategist Vice President, de Allianz Global Investors
Las perspectivas de la economía mundial se han ensombrecido. En las últimas semanas, tanto la OCDE como el Banco Central Europeo han rebajado sus previsiones del crecimiento e inflación. La Reserva Federal estadounidense y el Banco de Japón pronto podrían seguir sus pasos. Como hemos indicado con anterioridad, uno de los principales motivos de la desaceleración económica mundial es la mayor incertidumbre, en particular en relación con el comercio exterior de EE. UU. y la salida británica de la UE.
Sin embargo, aunque el comercio y la producción industrial se han visto bajo presión (véase el Gráfico de la semana), aún hay algunas áreas que destacan por su solidez. En muchos países —entre ellos, los EE. UU., el Reino Unido, Alemania y Japón—, el desempleo está en torno a mínimos de varias décadas. Esto ayuda a impulsar la riqueza de los hogares y obliga a las empresas a pagar unos salarios más altos. Una cuestión clave para los inversores es lo que suponen estas tendencias para los beneficios empresariales. Si las empresas no pueden repercutir los mayores costes a sus clientes, algo que aún no se desprende de la baja inflación reciente, sus resultados finales podrían disminuir. Por lo tanto, las perspectivas dependen en parte de si los consumidores miran más allá de la incertidumbre, reconocen sus alzas salariales y «devuelven el regalo».
Claves de la semana
El calendario de la semana debería mantener a los inversores en vilo. En Japón, por ejemplo, se sabrá si la producción industrial, la fabricación, las importaciones y las exportaciones se siguieron contrayendo en enero y febrero. Al otro lado del mundo, los inversores británicos seguirán centrados en el Brexit, con varias votaciones parlamentarias previstas antes de la fecha de divorcio del 29 de marzo. También se publicarán datos sobre los precios de la vivienda del Reino Unido, los salarios medios semanales, las ventas minoristas y una actualización sobre política monetaria del Banco de Inglaterra.
En Alemania, los principales eventos seguramente serán las condiciones manufactureras y las expectativas económicas. Aunque la fabricación se contrajo en febrero a la mayor tasa en más de tres años, las expectativas han mejorado últimamente. En la zona euro en general, entre los principales indicadores a seguir figurarán los costes laborales, la producción del sector de la construcción y los datos preliminares de marzo de la confianza de los consumidores y del sector manufacturero.
En EE. UU., los datos económicos han sido volátiles este año debido al mal tiempo y al cierre del gobierno. Durante varias semanas, los inversores iban a ciegas debido a la cancelación o retraso de la publicación de importantes datos. Al disponerse finalmente de estos, ha quedado de manifiesto que la economía es generalmente más frágil de lo que se creía. Prevemos que los responsables de la Reserva Federal reconozcan este deterioro cuando se reúnan el miércoles para decidir acerca de la dirección de los tipos de interés y el tamaño del balance. Aunque no es probable que se recorten los tipos de manera inminente, podrían rebajarse las proyecciones de crecimiento e inflación de la Fed, destacándose la necesidad de seguir teniendo «paciencia». Los indicadores económicos adelantados de EE. UU., que son débiles desde hace varios meses, se actualizan el jueves.
Tener en cuenta los factores técnicos
Nuestros modelos técnicos siguen apuntando a una posición temporalmente prudente en renta variable mundial. Las acciones estadounidenses están chocando con unos niveles de resistencia claves tras el arranque de año más fuerte en cuatro décadas. Aunque los sectores más defensivos ya se negocian por encima de su media móvil a 200 días, a los valores cíclicos aún les podría quedar recorrido. Las acciones europeas con una elevada exposición a los mercados emergentes se están comportando bien al estar cambiando los ánimos a favor de los países en desarrollo, y el dólar estadounidense se ha recuperado tras alcanzar unos niveles de soporte claves. En los mercados de materias primas, el petróleo muestra una buena resistencia, los metales industriales parecen estar tocando fondo y los preciosos han perdido impulso.