Allianz GI: Se despeja el panorama pero conviene mantener la cautela
Por Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital Markets & Thematic Research, de Allianz Global Investors (extraído del informe semanal ‘The Week Ahead’ de Allianz Global Investors )
En la última semana ha habido algunos motivos de celebración en los mercados de capitales. El S&P 500 alcanzó, aunque a duras penas, un nuevo máximo histórico. El índice de referencia alemán DAX superó la barrera de los 13.000 puntos. Los ánimos pasaron claramente a modo «risk-on» (disposición al riesgo). Continuó la rotación hacia acciones cíclicas «de valor» (value) que habían quedado relegadas, lo que también ayudó a la renta variable europea a mantenerse frente a la estadounidense. Como muestran los datos de entradas y salidas netas de capital de los fondos en el contexto global según el proveedor de datos EPFR, los inversores internacionales también parecen participar más en las bolsas europeas. Queda por ver si esto pondrá fin de manera prolongada a una larga serie de más de 80 semanas de salidas netas de capital en la región.
Algunos signos puntuales de reactivación cíclica de la coyuntura contribuyeron a la reciente subida de los mercados de renta variable mundiales, así como las esperanzas de un alivio de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China, y un proyecto preliminar para un Brexit con acuerdo. En cuanto a datos económicos, algunos de los que contribuyeron en la última semana a despejar el panorama fueron, por ejemplo, el repunte del índice de gestores de compras del sector manufacturero de la zona euro y los pedidos recibidos de Alemania. En consonancia con esto, los subcomponentes de los índices de gestores de compras de los países industrializados en conjunto ya habían aumentado, y aún más marcadamente en los emergentes, hasta un máximo desde julio de 2018 (véase el gráfico de la semana). Estos signos de esperanza, no obstante, siguen sin estar respaldados por las noticias económicas en general. Últimamente, por ejemplo, los pedidos recibidos en la economía estadounidense han sufrido una caída superior a las previsiones de consenso. Sobre la base de nuestro índice propio Global Macro Breadth Index, los datos macroeconómicos globales se deterioraron de nuevo en octubre, con lo que se han debilitado en 19 de los últimos 21 meses.
Claves de la semana
Dado que todavía no parece claro si la economía mundial crecerá por debajo de su potencial en el próximo año, con el riesgo de unas tendencias recesivas, o si la política monetaria, idealmente respaldada por un alivio continuado de las tensiones geopolíticas, conseguirá estimular la economía, los datos económicos siguen estando en el foco de los inversores. Repartidos durante la semana, se publicarán los datos preliminares del crecimiento del producto interior bruto del tercer trimestre de Japón, el Reino Unido, Alemania y la zona euro en conjunto. Además, en la nueva semana estaremos atentos al índice de confianza ZEW de la zona euro y sus Estados miembros (martes), la producción industrial de la zona euro (miércoles) y las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo de EE. UU. (jueves). Los mercados de empleo estadounidenses son extremamente robustos y, por consiguiente, un pilar importante para el consumo interno y el crecimiento. De China, se publicará el crecimiento de los activos fijos, las ventas minoristas y la producción industrial. El final de la semana estará dominado por los datos de EE. UU.: Se esperan especialmente las cifras de ventas minoristas y de producción industrial.
Aprovechar la mejora del entorno, pero mantener la cautela
La situación técnica parece más robusta –numerosos indicadores adelantados de los países industrializados, pero también en los emergentes, han subido–, pero sigue siendo vulnerable a los cambios de ánimo que podrían desencadenarse rápidamente en caso de noticias negativas. Así, destacan, entre otros, el alto nivel de ventas a corto de acciones estadounidenses y una elevada ratio put/call. Además, muchos inversores aún se mantienen neutrales, por lo que los mercados podrían oscilar rápidamente tanto en dirección positiva como negativa. Los tipos de la renta fija se han estabilizado. Actualmente, el volumen de bonos con rendimientos negativos en todo el mundo ha caído a 12,8 billones de dólares estadounidenses (después de un pico de 17 billones).
Teniendo en cuenta el conjunto general de la economía, la situación técnica y la geopolítica, ha habido una mejora temporal que debería de favorecer las clases de activos de más riesgo. Sin embargo, todavía no puede hablarse de un giro al alza impulsado por la situación económica. La consigna parece ser aprovechar el panorama más despejado, sin dejar de ejercer generalmente prudencia.