Allianz GI: ¿Primer brote de esperanza?
Por Stefan Scheurer, Director, Global Capital Markets & Thematic Research, de Allianz Global Investors
Hay muchos factores que explican el buen comportamiento de los mercados financieros desde principios de año. Sin embargo, nuestros indicadores internos señalaron una nueva debilitación de la coyuntura económica el mes pasado. En este sentido, el crecimiento de la economía mundial también ha registrado últimamente una desaceleración hasta una tasa algo por debajo de la potencial. No obstante, tras una fase tan prolongada de datos macroeconómicos más débiles, ha aumentado la probabilidad de una recuperación al menos a corto plazo. Así, con el inicio de la primavera, ha germinado el primer brote de esperanza en el horizonte económico –especialmente con respecto al comercio mundial–, aunque se ha aplazado hasta abril un posible acuerdo en el conflicto comercial entre EE. UU. y China.
Concretamente, entre otras cosas, las exportaciones totales, excluyendo el petróleo de Singapur, subieron casi un 5% en febrero con respecto al año anterior. Este dato es de interés porque se utiliza a veces como un barómetro económico de la región asiática, con un fuerte peso del sector tecnológico y, por ende, como indicador de confianza del comercio mundial. Es de destacar en particular que las exportaciones de Singapur –y últimamente, también de Japón– a China registraron fuertes incrementos interanuales de más de un 34% y un 5% respectivamente. Aunque estas cifras deben contemplarse con algo de prudencia debido al Año Nuevo chino, podrían interpretarse como una señal de las medidas de política fiscal y monetaria adoptadas recientemente en el país. Cabe esperar que ello contribuya a estabilizar el crecimiento en China así como, a través de unos efectos de contagio positivos, toda la región asiática a partir del segundo trimestre.
Lo que sí debería respaldar a la economía y a los mercados de capitales es que los principales bancos centrales han pasado a una postura más blanda. Mientras que la Fed enfatiza cada vez más esta actitud en su política monetaria, el Banco Central Europeo (BCE) ha aplazado el momento previsto de su primera subida de tipos hasta el año 2020. Si bien los factores mundiales han contribuido sin duda a ello, las débiles perspectivas de inflación también parecen dar a las autoridades monetarias tiempo para tomarse un respiro. Así, el índice de sorpresas de inflación de los países del G10 cayó a su menor nivel en más de dos años (véase el gráfico de la semana). Aunque los mercados de capitales descuentan un entorno de inflación más bien favorable a largo plazo, esto no significa que los inversores puedan olvidarse totalmente de este factor en el futuro. Además del crecimiento de los salarios (especialmente en EE. UU., Europa y Reino Unido), la cotización del petróleo, que se ha recuperado con fuerza desde principios de año, también podría provocar presiones inflacionistas. Las posibles nuevas reducciones de la producción de los países de la OPEP, la incertidumbre sobre las sanciones a Venezuela e Irán así como los efectos de base que podrían notarse en el segundo semestre de 2019 podrían asimismo contribuir a ello.
Claves de la semana
En EE.UU., destacan los siguientes indicadores económicos:
- Diversos indicadores adelantados de varios bancos centrales regionales, que, según las estimaciones de consenso, podrían señalar una desaceleración al menos parcial de la dinámica económica en EE. UU.
- Junto al balance comercial (con el telón de fondo de las negociaciones sobre el comercio en curso con China; miércoles) y la tercera estimación del crecimiento económico del 4.º trimestre (jueves), otro dato en el que fijarse podría ser el deflactor del gasto de consumo privado excluidos los alimentos y la energía (viernes). Este está considerado como el principal indicador de precios de la Fed, así que el valor de enero seguiría respaldando una postura de espera de la Fed.
En la zona euro, además de varios indicadores de confianza, interesarán principalmente los precios al consumo de marzo (viernes). Durante la semana se publican los datos de inflación preliminares de algunos países europeos, mientras que diversos responsables del BCE hablarán en una conferencia en Fráncfort («The ECB and its Watchers») sobre asuntos de actualidad relacionados con la política monetaria. El índice de confianza ZEW de Alemania ha apuntado últimamente a un crecimiento relativamente débil en el primer semestre de 2019 pero, por otra parte, ha mejorado por cuarta vez consecutiva. La reaparición de esperanzas con respecto a una salida ordenada del Reino Unido o el progreso de las negociaciones comerciales entre China y EE. UU. podrían haber contribuido a ello. En este contexto, en la próxima semana la atención debería de centrarse sobre todo en el índice Ifo de clima empresarial (lunes).
En cuanto al Brexit, también hay novedades: hasta ahora estaba previsto que la salida de Gran Bretaña de la UE se produzca el 29 de marzo (el viernes). No obstante, después de que no se haya permitido que la cámara baja del parlamento británico vote por tercera vez acerca del mismo acuerdo, todas las opciones sobre el Brexit ahora vuelven a estar sobre la mesa: Brexit sin acuerdo, moción de confianza a la primera ministra Theresa May o solicitud a la UE de aplazamiento de la fecha de salida. La incertidumbre política continúa… y la esperanza es lo último que se pierde.
En Asia, la atención se dirigirá a los datos económicos de Japón, entre ellos, los precios al consumo del área metropolitana de Tokio, los datos del mercado laboral y las ventas minoristas, todos los cuales se publicarán el viernes. Asimismo, durante el fin de semana se publicará el índice de gestores de compras de la industria manufacturera de China.
Tener en cuenta los factores técnicos
Mientras la coyuntura mundial se desacelera suavemente, aunque no es de prever que caiga en recesión, y los riesgos políticos siguen omnipresentes, el índice de volatilidad se encuentra en mínimos desde marzo de 2018. ¿Se disipan las preocupaciones y aumenta la esperanza? En términos económicos, ya se han observado los primeros brotes. En consonancia con esto, los fondos de renta variable estadounidenses han registrado en las últimas semanas las mayores entradas de capital (25.400 millones de dólares) desde marzo de 2018, se han ampliado considerablemente las posiciones en opciones de compra en EE. UU., y los inversores alcistas dominan, según el valor actual del «Investor Intelligence Advisors Index».