Allianz GI: Ligera relajación en los mercados aunque con signos de debilidad
Por Hans-Jörg Naumer, Director Global Capital Markets & Thematic Research, de Allianz Global Investors
La semana pasada comenzó con cierta falta de inspiración. En los primeros días pareció producirse la recuperación técnica de rigor tras las caídas precedentes. La perspectiva de un paquete de estímulo económico en Alemania y de una política monetaria más expansiva en China como resultado de las reformas de los tipos de interés tuvo un efecto estimulante, o esa fue al menos la imagen que se vendió.
Sin embargo, el dinero barato no siempre se traduce en crecimiento. Así lo demuestra el hecho de que nuestro China Tracker no haya presentado indicios de aceleración del crecimiento a pesar de que sí haya progresado la expansión del crédito en el gigante asiático (aunque, últimamente, con menos impulso). El miércoles, además, estaba prevista la publicación de las actas de la reunión de la Fed, cuya “música de fondo” empezó a sonar ya el día anterior en la Casa Blanca.
La nueva semana empieza con los resultados de Jackson Hole, el encuentro de los principales bancos centrales y ministros de Finanzas y la reunión del G7. En el orden del día de ambas citas están la economía mundial y su tendencia al debilitamiento. Demasiado altas han sido sobre todo las expectativas depositadas en Jackson Hole por lo que respecta a la política monetaria de los grandes bancos centrales, de ahí que el discurso que dará el viernes el presidente de la Fed, Jerome Powell, sea tan importante de cara al fin de semana.
¿Responderá a las demandas del presidente estadounidense, Donald Trump, que reclama más recortes drásticos de los tipos de interés? ¿Esbozará el camino hacia una tendencia a la baja de los tipos? A este respecto, los mercados monetarios parecen darlo por hecho y descuentan ya una importante flexibilización tanto por parte de la Reserva Federal estadounidense como del Banco Central Europeo.
Además, en el calendario de publicación de los datos económicos no queda ni un hueco libre. Los indicadores de confianza deberían ir perfilando el panorama. El lunes se darán a conocer los resultados del índice Ifo de clima empresarial de Alemania, que en más de una ocasión ha reflejado evidentes signos de debilidad y apunta a una desaceleración económica. El mismo día se esperan en EE. UU. el índice de actividad de la Reserva Federal de Chicago y las entradas de pedidos de bienes de consumo duraderos.
El martes será el turno del índice de confianza de los consumidores de la Conference Board para EE. UU., que se ha mantenido firme hasta el final. Ahora falta por ver si se dejará sentir el conflicto comercial. En cualquier caso, la opinión unánime de los analistas es que el retroceso es inminente. El miércoles, la atención debería centrarse en el clima económico de la eurozona y en la revisión del crecimiento del PIB de EE. UU. en el segundo trimestre.
Cerrarán la semana el viernes los precios al consumo de la zona euro, el índice GfK de confianza de los consumidores para el Reino Unido y el índice de gestores de compras de Chicago para EE. UU. La confianza de los consumidores lleva tiempo decayendo y no es de esperar que se invierta esta tendencia. Después de una serie de caídas en el índice de gestores de compras de Chicago, todos esperan ahora una recuperación, lo que deja margen para las decepciones.
El índice CISS, con el que el BCE mide el estrés sistemático en el sistema financiero, ha subido un poco últimamente, aunque se debe sobre todo a la mayor volatilidad de los mercados de renta variable y de renta fija. Por lo demás, los indicadores relativos al riesgo revelan una relajación profunda. Las primas de riesgo en los mercados de bonos (diferenciales) son las que siguen moviéndose en un nivel más bajo. Desde el punto de vista técnico, los indicadores de fuerza relativa apuntan a una situación neutra o de ligera sobreventa.
Suponiendo que no haya sorpresas desagradables en Jackson Hole ni en la reunión del G7 (Jerome Powell podría, sin embargo, defraudar las ambiciosas expectativas de recortes de los tipos de interés, lo que en realidad sería una buena señal para la economía, aunque los mercados esperan actualmente sobre todo el apoyo del banco central), y que los indicadores económicos sean de media algo más débiles, las acciones deberían tener dificultades para defender su nivel mientras en el segmento de la renta fija la proporción de bonos con rentabilidades negativas sigue aumentando (véase el gráfico de la semana).