Allianz GI: El BCE está muy lejos de normalizar la política monetaria
Por Franck Dixmier, Global Head of Fixed Income de Allianz Global Investors
La continua incertidumbre significa que el BCE sigue poniendo en suspenso la normalización de su política monetaria. Las alzas de tipos siguen estando lejanas. El Banco Central Europeo ha pausado la normalización de la política monetaria, impulsado por las perspectivas económicas inciertas, un entorno de alto riesgo y una fuerte caída en las expectativas de inflación. En este contexto, no esperamos ningún aumento de tipos en 2019 ni en 2020. El BCE debe proporcionar respuestas sobre la caída en las expectativas de inflación, que han caído a niveles históricamente bajos.
El BCE sigue sin poder normalizar su política monetaria tras un deterioro en las perspectivas macroeconómicas. El balance de riesgos se mantiene inclinado a la baja, y esos riesgos, en particular las persistentes incertidumbres relacionadas con el Brexit, Italia y, sobre todo, las tensiones comerciales mundiales, son difíciles de cuantificar. En los últimos meses también se ha registrado una caída histórica en las expectativas de inflación. En este contexto, el presidente del BCE, Mario Draghi, no puede subir los tipos ni hacer nada para normalizar la política monetaria más allá de terminar el programa de compra de bonos del Banco, como lo hizo en diciembre pasado. Y, en realidad, el impacto de ese movimiento es limitado, ya que el Banco se ha comprometido a reinvertir los intereses y las cantidades correspondientes al reembolso de los valores en su cartera vencida (unos 17.000 millones de euros al mes para mantener sus acciones en casi 2,6 billones de euros) «durante un período prolongado de tiempo».
No esperamos una subida de tipos hasta 2021. Aun así, la actual coyuntura es interesante por varias razones:
- El BCE debe actualizar sus previsiones económicas. Será difícil para la entidad obtener una imagen clara con datos no concluyentes. Existe una aparente desconexión, ya que las encuestas y los indicadores de mercado muestran un empeoramiento de la confianza, mientras que los datos del producto interior bruto y el consumo de los hogares sugieren resiliencia.
Es probable que, después de su primera revisión en marzo, el BCE continúe revisando a la baja sus perspectivas de crecimiento y de inflación.
- Esperamos que el Banco aborde su incapacidad para cumplir con su objetivo de estabilidad de precios del 2% de inflación a medio plazo. Su análisis de las causas de esta baja inflación, y cualquier plan sobre cómo alcanzará la meta será cuidadosamente analizado por los mercados.
Las expectativas de inflación nunca han sido tan bajas, lo que refleja el escepticismo de los inversores sobre la capacidad del Banco para cumplir con su objetivo de estabilidad de precios, por lo que el BCE tendrá que responder a la percepción de que la inflación sigue siendo el eslabón débil en el mandato de Mario Draghi.
- También se espera que el Banco proporcione detalles de los términos de la tercera ronda de operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO 3) planificadas para septiembre, incluido el tipo de endeudamiento que se aplicará.
El BCE tiene dos opciones: usar este tipo deudor como una herramienta monetaria, por ejemplo, comparándola con el tipo de depósito, una forma de aliviar a los bancos cuya rentabilidad está siendo erosionada por lo que es efectivamente un impuesto de 40 puntos básicos sobre su exceso de reservas o para atenerse a una aceptación más restrictiva de las reservas de efectivo puro ante la incertidumbre, y establecer un tipo igual al tipo de refinanciación.