Allianz GI: Cuáles son los puntos de inflexión en la actual economía global
Por Stefan Scheurer Director, Global Capital Markets & Thematic Research
Las tensiones comerciales entre China y EE. UU. han sido la mayor fuente de incertidumbre para el crecimiento económico mundial en los últimos dos años. Sin embargo, tras largas negociaciones entre ambas partes, empieza a vislumbrarse una aproximación de posiciones para lograr un primer acuerdo comercial, si bien las principales cuestiones estructurales del conflicto siguen sin resolverse. De cara al futuro, esta posible concertación podría constituir el primer punto de inflexión para escapar de lo que parecía un callejón sin salida. Se trata de un punto muerto que ha ido repercutiendo cada vez más sobre la confianza de las empresas y los consumidores, así como en el gasto de inversión de las empresas. La confianza de las empresas a escala mundial ha caído a su nivel más bajo desde principios de 2016.
Otro punto de inflexión podría ser el reciente e importante acercamiento en las negociaciones sobre el Brexit entre el gobierno británico y la Unión Europea (UE), que llevaban varios meses estancadas. Aunque no parece vislumbrarse una solución a corto plazo, por lo que es probable que persista la incertidumbre política en los mercados bursátiles durante algún tiempo, la votación en la Cámara de los Comunes para que el proceso legislativo avance hasta la siguiente fase (incluso si los parlamentarios rechazaran el plan gubernamental sobre el calendario de aplicación) hace que la salida ordenada de la UE por parte del Reino Unido, tras una nueva ampliación del plazo otorgada por la Unión Europea, constituya una opción realista. Ahora bien, estos imponderables de carácter político no dejan de tener consecuencias económicas. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el 90 % de los países el crecimiento se desaceleró en comparación con el año anterior y, con un 2,9 % en el tercer trimestre de 2019, se situó en su nivel más bajo desde 2009.
Los estudios de la Reserva Federal de EE. UU. y el FMI asumen una repercusión negativa del conflicto comercial sobre el crecimiento económico mundial de entre 80 y 110 puntos básicos. Esto también se refleja en el crecimiento de China, que ha sido el más débil en décadas, aunque es probable que el deterioro del comercio exterior sea atribuible a factores tanto externos como internos del país. En consecuencia, en el contexto de los riesgos (geo)políticos actuales, nuestra previsión es que la economía mundial crecerá en la segunda mitad de 2019 por debajo de su potencial. Nos mantenemos escépticos en cuanto a si una política monetaria más expansiva (son más de 40 los bancos centrales que han bajado sus tipos de interés desde principios de año), con un apoyo fiscal limitado, será suficiente para compensar los numerosos factores económicos y políticos negativos en el actual entorno económico de ciclo tardío.
La posibilidad de que se materialicen estos puntos de inflexión –un acuerdo parcial en el conflicto aduanero, así como el desarrollo de las negociaciones de salida de la UE– ha acabado por crear un clima favorable en los mercados internacionales de capitales. Mientras que algunos mercados de acciones alcanzaron incluso nuevos máximos históricos, en los mercados de bonos hubo recogida de beneficios. Sin embargo, este optimismo implícito también depende, para mantenerse, del desarrollo de la campaña de publicación de resultados del tercer trimestre. El consenso para el mercado de renta variable estadounidense (S&P 500) es que los beneficios caerán un poco por debajo del 4 %, lo que deja margen para sorpresas positivas. El posicionamiento cada vez más expectante de los inversores y las entradas netas en los fondos mundiales de bonos y del mercado monetario desde principios de año, por un total de casi 900.000 millones de dólares (a pesar de un volumen de bonos en circulación con rendimientos negativos de más de 13 billones de dólares) podría augurar otro punto de inflexión. Si la prima de incertidumbre política continúa disminuyendo en las próximas semanas, esto, junto con una política monetaria internacional cada vez más acomodaticia, podría proporcionar apoyo a los mercados de renta variable mundiales.
Asignación táctica de acciones y bonos
- A pesar de que el impulso económico mundial pierde fuerza y de que los riesgos de retroceso a medio plazo aumentan, los datos económicos más recientes fueron mejores de lo que se temía.
- Es posible que tanto el acuerdo parcial en la disputa aduanera como los progresos alcanzados en las negociaciones de salida de la UE constituyan unos primeros puntos de inflexión, a partir de los cuales se continuaría reduciendo la prima por incertidumbres políticas.
- Ahora bien, estos imponderables de carácter político no dejan de tener consecuencias económicas. En este contexto, opinamos que la economía mundial crecerá por debajo de su potencial en el segundo semestre de este año.
- Nos mantenemos escépticos en cuanto a si una política monetaria más expansiva (con un apoyo fiscal limitado), será suficiente para compensar los numerosos factores económicos y políticos negativos en el actual entorno económico de ciclo tardío.
- Es previsible que la política monetaria siga ejerciendo un efecto estimulante, pero que vaya agotando cada vez más sus posibilidades. Hay que seguir contando con un escenario de alta volatilidad, alimentado también, entre otros factores, por las incertidumbres políticas.