Schroders: ¿Ha influido el Covid-19 en el debate sobre la inversión sostenible?
La inversión sostenible no valora solo el éxito económico de una firma, sino también cómo logra ese éxito. La importancia de tener en cuenta a todos los grupos de interés es intrínseca a este enfoque. Esos grupos de interés van desde trabajadores hasta accionistas, pasando por la sociedad en su conjunto. La pandemia de Covid-19 ha puesto el foco en el trato que las empresas ofrecen a su personal, y en cómo protegen a sus clientes y acompañan a sus proveedores en momentos de crisis.
Con las vacunas en camino, los efectos de la pandemia deberían —si todo va bien— empezar a reducirse. En Schroders han preguntado a a tres inversores sostenibles cómo ha influido la pandemia en el debate sobre la inversión sostenible y qué impacto esperan que tenga a largo plazo.
¿Ha cambiado la pandemia vuestra forma de hablar con las empresas como inversores?
Nicholette MacDonald-Brown (NMB), responsable de renta variable europea: “Como inversores sostenibles, nuestro compromiso con las empresas a largo plazo incluye ahora asuntos relativos a cómo tratan a todos sus grupos de interés. Pero, si echamos la vista atrás hasta la crisis financiera global de 2008, hay que decir que las conversaciones de entonces eran muy distintas a las de ahora.”
Katherine Davidson (KD), Gestora de renta variable global: “El diálogo entre los inversores y las empresas ha cambiado. Las cuestiones ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) se solían centrar sobre todo en la “A”, pero este año ha puesto de manifiesto que los aspectos sociales son tan importantes como los ambientales. Es un debate amplio que también está presente en los medios y en la sociedad en su conjunto.”
¿Se mantendrá en el tiempo esta atención a la sostenibilidad?
NMB: “Creo que sí, y, sencillamente, tiene mucho que ver con la rentabilidad de las inversiones. El éxito relativo de los fondos sostenibles este año tiene una gran importancia, ya que ha sido su primera gran prueba de fuego. Lo que ha pasado pone de manifiesto que la sostenibilidad no es un “lujo” en el que los inversores solo pueden pensar en los periodos de bonanza. También resulta fundamental en momentos duros.”
Saida Eggerstedt (SE), responsable de Crédito Sostenible: “Creo que la presión sobre las empresas para que muestren buenas prácticas ha aumentado. Después de todo, los inversores tienen mucho donde elegir: las dificultades económicas que hemos vivido este año han hecho que muchas empresas busquen nueva financiación con ampliaciones de capital o emisiones de deuda. Por tanto, podemos ser selectivos. No olvidemos tampoco el papel de Gobiernos y reguladores en este sentido: muchas empresas han solicitado la ayuda del Estado, a través de avales o de moratorias.”
KD: “Estamos empezando a llamarlo un “nuevo contrato social”, en el que el lugar que ocupan las empresas en sus comunidades y en el conjunto de la sociedad está cambiando. Eso también es importante para los clientes. El Estudio Global de Inversión de Schroders mostraba cómo esperaban los inversores que las empresas priorizaran sus acciones para lograr un impacto en el medioambiente y la sociedad.”
¿Cómo han reaccionado las empresas a las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad?
SE: “De algún modo, las fuertes caídas que se vivieron en los mercados cuando comenzó la pandemia fueron una buena oportunidad para inversores como nosotros a la hora de implicarnos en la respuesta de las empresas. Puede ser más fácil y eficaz presionar en pro de mejores prácticas y mayor transparencia en periodos de crisis, y no cuando parece que todo va bien.”
KD: “Una de las cosas positivas de esta crisis es que nos ha permitido empezar a implicarnos con empresas que antes no habían pensado en un modelo de negocio sostenible. Este año, los mercados de capital han recompensado a aquellas empresas activas en cuestiones de sostenibilidad. También hemos visto que los clientes predicaban con el ejemplo, y la imagen de marca se deterioraba si la empresa se percibía como un “mal actor” durante la crisis. Es el tipo de cosas de las que un alto ejecutivo se da cuenta.”
NMB: “Como inversora en Europa, tengo la suerte de que muchas de las empresas con las que hablo ya piensan en cuestiones sobre sostenibilidad. Sin embargo, también les llama la atención que les diga que las dudas sobre estos temas hacen que una compañía resulte menos interesante para los inversores, igual que si tuvieramos dudas sobre sus márgenes de beneficios. Otra cosa que también es muy interesante es que empezamos a ver empresas que nos piden consejo sobre cómo deben ser las buenas prácticas en sostenibilidad. Definitivamente, cada vez se reconoce más que las empresas deben alinear sus objetivos económicos con los de sostenibilidad.”
¿Crees que cada vez más clientes pedirán inversiones sostenibles?
KD: “La pandemia ha hecho que muchas personas se replanteen sus valores y prioridades. Eso tiene importantes consecuencias para la inversión. Por ejemplo, nuestro último Estudio Global de Inversión concluyó que el 77% de los inversores minoristas no invertirían en cosas que fueran contra sus convicciones personales.”
NMB: “A veces existe la falsa sensación de que los productos sostenibles van dirigidos a una minoría, o de que solo a los jóvenes les interesa la sostenibilidad. Puede que eso fuera así en otro tiempo, pero, desde luego, ya no. A los inversores más tradicionales, como las aseguradoras, también les importa la sostenibilidad y empiezan a alimentar el debate. Los indicios cada vez mayores de que es posible lograr nuestros objetivos de inversión sin traicionar nuestros principios resultan fundamentales en este sentido.”
¿Dónde ves oportunidades de inversión sostenible tras el Covid-19?
NMB: “Hay muchas oportunidades de lograr rentabilidad. Podríamos poner el ejemplo de aquellas empresas que han perdido el favor del mercado porque cualquier consideración sobre sus perspectivas a largo plazo se ha visto superada por el virus y el confinamiento. Y, desde el punto de vista de la sostenibilidad, este es exactamente el tipo de crisis en la que una empresa necesita a sus inversores. Por eso, debemos seguir siendo exigentes en cuanto a los objetivos de sostenibilidad.”
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