Pictet AM anticipa las nuevas oportunidades de inversión en una coyuntura de escaso crecimiento
Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, ha presentado las conclusiones principales del informe ‘PAM Secular Outlook’, que analiza las perspectivas de mercado previstas por esta entidad a largo plazo, así como la posible rentabilidad de distintas clases de activos. Un futuro que parece estar repleto de retos para los inversores, ante la expectativa de menores retornos a nivel global, lo que obligará a ser más dinámicos en la toma de decisiones, adquirir un mayor riesgo en nuestras carteras y, en definitiva, diversificar más que nunca para intentar generar plusvalías similares a las cosechadas a lo largo de los últimos años.
“El mundo está cambiando y estamos obligados a identificar las nuevas oportunidades para captar el beneficio”, ha señalado Paolini. En este sentido, ha subrayado el potencial que tienen las inversiones en segmentos como el Medio Ambiente y la Tecnología, las obras socialmente responsables o los mercados emergentes. En concreto, se ha enfatizado las jugosas previsiones que existen en el mercado de acciones tecnológicas de emergentes, principalmente, China, India y el Sudeste asiático, que pueden llegar incluso a doblar la rentabilidad en relación a las de mercados más tradicionales, como el estadounidense.
Crecimiento global a la baja
De acuerdo al documento presentado, el crecimiento del pib mundial en los próximos cinco años se situará en un crecimiento promedio del 3%, lastrado principalmente por el comportamiento de las economías de los países desarrollados, que están disminuyendo progresivamente su volumen de población en edad de trabajar. Sin embargo, a largo plazo tanto la innovación tecnológica como el mayor gasto en I+D deberán favorecer la producción, pero lo hará mucho más en el universo de los emergentes, cuyo crecimiento puede ser del 4,6% anual durante el próximo lustro, con una inflación que se mantendrá en el entorno del 3,4%, en línea con lo ocurrido los años precedentes.
Todo ello tendrá su traslación en el dólar, que tras cinco años inmerso en un rally alcista, caerá progresivamente para favorecer las exportaciones norteamericanas, a medida que, por el contrario, el déficit de la primera potencia económicamente probablemente siga aumentando. De hecho, desde Pictet incluso se apunta a que es probable que en cinco o diez años se ponga a prueba el dominio del dólar como moneda de reserva, siendo el renminbi chino y divisas principales las beneficiarias. Además, se señala que las divisas de emergentes están en torno a un 15% infravaloradas respecto al dólar, por lo que resulta muy posible que mejoren pronto su tipo de cambio.
Un panorama para los próximos años marcado, en definitiva, por unas rentabilidades tanto de la renta variable como de la variable por debajo de su tónica reciente, que obligará a ajustar las carteras a un horizonte de inversión más largo y con un perfil de mayor riesgo, incluyendo una apuesta significativamente más alta por los emergentes, sobre todo en áreas como la tecnologías, las inversiones socialmente responsables, los metales industriales o las materias primas, en especial, el oro.