MiFID III podría suponer la prohibición total de los incentivos a los intermediarios financieros
Hace apenas unas semanas, la Comisión Europea publicó un informe que adelanta algunas de las principales novedades que podría traer consigo MiFID III para seguir apuntalando el que quizá sea su gran objetivo: seguir aumentando los niveles de protección del inversor minorista. Una de sus principales recomendaciones es la de modificar el régimen de incentivos. El informe, elaborado en base a las opiniones de diversos expertos financieros europeos tiene como eje prioritario el de cumplir con los preceptos del Plan de Acción de la Unión de Mercados de Capitales y tiene una parte importante centrada en la creciente digitalización del asesoramiento financiero, con los impactos que eso está trayendo consigo en la industria.
Incentivos y asesoramiento
El informe asegura que, en líneas generales, todavía no se informa adecuadamente de los incentivos, y que estos se suelen asociar a un mayor coste del producto, que normalmente se repercuten en el inversor minorista. Por ello, es partidario de prohibir los incentivos principalmente para evitar los conflictos de intereses entre asesores y clientes y de cara a afianzar que las recomendaciones se basan en la idoneidad del producto para el cliente.
En cuanto al asesoramiento, el informe pide que se garantice que los asesores actúen en el mejor interés del cliente, y ofrezcan un asesoramiento imparcial sobre la base de una evaluación clara de las necesidades de su cliente.
Mejora de la información precontractual
El documento también presta una especial atención al proceso de toma de decisión que sigue por regla general un inversor minorista. Para garantizar unos estándares máximos de protección, entre sus hitos cabe destacar su recomendación de mejora de la información precontratual, de manera que a cualquier usuario le resulte más sencillo acceder a los productos y a los servicios de ámbito financiero, favoreciendo que pueda tomar una decisión más informada.
Por ello, se solicita que los documentos informativos están disponibles con facilidad para los clientes y que contengan información sobre el producto al que se refieren, ya que, en la actualidad, existe gran cantidad de documentación en el sector que resulta difícil de manejar para un inversor minorista. Además, se resalta que la comparabilidad y el cálculo de los costes no se ha conseguido, porque las metodologías y bases que se utilizan por las entidades son diferentes y, con frecuencia, complejas.