MFS IM apuesta por tipos estables para presionar a la baja a la inflación
Por Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management
Creemos que los tipos oficiales del BCE probablemente hayan alcanzado su punto máximo en este ciclo. Este argumento se basa en tres pilares: la dinámica del crecimiento, las perspectivas de inflación y lo que el propio BCE está comunicando. En cuanto al crecimiento, la zona del euro opera actualmente en un entorno cuasi recesivo.
Aunque técnicamente no tenemos dos trimestres de cifras negativas del PIB, el crecimiento del tercer trimestre fue del -0,1% y por debajo de las expectativas del BCE. La gran mayoría de los indicadores que evaluamos (PMI, IFO, ESI, confianza del consumidor) siguen pintando un panorama tenue para la actividad económica a corto plazo.
Actualmente, el BCE prevé un crecimiento del 0,7% en 2023 y del 1,0% en 2024. Creemos que los riesgos aquí son a la baja. En cuanto a la inflación, los efectos de base están ejerciendo actualmente una presión a la baja sobre el IPCA general y pueden seguir generando cierta volatilidad en el corto plazo. A medio plazo, es posible que se produzcan más presiones inflacionarias a la baja si la economía opera por debajo de su potencial.
Con la inflación cayendo, en nuestra opinión es más difícil argumentar a favor de nuevos aumentos. Por supuesto, esta perspectiva se basa en la ausencia de otro shock inflacionario o de un ajuste del mercado laboral. En tercer lugar, consideremos lo que realmente dice el BCE. La orientación más reciente es clara en cuanto a que mantener tipos en los “niveles actuales” tendrá un efecto ‘sustancial’ para lograr que la inflación alcance su objetivo. Traducimos esto en una preferencia por mantener los tipos donde están en lugar de seguir subiendo. Las tarifas ya son claramente restrictivas.
Afirmamos esto con referencia a la Encuesta de Préstamos Bancarios del BCE, que muestra claramente una contracción en la oferta y la demanda de crédito. En consecuencia, creemos que los tipos vigentes seguirán frenando la demanda y, por lo tanto, ayudarán a reducir la inflación hasta alcanzar el objetivo. Cuánto tiempo llevará esto es una pregunta abierta, especialmente porque hay pocos ciclos del BCE para estudiar.
Lo que sí sospechamos es que si se produjera una inflación sostenida por debajo del nivel esperado, entonces los recortes de tipos podrían llegar a la mesa antes de lo que se estima actualmente.