Man Institute: Todos los ojos están puestos en las ganancias
Por el equipo de Man Institute (Man Group)
En «Views From the Floor», esta semana nos centramos en las valoraciones del mercado bursátil estadounidense que, aunque parecen elevadas, en realidad están cerca de su media histórica. ¿Podemos descartar realmente la posibilidad de una burbuja?
Se ha escrito mucho sobre los «siete magníficos» que sostienen los índices bursátiles, la escasa amplitud del mercado y los elevados niveles de los índices Nasdaq y S&P 500. Normalmente, esto indicaría una burbuja, pero ¿qué nos dicen las valoraciones?
Los beneficios son el denominador más importante en esta métrica, y actualmente estamos inmersos en la temporada de presentación de resultados: ¿seguirán manteniéndose los beneficios y servirán de apoyo a los múltiplos de valoración?
La temporada de presentación de resultados arrancó la semana pasada, cuando Netflix superó las expectativas de los analistas en cuanto a beneficios del tercer trimestre y afirmó que los márgenes de beneficio mejorarán hasta al menos el 22% el año que viene y tienen potencial para crecer aún más en los próximos años. Los valores de gran capitalización Alphabet, Amazon, Meta y Microsoft presentarán sus resultados esta semana.
Si echamos la vista atrás a los picos de las burbujas anteriores, el precio/beneficio (PER) futuro de los 10 mayores valores por capitalización bursátil era muy superior en el año 2000 e incluso en el pico de Covid. Ninguno de los 10 principales valores de hoy se acerca a la elevada valoración de Oracle, con un PER futuro de 131 en el año 2000.
Gráfico 1: Las valoraciones actuales no se acercan al territorio de la burbuja
Para contextualizar la comparación anterior, el PER futuro del S&P500 en marzo de 2000, durante el apogeo de la burbuja del sector tecnológico, era de 24,65 veces, a finales de 2020 era de 27,86 veces y de 19,40 veces a finales del tercer trimestre de este año, según datos de Bloomberg, lo que en realidad no está muy lejos de las medias históricas.
Los PER futuros son, por supuesto, sólo una medida para evaluar el estado de los mercados de renta variable. Nuestro trabajo anterior utilizando modelos de factores2 muestra cómo el actual entorno de mercado es bastante distinto al de la burbuja tecnológica de 2001.
Los factores que nuestros modelos muestran como dominantes en los mercados actuales sugieren que el estado de ánimo sigue inclinándose hacia el riesgo, ya que el apalancamiento figura entre las cifras positivas más fuertes, mientras que la rentabilidad por dividendo y beneficio se encuentran entre los más bajos. Las medidas de rentabilidad siguen siendo importantes, mientras que el factor de crecimiento es ahora de neutro a ligeramente negativo, lo que sugiere que, a diferencia de los picos anteriores que resultaron estar basados en el bombo publicitario, el mercado sigue analizando los fundamentales en lugar de centrarse simplemente en una narrativa en torno a las megacapitalizaciones tecnológicas y los beneficios potenciales de la IA.
Gráfico 2: Por ahora, el entorno sigue inclinándose hacia el riesgo
Sin embargo, los mercados de renta fija y variable siguen sin ponerse de acuerdo sobre dónde deben invertir su dinero los inversores. La fuerte subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años hasta cerca del 5% este año significa que ahora triplican el rendimiento del S&P 500. El Modelo de la Fed compara los beneficios esperados del índice S&P 500 con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años.
La media histórica del modelo de la Fed es del 4,01%. A finales del tercer trimestre de 2023, se ha reducido al 0,71%, lo que se acerca a los niveles más bajos observados en el pasado (excepto durante la burbuja tecnológica de finales de los 90, cuando fue brevemente negativa).
Gráfico 3: El modelo de la Fed cerca del mínimo desde la burbuja tecnológica
La historia nos demuestra que una diferencia tan grande entre ambos no dura para siempre. Ahora es necesario que los beneficios rindan para que el ánimo de los inversores en renta variable se mantenga activo. Si no lo hacen, los precios de la renta variable y de la renta fija tendrán que empezar a converger para acercar el modelo de la Fed a su media a largo plazo.