Los grandes errores de los inversores vienen por la falta de paciencia y por decisiones emocionales
José Ramón Iturriaga, gestor de Okavango Delta FI, Kalahari FI y Spanish Opportunities Fund, y socio de Abante Asesores, asegura que «la falta de paciencia y la emocionalidad llevan a muchos inversores a cometer grandes errores. En demasiadas ocasiones pierden dinero porque se dejan llevar y no deben actuar así, aunque esto es más fácil de decir que de hacerlo». Así de rotundo se ha expresado en una entrevista realizada por la aseguradora Crédito y Caución dentro de #Twecos, una iniciativa que busca identificar de forma objetiva las cuentas personales más influyentes sobre conversación económica en la red social Twitter.
Considera Iturriaga que, en la situación actual, «lo que estamos viviendo es una oportunidad de inversión en España porque en los últimos años se han introducido una serie de factores exógenos como la crisis de Grecia, la del euro, etc. Llevábamos varios años en los que la renta variable española había salido del radar de los grandes inversores internacionales, que son los que realmente fijan los precios porque tienen dinero de verdad».
El peaje de la volatilidad
Valora muy positivamente las expectativas de la renta variable española, a pesar de la incertidumbre de los últimos meses: «Cuando inviertes en bolsa y quieres optar a la rentabilidad potencial que ésta puede dar, tienes que pagar el peaje de la volatilidad, que está ahí y va a seguir estándolo. Pero, más allá de esas últimas caídas, en la renta variable las compañías cotizadas españolas tienen un valor que, por distintas razones, a día de hoy el mercado aún no está reflejando».
Las compañías cotizadas españolas tienen un valor que, a día de hoy, el mercado aún no está reflejando»
Por todo ello, cree que la situación en España es muy distinta de la que existía en pleno apogeo de la crisis. Opina que «la crisis económica que hemos vivido en los últimos años y la crisis de confianza tan grande que se registró en torno, sobre todo, a la sostenibilidad del euro provocó que en algún momento determinados países, entre ellos España, dejarán de ser invertibles. En 2011 y 2012 hubo toque de rebato para que todos los inversores salieran de España«.
«Ahora las cosas han cambiado —añade Iturriaga— y hemos visto como el bono a diez años, con la prima de riesgo en 120 puntos básicos, está ya normalizado; el bono español a diez años cotiza por debajo del americano; las compañías se financian en el mercado de crédito a las mismas condiciones que el resto de Europa; el inmobiliario ha cerrado a un buen gap con el resto de mercados europeos. Pero en la bolsa es necesario meterse un poco más en profundidad y conocer las interioridades de las compañías…»