Los expertos señalan las potenciales oportunidades de inversión en un entorno de cautela
Los mercados parecen haber recuperado su mejor cara después de un último trimestre de 2022 cuanto menos convulso. Sin embargo, las dosis de incertidumbre en la renta variable parece que seguirán siendo moneda común entre los inversores, por lo que la renta fija seguirá ganando un progresivo protagonismo en las carteras. Esta fue una de las conclusiones de un Observatorio organizado por elAsesorFinanciero.com y Expansión que contó con la participación de Sébastien Senegas, head de Edmond de Rothschild AM en Iberia y Latinoamérica; Miguel Luzárraga, director general de AllianceBernstein en España y Portugal; Martina Álvarez, directora de ventas de Janus Henderson en Iberia; Felipe Lería, head of institutional business de UBP en Iberia y Latinoamérica; y Juan Rodríguez-Fraile, country manager de Groupama AM en Iberia y Latinoamérica.
Una de las consignas comunes entre los expertos parece ser la de mantener la cautela y los ojos bien abiertos, ya que aunque habrá oportunidades de inversión a lo largo de los próximos meses, también es posible que se produzcan movimientos de corrección, por lo que hay que evitar tomar decisiones sobre nuestros activos ‘en caliente’. Sin embargo, como apuntó Miguel Luzárraga, «2022 nos dejó la lección de que hoy los inversores y asesores están mucho mejor preparados que antes: el año pasado no sólo aumentó el número de partícipes en los fondos, sino que muchos aguantaron pese a la crisis». Este especialista añadió que «la clave es el timing: la primera parte del año será similar a 2022, pero en la segunda mitad habrá oportunidades en renta variable».
Nuevo paradigma
Continuando con esta visión optimista de cara a los próximos meses, Felipe Lería indicó que «creemos que este año es el del cambio hacia un nuevo paradigma, marcado por la centralización y la vuelta a casa de los procesos productivos». Además significó que «las grandes oportunidades están en el lado de renta fija», en concreto en el crédito high yield, la deuda subordinada y los hedge fund.
Por su parte, Martina Álvarez, afirmó que «cuando suben los tipos de interés, se vuelve a prestar atención a los beneficios empresariales: eso provocará una mayor diferenciación entre las compañías capaces de generar beneficios incluso en periodos de mayor incertidumbre y aquellas que se han visto beneficiadas por los tipos bajos«. En esta línea, Sebastien Senegas aseguró que «2023 va a ser sin duda el año de la renta fija, donde vemos oportunidades en muchos segmentos», y se decantó por la deuda financiera y la subordinada.
En esta senda de potenciales oportunidades, Juan Rodríguez-Fraile señaló que «los fondos monetarios se han convertido en una opción muy interesante para el cliente más conservador». En renta fija, compartió la visión de que existen oportunidades en todo el segmento de high yield.