Los expertos de BNP Paribas AM muestran «un optimismo prudente» y apuestan por el crédito corporativo de calidad
Por el equipo de BNP Paribas Asset Management
En el marco de nuestro Simposio de Inversión anual, los equipos de inversión de BNP Paribas Asset Management debatieron sobre las cuestiones macroeconómicas que podrían configurar los mercados en 2023, exponiendo diversas perspectivas al respecto y analizando las consecuencias para las carteras de inversión. En este artículo compartimos sus conclusiones sobre las cuestiones más importantes de cara al año que empieza.
Inflación: superior al objetivo, pero en retroceso
Un panel compuesto por varios miembros del equipo de inversión prevé que la inflación se estabilice. Aunque es probable que los precios de la energía se mantengan en niveles elevados y volátiles, los efectos de base se dejarán sentir, lo que contribuirá a reducir la inflación en los mercados desarrollados.
Los cuellos de botella de las cadenas de suministro que se produjeron tras la pandemia comienzan a resolverse, lo que debería llevar a una moderación de los precios de los productos.
La ralentización de la inflación del sector servicios podría llevar más tiempo como consecuencia del crecimiento salarial y el impacto del aumento de los precios de las materias primas, pero el deterioro de las perspectivas de crecimiento debería acabar provocando también la moderación de la inflación en el sector.
En lo que respecta al crecimiento, ya hemos dejado atrás el impulso de la demanda que provocó la reapertura de la economía tras la pandemia en Estados Unidos y Europa, mientras que el efecto retardado del endurecimiento de la política monetaria comienza ya a sentirse en la economía.
Con un Congreso dividido en Estados Unidos y muchos países desarrollados teniendo que hacer frente a unos déficits elevados y a un aumento de los costes de financiación, no parece probable que vuelvan a aprobarse estímulos fiscales similares a los de 2022. Sin embargo, es probable que la inflación se mantenga por encima del objetivo fijado por los bancos centrales. Por lo tanto, los miembros del panel señalaron que la política monetaria de las economías desarrolladas tenderá a mostrar una orientación restrictiva, en ausencia de una crisis sistémica.
Uno de los principales riesgos a los que se enfrenta el escenario central de reducción de la inflación está en la inflación salarial en Europa (véase gráfico 1). Hasta la fecha, el crecimiento salarial ha sido más débil en Europa que en Estados Unidos, pero el salario mínimo aumentó en Alemania en el mes de octubre, en los Países Bajos en diciembre y en Bélgica en enero. Tendremos que estar muy atentos a este riesgo en 2023.
La reducción de la inflación favorece un entorno más atractivo para la renta fija. El rendimiento real a largo plazo en ciertas partes del mercado de renta fija resulta ahora atractivo, mientras que las subidas de tipos podrían haber restaurado las características de cobertura de la renta fija en relación con los activos de mayor riesgo.
Crecimiento: nuevas subidas de tipos de interés
En términos generales, los miembros del panel prevén una recesión suave en Estados Unidos y Europa en 2023. Algunos señalaron que el aterrizaje suave de la economía resultaba más probable de lo que descuentan actualmente los mercados, mientras que otros piensan que los mercados son demasiado optimistas con respecto a unas economías que son cada vez más frágiles.
Como nota positiva, la situación de los balances de las empresas es bastante buena, con pocos indicios de exceso de inversión en este ciclo, y las compañías han registrado unas cifras de beneficios relativamente favorables que se prevé que continúen creciendo.
No obstante, los ciclos de subidas de tipos de interés, cuando han sido tan agresivos como lo ha sido el ciclo estadounidense en esta ocasión, han llevado históricamente a la recesión. Aunque no siempre se ha visto reflejado en el sentimiento de mercado, el crecimiento nominal se ha mostrado relativamente sólido en 2022, por lo que lo más probable es que sea en 2023 cuando comencemos a sentir los efectos del endurecimiento de la política monetaria.
Las reservas de liquidez de las que han disfrutado las familias desde la pandemia están disminuyendo y los préstamos están aumentando. Además, es probable que las condiciones del mercado de la vivienda empeoren.
Las caídas que registraron los mercados de renta variable en 2022 reflejaron un gran pesimismo: el 45% de las empresas que componen el índice MSCI Europe cayeron un 20% o más durante el año, y el 20% registraron caídas del 30% o superiores, a pesar de que se prevé que muchas de estas compañías registren un aumento de sus beneficios en 2023. A la hora de determinar si estas perspectivas eran más o menos realistas, los miembros del panel mostraron una opinión dividida.
Geopolítica: ¿tímidas mejoras?
En lo que respecta a la relación entre China y Estados Unidos, nuestros especialistas en la región prevén que se mantenga la inestabilidad en torno al Estrecho de Taiwán. Sin embargo, parece que ambos países entienden las líneas rojas sobre Taiwán, y la reunión entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping en Bali supuso un cierto alivio.
Los miembros del panel se mostraron más pesimistas sobre las perspectivas que ofrece la relación directa entre ambas potencias, y aludieron a las restricciones impuestas en octubre por Estados Unidos sobre la exportación de tecnología avanzada. Estas medidas representan una escalada de la guerra comercial que se libra entre las dos mayores economías del mundo.
En lo que respecta a Ucrania, los miembros del panel se mostraron más optimistas en relación con una posible desescalada del conflicto en 2023. Estados Unidos y Europa podrían acabar llegando a un acuerdo con Rusia, aunque aún no está claro en qué términos.
Estos dos focos de tensión han cambiado el panorama geopolítico en lo que respecta a las relaciones entre otras regiones. Por ejemplo, la región de Oriente Próximo y el subcontinente asiático colaboran actualmente en al ámbito comercial y de suministro energético como no lo habían hecho nunca en el pasado. Será importante entender las consecuencias de este cambio en las cadenas de suministro.
El estancamiento de la economía china y el fin de la era del gas barato dificultaron la inversión en ciertas partes del mercado europeo en 2022. La resolución de la guerra de Ucrania resultaría muy favorable para la región. Las empresas industriales alemanas tienen una gran exposición a China, por lo que el fin de la política de cero tolerancia al Covid y la reapertura de la economía del país también tendrán efectos positivos.
Dólar estadounidense: fin de la tendencia alcista
El dólar ha sido el principal beneficiario de la subida de tipos reales que se produjo en 2022. Ahora que la volatilidad está disminuyendo en las distintas clases de activo y los bancos centrales parecen haber superado el punto más álgido de su ciclo de endurecimiento monetario, la tendencia alcista del dólar parece también haber quedado atrás (véase gráfico 2). También se ha reducido parte de la presión bajista sobre las divisas de las regiones y países importadores de energía.
A corto plazo, el mercado parece dispuesto a descontar un aterrizaje suave de muchas economías, ante la moderación de los bancos centrales, la reducción de las tensiones geopolíticas y la reapertura de la economía china. En un entorno así, los miembros del panel prevén un debilitamiento del dólar estadounidense y un fortalecimiento de las divisas que influyen en el crecimiento de la economía mundial en general o de China en particular.
No obstante, el riesgo continúa apuntando a una recesión en la segunda mitad de 2023, lo que favorecería el repunte del dólar.
Reapertura de la economía china: ¿lo más importante?
Con la reapertura de la economía china ya en marcha, algunos miembros del panel, sin embargo, señalaron que las expectativas del mercado que apuntan al fuerte respaldo que supone la reapertura china para el crecimiento de la economía mundial en 2023 eran demasiado optimistas.
La ralentización registrada por la economía china en 2021 y 2022 significa que hay posibilidades de reapertura en todo el mercado. Los sectores que podrían verse más beneficiados por esta reapertura, como el de los viajes y el de la hostelería, ya se muestran sólidos en términos de dólar. Los miembros del panel señalaron oportunidades en el sector de internet y comercio electrónico, donde el posicionamiento y las valoraciones podrían haber alcanzado su nivel más bajo.
Algunos miembros apuntaron a un mayor respaldo político al sector inmobiliario, tras 18 meses de caídas, aunque no esperan un fuerte repunte del mercado. El regreso de los inversores nacionales podría convertirse en un importante catalizador para la recuperación.
Conclusiones
Las perspectivas económicas son débiles y se mantienen los riesgos geopolíticos, pero los miembros del panel muestran un optimismo prudente ante la posibilidad de que 2023 traiga menos sobresaltos que 2022. Ahora que nos acercamos al fin del ciclo de subidas de tipos y que la inflación parece más contenida, las perspectivas de renta fija resultan atractivas.
Nuestro equipo de inversión en multiactivos favorece el crédito corporativo de calidad frente a la renta variable y la deuda de alto rendimiento, ya que considera que las previsiones de beneficios empresariales aún pueden seguir cayendo. Algunos miembros del panel se mostraron más optimistas en relación con la renta variable o abogaron por la selección de títulos para identificar oportunidades de inversión.