Los datos macroeconómicos no hacen prever que el BCE decida una subida de tipos, según Allianz GI
Por Franck Dixmier, director de renta fija de Allianz Global Investors
Esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) no realice cambios en su política monetaria ni en su orientación a futuro (“forward guidance”) en su próxima reunión del 26 de abril.
Vemos varias razones para que se mantenga la situación actual. Las últimas cifras económicas y encuestas empresariales fuera de la Unión Europea (UE) han sido menos optimistas que las publicadas a principios de año. Además, la inflación general de la zona euro es moderada (hasta el 1,4 por ciento anual en marzo) y la inflación subyacente se ha mantenido en niveles bajos (un 1 por ciento en marzo por tercer mes consecutivo). En total, estos factores deberían reforzar el enfoque conservador del BCE para la normalización gradual de su política monetaria.
Además, existe una creciente preocupación por la incertidumbre provocada por las tendencias cada vez más proteccionistas de Estados Unidos. Benoît Coeuré, miembro de la Junta Ejecutiva del BCE, destacó recientemente el impacto potencialmente negativo del proteccionismo estadounidense en el crecimiento global a largo plazo. Esta es otra señal de que es menos probable que el BCE haga cambios en este momento.
El BCE, sin embargo, discutió recientemente cuándo podría hacer cambios en su política. Las actas del comité de marzo mostraron que el BCE usaría tres criterios para decidir cuándo terminar su programa de flexibilización cuantitativa (QE): convergencia, confianza y capacidad de recuperación:
- Inflación general que converge hacia el objetivo a medio plazo del 2% por parte del banco central.
- Confianza en que la trayectoria de inflación de la UE está en camino de alcanzar este objetivo.
- La resistencia de la inflación después del final del QE.
Si bien el último pronóstico de inflación del BCE del 1,7 por ciento para 2020 es consistente con su objetivo deseado, su capacidad para confiar en la trayectoria de la inflación es sin duda el más problemático de estos tres criterios. Por lo tanto, es probable que la orientación a futuro del banco central se centre en el tercer punto: resiliencia.
En cualquier caso, el QE llegará inevitablemente a su fin. Como resultado, esperamos que el BCE use sus próximas reuniones para subrayar el impacto positivo de reinvertir el capital de sus compras de bonos. También esperamos que el banco central enfatice su voluntad de mantener los tipos a corto plazo en niveles extremadamente bajos durante un período prolongado. Los mercados parecen estar de acuerdo con nuestra evaluación, sin un aumento inicial de los tipos a corto plazo antes de la segunda mitad de 2019 «.