“Los bancos cobran de forma oculta mucho más que los asesores financieros”
Miguel Puertas, socio de Asset Growth EAFI, destaca en una entrevista en Finanzas.com que “debido a los costes ocultos del servicio de asesoramiento de los bancos, a algunos inversores les cuesta entender por qué han de pagar a un asesor independiente. Según su entendimiento, el banco proporciona el mismo servicio gratis. La realidad es muy distinta. De media, los bancos cobran de forma oculta mucho más que los asesores financieros, por ello el inversor final obtiene menor rentabilidad sobre su inversión. En el caso de Asset Growth, la rentabilidad obtenida en las carteras de inversiones recomendadas a clientes ha mejorado la que éstas tenían cuando solo las asesoraba el banco, debido a que recomendamos los productos que creemos que mejor rentabilidad proporcionan dado un nivel de riesgo y porque aseguramos que las comisiones cobradas por las entidades financieras custodiadoras de los activos de nuestros clientes son justas. Estos dos beneficios hacen que nuestros honorarios se paguen solos y que la rentabilidad final del inversor sea superior. Además, los banqueros privados son remunerados, principalmente, por la captación de activos y no por la rentabilidad ofrecida a los clientes. Por ello, en muchos casos, su trabajo se centra en conseguir nuevos clientes, relegando a un segundo plano el servicio a sus actuales clientes”.
Puertas insisten en que “nuestro asesoramiento es independiente y sin conflictos de interés, mientras que el de un banquero privado no siempre lo es. Este comercializa los productos propios de la gestora o del banco para el que trabaja y, en algunos casos, de terceros. Nosotros, al no tener producto propio, solo recomendamos productos de terceros, con lo cual siempre recomendamos el producto de inversión que creemos que tiene más sentido para el cliente dado su perfil de riesgo”.
Y añade que “cuando asesoras a un patrimonio familiar tienes que asegurar que todas las metas y los intereses de cada miembro de la familia se cumplen. No solo es la gestión patrimonial, sino todo el proceso de toma de decisiones, la selección de las inversiones que se hacen, la relevancia de cada uno de los miembros de la familia… Cuando asesoras a un patrimonio familiar a través de un family office tienes que asegurar que los valores son identificativos de cada uno de los miembros, que cada una de las opiniones están bien capturadas en todo el proceso de toma de decisiones, que los objetivos y las misiones de cada uno para con ese patrimonio se cumplen. Todas esas diferencias hay que trabajarlas para que la familia reme en la misma dirección”.