Las empresas apuestan por el asesoramiento para contratar planes de pensiones de empleo
Si se cumplen las previsiones, en el año 2035 alrededor del 30% de la población española tendrá 65 años o más. Se trata solo de un elemento más en la atmósfera de incertidumbre que rodea el futuro del sistema nacional de pensiones, en un contexto de déficit creciente en las Cuentas Públicas, incremento constante de la deuda pública y una inflación que coquetea con los dos dígitos sin que parezca que se vislumbre un apaciguamiento, al menos, en el corto plazo. En esta coyuntura, parece que una de las mejores alternativas que se le presenta a cualquier trabajador es la de preparar financieramente su retiro ante lo que pueda pasar en el futuro, y eso solo tiene una estrategia posible: favorecer el ahorro privado. Sin embargo, el Gobierno lleva los últimos años promoviendo los planes de pensiones de empleo frente a los productos de ahorro individuales, lo que, sobre todo entre las pymes y los autónomos, está generando muchas dudas, por lo que están recurriendo cada vez más al asesoramiento profesional.
Refuerzo institucional
Los planes de pensiones de empleo son una clase de producto financiero de ahorro a largo plazo que impulsan las empresas para complementar la pensión pública. De este modo, en su jubilación, los trabajadores dispondrán de una renta cuya cuantía dependerá de las aportaciones y de la rentabilidad de las inversiones realizadas por los gestores de este producto a lo largo del tiempo. En los Presupuestos Generales de 2022, el Gobierno aumentó hasta los 8.500 euros el límite máximo anual que es posible aportar a los planes de empleo. Por el contrario, se redujo de nuevo la aportación máxima a los planes de pensiones individuales y ya solo será posible desgravar en el IRPF 1.500 euros anuales. Es decir, que en este nuevo marco, un empleado puede percibir una contribución a su plan de empleo de hasta 4.250 euros de parte de su empresa, pudiendo sumar esa misma cantidad a título individual. Además, también podrá aportar otros 1.500 euros a su plan de pensiones individual y llegar así a la desgravación de 10.000 euros por contribuyente y año.
En este contexto, las empresas, en especial las pymes, están requiriendo un mayor asesoramiento profesional para entender cómo tejer un marco previsional para su capital humano, procurando escoger el mejor producto y, sobre todo, optando a conseguir el mayor provecho fiscal. Así se atestigua, por ejemplo, en un reciente estudio realizado por el Observatorio Caser bajo el título ‘Planes de Empleo, ¿cómo son percibidos por las pymes, microempresas y autónomos en España?’. En él se concreta que las ventajas fiscales, un buen asesoramiento y el binomio rentabilidad/riesgo son, por este orden, los tres aspectos que ayudarían mucho o bastante a contratar un plan de pensiones de empleo a una organización. De hecho, un 72% de los encuestados alude a las ventajas fiscales como factor determinante para contratar un plan de empleo, dos tercios a que exista asesoramiento y el 65% que se produzca un buen binomio rentabilidad/riesgo.
Educación financiera
Sin embargo, parece quedar mucho trabajo por hacer en comunicar qué son los planes de pensiones de empresas y sus potenciales ventajas entre los directivos de las empresas. De acuerdo a este estudio, el porcentaje que no ha oído hablar sobre este producto se sitúa en el 67%, es decir, solo un tercio del tejido empresarial tiene conocimiento sobre su existencia.
De entre los que sí que han oído hablar sobre su funcionamiento, un 35% los considera un complemento de la pensión de la Seguridad Social, uno de cada diez lo relaciona con un producto que se ha aprobado recientemente y que se está fomentando desde la Administración, en detrimento de los planes de pensiones individuales, y el 9% ha oído hablar sobre los beneficios fiscales de estos vehículos. No obstante, todavía tres de cada diez no conocen bien las características de estos productos, cifra que se eleva al 37% en el caso de los autónomos.
Pese al bajo conocimiento sobre este producto, el 57% de los participantes en el estudio considera interesante en distinto grado que se contraten este tipo de productos de ahorro para los trabajadores e, incluso, tres de cada diez se muestran muy o bastante interesados en ellos, subiendo hasta el 40% en el caso de microempresas y al 48% entre las medianas empresas.
Beneficios de los planes de pensiones de empleo
En este contexto, las empresas parecen estar abocadas a promover planes de pensiones de empleo, por lo que el asesoramiento profesional se torna fundamental para llevarlo a cabo del modo más provechoso posible. Sin embargo, además de los beneficios fiscales, apostar por la implantación de este producto puede servir a una organización para mejorar la fidelización de sus trabajadores. De hecho, desde el punto de vista del empleo, adherirse a un plan de estas características también tiene una serie de ventajas, por lo que, en principio, es un win-to-win para ambas partes. Entre ellas, cabe destacar:
- Optar a un mayor ahorro en el largo plazo pensando en su jubilación.
- Poder deducirse aportaciones anuales en el plan de empleo de hasta 10.000 euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
- Generar una mayor lealtad y confianza hacia la empresa, ya que el profesional siente que apuesta por su bienestar económico futuro.