La liquidación de hipotecas por el Baby Boom disparará el ahorro en España en los próximos 10 años
Entre 1998 y 2008, se produjo en España la explosión del mercado hipotecario, con unos niveles de contratación de hipotecas nunca vistos en nuestro país, impulsados por un fuerte optimismo económico general y por las agresivas campañas de las hoy finadas cajas de ahorro.
Los protagonistas de aquella efervescencia fueron los miembros de la generación Baby Boom, la más numerosa que ha habido nunca, cuyos integrantes habían conseguido entonces una estabilidad en sus economías familiares que permitía a la mayoría embarcarse en la aventura de una hipoteca.
Hoy, recién inaugurado 2017, esta generación comienza a desandar el camino hipotecario, lo que liberará un ingente volumen de ahorro periódico en los próximos 10 años, que habrá que ver hacia dónde se canaliza.
Los millones de Baby Boomers españoles van a ver en los próximos años como sus hipotecas van venciendo, transcurridos 20 años de media de pagar sus cuotas a los bancos.
Amortización anticipada de hipotecas
Pero además, no es sólo una cuestión de plazos vencidos: En los últimos dos años, se ha disparado la amortización anticipada de capital en las hipotecas de los miembros de esta generación, al mismo ritmo que los tipos de interés bajaban, hasta dejar sin rentabilidad los ahorros garantizados, principalmente depósitos a plazo.
Esta tendencia a la amortización parcial o total de las hipotecas de los Baby Boomers seguirá durante este año y los próximos, mientras que los tipos de interés no remonten y vuelva a ser atractivo el ahorro para los clientes conservadores.
La consecuencia será que en los próximos 10 años los miembros de esta generación dispondrán del excedente mensual que antes dedicaban a la cuota de la hipoteca y que buscará refugio en las diferentes formas de ahorro, ya que no es probable que, por su edad, los miembros de esta generación se embarquen otra vez en nuevos préstamos hipotecarios.
Temor por la jubilación
Otra razón por la que los Baby Boomers dedicarán al ahorro periódico sus excedentes que antes iban a la hipoteca es el cada vez más extendido temor a unas pensiones de jubilación decrecientes.
La gran mayoría de este colectivo es cada vez más consciente de que habrá una fuerte diferencia entre su último sueldo en activo y la pensión pública que recibirá una vez llegue a la edad de jubilación.
Por eso, es muy probable que el capital que se libere de las hipotecas en los próximos años vaya destinado en su mayor parte a las diferentes fórmulas de ahorro y no al consumo.
¿Adónde irá ese ahorro?
La gran incógnita es qué parte de ese pastel se llevará cada instrumento de ahorro y que actitud hacia la inversión tomarán los miembros del Baby Boom. En general, la mayor parte de ellos son de perfil con conservador o equilibrado, por lo que sus posiciones dependerán mucho de la evolución de los tipos de interés.
Si como está previsto, éstos comiencen poco a poco a remontar, es muy posible que los productos conservadores (depósitos, renta fija, fondos conservadores y seguros) sean el destino de la mayor parte de ese nuevo ahorro, porque además hay que tener en cuenta que la mayoría estará entre los 55 y 60 años y no querrá aventuras arriesgadas para sus ahorros.
No obstante, con seguridad una parte de ese ahorro asumirá riesgos y buscará una mayor rentabilidad en productos más agresivos, con lo que es muy probable que haya nuevos capitales para invertir en todos los productos.
Entidades y asesores financieros tendrán que preparar su oferta en los próximos años para estos nuevos clientes, adecuando sus productos a las características de los Baby Boomers y potenciando ante todo la labor de asesoramiento.