La infografía de Schroders sobre los desafíos de la economía global
La inflación en el grupo de países del G7 subió al 7% interanual en marzo y no para de aumentar. De hecho, en países como España la cifra se ha situado en el 10,2% en junio, el dato más alto desde 1935. Este rally hace que las tasas de inflación generales estén por encima de los objetivos de los bancos centrales en prácticamente todas las grandes economías desarrolladas y emergentes. Esta espiral inflacionista se ha visto alimentada por el fuerte aumento de la demanda, los cuellos de botella en la cadena de suministros, la subida de los precios de las materias primas y, más recientemente, los devastadores efectos de la guerra de Ucrania.
Ente este escenario sin precedentes, los bancos centrales se enfrentan a una situación complicada y para mitigar los efectos negativos se han visto obligados a cambiar su discurso hacia una política monetaria más agresiva. Sin embargo, las subidas de tipos erosionan la actividad económica y es posible que tengan que reajustar dichas medidas una vez la economía se enfríe. Pero, ¿será la recesión la contrapartida inevitable para lograr reducir la inflación? Los bancos centrales tienen ante sí una importante labor para lograr un aterrizaje económico suave.
En Japón, en cambio, su divisa se ha depreciado hasta su nivel más bajo en décadas frente al dólar estadounidense.
Además, muchas empresas han trasladado su producción a países con costes más bajos, por lo que la ventaja de tener una divisa más débil ya no es tan relevante y podría tener implicaciones para la economía japonesa.
Puedes consultar toda esta información de forma más detallada en la siguiente infografía que puedes descargarte aquí:
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