La inflación en Reino Unido marca un punto de inflexión
Sebastian Vismara, Senior Macro Economist at BNY Mellon IM, ha analizado la evolución de los datos de inflación en Reino Unido y considera que puede haberse producido un punto de inflexión: “La inflación británica cayó hasta el 7,9% en junio, frente al 8,7% de mayo, una cifra muy inferior al 8,2% que estimaba el consenso. El IPC subyacente también se redujo, del 6,9% al 7,1%, frente a una expectativa del 7,1%. La inflación del IPC general es coherente con las últimas previsiones del Banco de Inglaterra (BoE) y ha mejorado sustancialmente con respecto a los últimos registros, que sorprendieron significativamente al alza, tanto en relación con las expectativas del mercado como del BoE. Además, se trata de la primera caída de la inflación subyacente desde enero y las cifras intermensuales, en términos anualizados y desestacionalizados, son consistentes con una inflación subyacente en torno al 3,5%, frente a una tasa anterior de más del 8%. La tasa subyacente cayó tanto en bienes como en servicios, lo que refleja una mejora generalizada. Es probable que la inflación británica haya marcado un punto de inflexión. Prevemos que tanto la inflación general como la subyacente se desacelerarán en la segunda mitad de 2023, aunque acabarán el año muy por encima del nivel objetivo.
El BoE aún tiene trabajo por hacer. Tanto el crecimiento de los salarios como la inflación de los precios de los servicios siguen siendo más fuertes de lo que el banco central pronosticó en mayo y, por ahora, las señales de un cambio de tendencia de la inflación son provisionales, por lo que podemos esperar nuevas subidas de tipos. Vemos razonable que los tipos de interés británicos acaben tocando techo en un rango de entre el 5,50% y el 6% (vs. el 5% actual). El mercado descuenta ahora un 6,25%, frente al 6,5% de hace unas semanas, pero nos parece un nivel demasiado alto”.