Asesores y entidades dudan sobre cómo determinar qué inversiones son sostenibles con la nueva MiFID
Aseafi ha organizado un evento, patrocinado por Federated Hermes, Nordea, Schroders y Mapfre AM, en el que se han analizado los cambios que introduce la nueva normativa que modifica MiFID en materia de sostenibilidad (la denominada Green MiFID), aplicable desde el pasado mes de agosto. Como ha resaltado Fernado Ibáñez, presidente de Aseafi, esta regulación “va a suponer un nuevo marco de relación con el cliente, que requiere que el asesor financiero tenga nuevos conocimientos y habilidades para entender y hacer entender al cliente cuáles son sus opciones a la hora de invertir en aspectos sostenibles y qué evolución está teniendo la opción”.
Además, Ibáñez ha indicado que “la normativa Green Mifid asume un buen conocimiento de los temas de sostenibilidad y de aspectos de la normativa europea, no solo por parte del asesor financiero, sino también de su cliente”.
Expectativas de los clientes
En palabras de Andrea González, subdirectora general de Spainsif, “el desarrollo de la actual regulación del laboratorio nos invita a pensar que no va a haber una oleada de propuestas de inversiones sostenibles, por lo que el cliente puede tener unas expectativas concretas pero no tener oferta”.
Esta experta ha evaluado el trámite normativo de Green MiFID, indicando que “en abril, se publicó una primera guía de aplicación para Green MiFID que se sometió a consulta pública. La entrada de la pregunta sobre las preferencias de sostenibilidad sucede antes de que la consulta haya gestionado todas las respuestas y que exista una guía final de aplicación publicada”.
A pesar de esta incertidumbre regulatoria, Ibáñez ha resaltado que “somos optimistas en la adaptación al nuevo entorno y contexto, aún sabiendo que se va a producir un tsunami regulatorio mientras el mercado español se adapta a la nueva normativa”. De hecho, tanto Ibáñez como González han resaltado “la transformación total del sistema financiero que va a suponer Green MiFID como una herramienta de impacto alineada con las políticas europeas”.
En esta línea, Úrsula García, socia de Finreg360, ha señalado que “intentar regular por primera vez una realidad es complicado”, haciendo referencia a la responsabilidad que deja la nueva normativa en el asesor, para ayudar al cliente a saber cómo de sostenible es la inversión que realiza. Y es que una de las problemáticas detectadas es que las entidades que tengan productos sostenibles clasificados como producto artículo 8 y/o artículo 9 bajo SFDR, deberán cumplimentar determinados requisitos de divulgación en sitio web.
García ha insistido en que esta nueva normativa “es demasiado ambiciosa y puede resultar de difícil integración en la práctica” de la industria financiera. Aun así, ha destacado que uno de sus principales objetivo es el de acabar con el greenwashing, aunque eso paradójicamente está afectando para clarificar el modo en el que clasificar muchos de los productos financieros de manera correcta.
Por su parte, Guillermo Santos, socio de iCapital, ha indicado que “hay 4 áreas principales a considerar para lograr una economía sostenible: diversificar la economía, impedir que crezcan desigualdades, hacer sostenibles las finanzas y actualizar y mejorar las instituciones”, y ha añadido que estas capacidades están en solo en manos de Occidente la industria financiera “debe alcanzar la sostenibilidad no a costa de crecimiento, ni del inversor y tampoco de su rentabilidad “.
Alianza entre Asufin y WWF
La Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) y WWF España se han aliado para forzar a la industria financiera en la transición que exige mayor preparación entre los asesores que tratan con el pequeño inversor y orientarlo. Ambas organizaciones creen que “las finanzas tienen un poder decisivo” en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la naturaleza. “Como ciudadanos, consumidores y pequeños inversores, tenemos una gran capacidad de transformación. Porque creer en ‘verde’, en que nuestras decisiones económicas pueden ser sostenibles, no está reñido con las tres cuestiones clave de la inversión inteligente, el llamado triángulo mágico de la inversión. A la rentabilidad, seguridad y disponibilidad, cada vez más expertos señalan que hay que añadir la sostenibilidad. El triángulo se convierte en cuadrado”, ha explicado Patricia Suárez, presidenta de Asufin.