La geopolítica y el comercio mundial, factores decisivos para los mercados de capitales, según Allianz GI
Por Hans-Jörg Naumer, Global Head of Capital Markets & Thematic Research
A principios de mayo de este año, Karl Marx hubiera cumplido 200 años. Y aunque no sea una fecha que se festeje, sí podría invitarnos a la reflexión. Su famosa sentencia «La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases» se queda muy corta. No se trata de «clases» sino de recursos, la historia de la humanidad es la historia de los conflictos de distribución, y también lo será en el futuro.
Por ello no debe extrañar que, con un uso cada vez más intensivo de los recursos (los antiguos países socialistas están alcanzando mayores cotas de bienestar tras su incorporación a la economía de mercado), y unos nuevos equilibrios mundiales de las balanzas de pagos (el comercio con China y los países emergentes), los factores decisivos vuelvan a ser la geopolítica y el comercio mundial. Algo que desde luego también ocurre en los mercados de capitales. Mientras que el entorno político en Europa ha vuelto a tranquilizarse tras las sucesivas elecciones, en el ámbito de la política comercial reina la agitación.
En todo caso, el panorama es menos uniforme de lo que se esperaba. Mientras algunos piensan en muros y aranceles, los demás se afanan en reorientarse geográficamente. De este modo, China sigue esforzándose por recrear una ruta de la seda terrestre y marítima, que abarcaría tanto Asia como Oriente Próximo, África y Europa. Entretanto, la Unión Europea está trabajando para alcanzar nuevos acuerdos de libre comercio en el plano bilateral, principalmente con los países de la ASEAN, la región del mundo que más está creciendo.
Haciendo caso al refrán «Del dicho al hecho hay mucho trecho», para los inversores lo más aconsejable es que se fijen en los datos concretos.
Un factor que resulta decisivo para la asignación es el mantenimiento del panorama de reflación. Las capacidades de producción están a pleno rendimiento, si bien la situación económica mundial se encuentra también en una fase tardía del ciclo. Y aunque la Reserva Federal estadounidense (Fed) mantiene su capacidad de deparar sorpresas aún no descontadas por los mercados, la política monetaria sigue en líneas generales apoyando la renta variable.
El mejor instrumento para superar los conflictos de distribución es el crecimiento. Para conseguir crecimiento, se deben desmontar los obstáculos al comercio e invertir. Para esto último, desde luego, no faltan las buenas oportunidades.