La CNMV vigila potenciales irregularidades en 3.500 intermediarios no españoles
La CNMV ha alertado a alrededor de 3.500 brokers que operan en España con pasaporte comunitario de que está vigilándoles de cerca para velar porque se cumplen con los criterios legales relacionados con, por ejemplo, la publicidad agresiva, los programas de filiación o la transacción de actividades a terceros países. Así lo recoge Cinco Días tras haber podido acceder a un documento elaborado desde el organismo supervisor, en el que se afirma que no han respondido de manera adecuada los protocolos de vigilancia de Reino Unido y Chipre en la detección y control de algunas empresas fraudulentas.
El tono más vehemente de la CNMV se ha traducido en la potencial amenaza de veto a que algunas de estas entidades puedan seguir operando en el mercado español aprovechándose de haber obtenido el pasaporte comunitario, lo que les permite llevar a cabo actividades en cualquier otro Estado Miembro de la Unión Europea. La vigilancia sobre la legalidad en las actividades de estas entidades depende de cada país de origen y, por ello, la CNMV ha advertido sobre la ineficiencia que se da en algunos de ellos, y, dado que no tiene potestad para controlar ni forzar alguna acción contra empresas que no tienen oficina en España, su único camino es vigilarlas para hallar indicios sobre el incumplimiento de los protocolos jurídicos establecidos.
En concreto, la CNMV ha señalado que se están produciendo algunas prácticas ilícitas mediante una publicidad muy agresiva, que incita a los usuarios a operar, a través de “artículos publicados en medios de comunicación que presentan un alto componente promocional y publicitario de la actividad desarrollada por estas entidades”. En este sentido, también advierte de que algunas de estas entidades afirman que se puede operar sin comisiones cuando en realidad “no resulta adecuado, ya que no se informa de los costes implícitos en las transacciones“.
El organismo supervisor también comenta que prácticas como el social trading, mediante el que se copia por parte de los clientes de las operaciones realizadas por un inversor especializado, están siendo monitorizadas, así como los denominados programas de asociados o afiliados, que pueden proporcionar a terceros pagos por los clientes captados.