Jupiter AM: Es previsible una recuperación importante en mercados emergentes en 2021
En 2021, muchos inversos buscarán un aumento de su exposición a la deuda de mercados emergentes, y Alejandro Arévalo, experto en deuda de mercados emergentes en Jupiter AM, explica por qué es tan importante la diferenciación a la hora de invertir en una clase de activos tan diversa.
Un entorno macroeconómico en alza
A medida que nos acercamos al cierre del año, las perspectivas de la deuda de mercados emergentes son optimistas de cara a 2021, y muchos inversores comparten esta visión: llevamos más de 20 semanas consecutivas de inversión en esta clase de activos. Tras la distribución eficaz de la vacuna contra el Covid-19, se espera observar una intensa y amplia recuperación mundial, especialmente importante para los mercados emergentes, que carecen de la capacidad de prestar y emitir dinero de la que sí disfrutan la mayoría de los países desarrollados. La flexibilidad en la política monetaria y un potente paquete de estímulos fiscales serán cruciales para los mercados emergentes y los mercados de materia primas.
Además, se espera una tendencia continuada a la baja de la solidez del dólar estadounidense, y es muy probable que la Reserva Federal adopte una posición débil, lo que facilitaría aún más las condiciones para los deudores de los mercados emergentes. Prevemos un giro continuo de Estados Unidos hacia los mercados emergentes, en los que las valoraciones son mucho más económicas y los rendimientos son muy superiores. Además, es probable que la administración Biden en Estados Unidos impulse la confianza en los mercados emergentes, ya que se espera una política de exteriores menos agresiva y más predecible, basada en un enfoque multilateral que respalde el comercio mundial y los flujos de inversión internacionales.
Aprender del «pecado original» del pasado
El entorno macroeconómico de los mercados emergentes es también favorable. Aunque no hay duda de que algunos mercados emergentes han recibido un duro golpe con la pandemia, otros países han demostrado una resiliencia extraordinaria. Si la historia se repitiera, cabría esperar que una pandemia diera lugar a una posible crisis de deuda y que cundiera el pánico entre los inversores. No obstante, a pesar de breves episodios de volatilidad, el optimismo de los inversores se ha mantenido considerablemente elevado desde marzo.
Creemos que esto se debe principalmente a dos factores. En primer lugar, las principales economías de mercados emergentes han aprendido del «pecado original» del pasado, cuando la mayor parte de su financiación era en dólares estadounidenses, lo que generaba una considerable disparidad entre el activo y el pasivo que, en algunos casos, llevó a la reestructuración o el impago de estos países. En la actualidad, y gracias a un mercado local mucho más potente, financian la mayoría de sus necesidades con sus propias divisas. En segundo lugar, hemos observado una considerable reactivación de los datos económicos de los mercados emergentes, y algunos indicadores económicos de determinadas regiones siguen, contra todo pronóstico, al alza (por ejemplo, China y América Latina), además de un reciente progreso en las reformas que se habían paralizado.
Buen momento para aumentar la exposición y la diferenciación es la clave
Tras la incertidumbre de las elecciones estadounidenses y con la inminente distribución de la vacuna contra el Covid-19, consideramos que es un buen momento para aumentar la exposición en deuda de mercados emergentes. Tras las elevadas inversiones de principios de año, ya se aprecia una rentabilidad monetaria en la clase de activos, y numerosos estudios de mercado indican que los inversores esperan un aumento en sus asignaciones de deuda de mercados emergentes en 2021. A pesar de estar muy infrarrepresentadas en todo el mundo, la clase de activos por valor de 23 billones de dólares es un aspecto cada vez más importante en las carteras de los inversores: más del 90 % del universo de renta fija ofrece una rentabilidad inferior al 3 %, por lo que la deuda de mercados emergentes es una de las pocas opciones para que los inversores consigan una rentabilidad aceptable. Esperamos que las asignaciones sigan al alza.
Como siempre, consideramos que la diferenciación será la clave a la hora de invertir en una clase de activos amplias y diversa como la deuda en mercados emergentes. Si se adopta un enfoque flexible y activo, podremos dar respuesta a la nueva información disponible y aprovechar las oportunidades de venta indiscriminada cuando se presenten, además de gestionar las pérdidas. Como es lógico, a corto plazo se espera volatilidad en los mercados, pero creemos que el entorno macroeconómico es, también, favorable y nuestra investigación en los aspectos básicos nos ayudará a identificar los agentes soberanos y empresariales con mayor potencial a largo plazo.