Generali Investments responde las preguntas de los clientes sobre el caso Silicon Valley Bank
Por Giordano Lombardo, CEO y codirector de inversiones en Plenisfer Investments (Generali Investments)
Resumimos nuestra visión de los recientes acontecimientos en el sector bancario de Estados Unidos a través de respuestas a algunas preguntas de nuestros clientes.
– ¿Es Silicon Valley Bank sólo una manzana podrida? A primera vista, sí. La mayoría de sus depósitos procedían depósitos procedían de empresas más que de particulares, y el banco fue muy agresivo en la concesión de préstamos a empresas de nueva creación, haciendo crecer su balance de forma extremadamente rápida (+250% del 1T 2019 al 4T 2022). Además, el banco fue muy agresivo en la gestión de su balance, asumiendo riesgo de duración. La proporción de depósitos no asegurados en SVB antes de la insolvencia bancaria era del 89% del total de depósitos.
– ¿Es realmente un caso único la situación de SVB? No. Dejando a un lado el comportamiento imprudente de la dirección de SVB (fracaso total en la gestión del riesgo de tipos de interés) y la increíble falta de supervisión de un banco que tenía cerca de 250.000 millones de dólares en activos, sus problemas de balance relacionados con la cartera de bonos no son exclusivos de él. Como señaló el habitualmente ‘perma-bearish’ Nouriel Roubini, los bancos estadounidenses están sentados sobre «4.620 mil millones de dólares de pérdidas no realizadas con sólo 2,2 billones de dólares de capital» (CNN, 12/03/2023).
– ¿Cuál es la razón última? La política monetaria reciente y pasada. Los acontecimientos actuales son consecuencia directa de la inusual política monetaria de los últimos años. Es un caso extremo de un problema más generalizado: las pérdidas no realizadas en el balance de los bancos debido al aumento repentino de los tipos de interés. En primer lugar, la FED inyectó una cantidad desmesurada de dinero en la economía hasta 2021. Una parte considerable de esta liquidez fue a parar a las arcas de los bancos en forma de MBS -Mortgage Backed Securities; títulos respaldados por hipotecas- y bonos del Tesoro. Entonces, la FED dijo que los tipos de interés se mantendrían bajos durante mucho tiempo (inflación “temporal”). Cuando cambió de rumbo en 2022 y subió los tipos rápida y drásticamente, algunos bancos se encontraron con importantes pérdidas no realizadas en las carteras de bonos.
– ¿Está en peligro el sistema bancario estadounidense? No. El gobierno estadounidense ha intervenido para evitar una situación más generalizada de retirada masiva de los bancos, con una promesa abierta de cubrir todos los depósitos superiores a 250.000 dólares. Se ha evitado el desastre. Más allá de esto, las cifras del sistema bancario estadounidense son bastante sólidas, incluso teniendo en cuenta la comparación con 2008. El coeficiente de cobertura de reservas se encuentra por encima del 200% y es superior al de los años 2000. Esto significa que los bancos están preparados para un posible amento de los préstamos morosos. El coeficiente de capital Tier1 del 13-14% es muy elevado en comparación con los niveles históricos (fuente: FDIC).
– ¿Qué ocurrirá a continuación? Un giro en la política monetaria. En cierto sentido, ya se ha producido un giro en la política monetaria. Del mismo modo que el desplome de los gilt en septiembre obligó al Banco de Inglaterra a dar marcha atrás en su anuncio de un endurecimiento cuantitativo agresivo, esta crisis ha dejado claro que es poco probable que el compromiso de la Reserva Federal con el endurecimiento cuantitativo resulte sólido. Financiar a los bancos mediante medidas de liquidez no es “técnicamente” quantitative easing (la Fed no está comprando bonos), pero tiene el mismo efecto, ampliar su balance.
– ¿Va a bajar pronto los tipos la Reserva Federal? No. Seguimos creyendo que no es posible que la Fed llegue al límite en su batalla contra la inflación, aunque eso signifique emprender una represión financiera. Hay demasiada deuda en el sistema, tanto en el sector público como en el privado, y el servicio de esta deuda podría llegar a ser insostenible. Si surge una nueva crisis, será en los sectores que más se beneficiaron de la política de tipos cero del pasado, que son los más expuestos al aumento repentino de los tipos. Cualquier nueva crisis será respondida con la misma medicina: otro respaldo gubernamental, más impresión de dinero y más devaluación de la moneda.
Pero aún no hemos llegado a ese punto. Por el momento, es probable que la Reserva Federal intente mantener su compromiso con una política restrictiva para combatir la inflación.