Encuesta Schroders: La inversión responsable sigue sin ser una prioridad para los inversores institucionales
Según la Encuesta a Inversores Institucionales 2018 de Schroders, la inversión sostenible sigue siendo un factor de escasa importancia en el proceso de toma de decisiones de inversión, a pesar de que los inversores institucionales creen que su relevancia aumentará.
El estudio —que encuestó a 650 inversores con activos por valor de aproximadamente 24 billones de dólares— ha identificado una divergencia entre las percepciones de los inversores institucionales sobre la importancia de la sostenibilidad y cómo llevan a cabo sus asignaciones en el núcleo de su proceso de inversión.
Casi un tercio de los inversores (32%) afirmó que la incorporación de un sesgo sostenible en sus inversiones tiene poca o ninguna influencia en su proceso de toma de decisiones de inversión, con una importancia notablemente inferior a otros factores, como la asignación estratégica de activos, el historial del gestor del fondo, las rentabilidades previstas y la predisposición al riesgo.
No obstante, el estudio concluye que la sostenibilidad constituye un objetivo más relevante para los inversores institucionales de mayor envergadura. Los inversores que atribuyen una mayor importancia a la sostenibilidad suelen tener un horizonte de inversión a más largo plazo, mayor confianza en sus inversiones y priorizan las rentabilidades ajustadas al riesgo.
El 32% de aquellos que contaban con periodos de inversión de al menos cinco años afirmaron que la sostenibilidad es un factor de peso. Esta cifra contrasta con el 23% de los inversores con un horizonte de inversión de entre tres y cinco años.
Los inversores más centrados en la sostenibilidad mostraban una confianza notablemente superior en cuanto a la consecución de sus expectativas de rentabilidad. Más de la mitad (59%) de los encuestados se mostraron, como mínimo, razonablemente confiados en cuanto al logro de sus objetivos, en comparación con el 37% de los inversores que no priorizan la inversión sostenible.
Asimismo, estos se centran en la generación de rentabilidades ajustadas al riesgo: el 66% optaba por este enfoque, frente al 53% que se mostraba menos centrado en la sostenibilidad.
En total, algo menos de tres cuartos de los inversores (74%) en todo el mundo afirmaron que la inversión sostenible cobrará mayor importancia en los próximos cinco años, en comparación con el 67% de hace un año. Algo menos de la mitad (47%) de los encuestados había aumentado sus asignaciones a la inversión sostenible en los últimos cinco años.
Los inversores señalaron que la estrategia corporativa, el cambio climático y la calidad de la contabilidad son los asuntos más importantes que los inversores deben trabajar con las empresas.
No obstante, más de tres cuartos de los inversores (77%) admitieron que, para ellos, la inversión sostenible sería, en cierto modo, una tarea complicada; la misma proporción que el año pasado. Entre las dificultades citadas, las preocupaciones en torno a la rentabilidad se sitúan en primer plano: el 51% las mencionó como un obstáculo para la inversión sostenible, un incremento frente al 44% del pasado año.
La falta de transparencia y la dificultad para evaluar el riesgo son otros desafíos clave que, según los inversores, frenan la inversión sostenible.
Más de un tercio de los encuestados (34%) a escala global afirmó que, si existieran pruebas de que invertir de forma sostenible arroja rentabilidades más elevadas, incrementaría considerablemente sus asignaciones a esta clase de inversión. Cabe destacar que este porcentaje aumenta hasta algo menos de la mitad (49%) para los inversores en Norteamérica.
Jessica Ground, directora global de Administración en Schroders, afirmó: «Sigue existiendo una brecha entre las expectativas de los inversores institucionales respecto de la inversión sostenible y la forma en la que priorizan estos factores en sus procesos de toma de decisiones de inversión. Los inversores son claramente conscientes de que invertir de forma sostenible revestirá una importancia cada vez mayor, pero este enfoque aún debe afianzarse en el núcleo de su proceso de inversión. Este estudio demuestra que los inversores que priorizan la inversión sostenible suelen tener horizontes de inversión a más largo plazo y una mayor confianza respecto del logro de sus objetivos de rentabilidad. Capacitar a los inversores para que piensen a más largo plazo y eviten tomar decisiones de inversión cortoplacistas y precipitadas también ha sido un objetivo de creciente relevancia para los responsables políticos en todo el mundo. Los datos de la encuesta ponen de manifiesto que, con el tiempo, la sostenibilidad será un componente cada vez más importante de las prioridades de inversión a largo plazo de los inversores institucionales, si bien siguen existiendo barreras que han de superarse para lograrlo a corto plazo».