El regreso de los bonos: los mercados de crédito recuperan el foco, según Amundi
Por Monica Defend, Directora del Amundi Institute, y Amaury D’Orsay, Director de Renta Fija
2022 fue el año del gran repricing de los bonos; con los bancos centrales mundiales dando un giro hawkish de 180 grados en su lucha contra la inflación. Aunque la gran revalorización dio lugar a una volatilidad extrema en la renta fija, hemos entrado en una nueva fase de ajuste de la curva de tipos, en la que los bonos empiezan recuperar el foco:
- Gran reajuste: Los bancos centrales endurecen bruscamente la política monetaria para luchar contra la inflación. Fuerte reacción del mercado y volatilidad; visibilidad limitada. => Cautela en duración.
- Fase de ajuste: Reajuste de la curva de rendimientos. La atención del mercado se desplaza gradualmente de la inflación al crecimiento; elevada incertidumbre. => Vuelve la renta fija. (Actualmente nos encontramos en esta fase)
- Recuperación de visibilidad: Menos incertidumbre sobre la inflación y el crecimiento. Política monetaria menos brusca y más previsible, reduciéndose la volatilidad de los tipos. Diferenciales de crédito totalmente ajustados. Puntos de entrada atractivos. => Añadir riesgo.
En esta fase de «regreso de la renta fija», unos niveles yield más atractivos, junto con una menor volatilidad de los tipos, han impulsado el retorno de la demanda de esta clase de activos a finales de 2022, y esperamos que la tendencia continúe este año. Además, desde la crisis del Covid 19, las compañías han reforzado en general la posición de su balance, reduciendo el apalancamiento neto y la ratio de cobertura de intereses. Esto debería ayudarles a superar la desaceleración económica.
Sin embargo, es probable que el pico en calidad crediticia haya quedado atrás, ya que las compañías se enfrentarán a nuevos retos este año, como el aumento de los costes de financiación, la desaceleración del crecimiento, la subida de los precios de la energía y los elevados costes laborales (estos últimos principalmente en Estados Unidos), lo que debería traducirse en un aumento de las tasas de impago de los bonos High Yield (HY) este año. Estos factores obligarán a los inversores a ser selectivos a la hora de elegir oportunidades de inversión. En general, preferimos el Investment Grade (IG) al HY, ya que creemos que el diferencial HY-IG se ampliará este año. En el segmento IG, preferimos el crédito denominado en euros y libras esterlinas al crédito estadounidense, ya que el primero está muy barato en términos históricos. Mantenemos una visión positiva sobre el sector financiero, especialmente los bancos y la deuda subordinada en euros. En cuanto al segmento HY, el reciente estrechamiento de los diferenciales nos ha hecho ser relativamente prudentes, pero vemos oportunidades para el segundo semestre de 2023.
«Tras el gran repricing de 2022, el crédito global vuelve a estar en el punto de mira. Favorecemos el Investment Grade en la primera mitad del año. Es probable que se materialicen puntos de entrada para HY en el segundo semestre, cuando disminuya la incertidumbre sobre la política monetaria.»