El asesor financiero, clave para entender al inversor y guiarle a una planificación racional
La última sesión del ‘Ciclo Finanzas y Emociones’, organizado por Inversión&Finanzas y Banco Mediolanum, ha analizado por qué las decisiones de inversión no son siempre racionales. Entre sus participantes, ha intervenido Pedro Bermejo, doctor en neurociencia y presidente de la Asociación Española de Neurociencia y Neuromarketing, que ha querido subrayar que “la parte del cerebro que toma las decisiones es la más compleja de todas, aunque, por otro lado, es que la más utilizamos puesto que nos pasamos la vida tomando decisiones”. En su opinión, los seres humanos tenemos “una aversión ilógica al riesgo porque estamos diseñados genéticamente para la supervivencia”, lo que se traduce en decidir sobre nuestra estrategia financiera intentando elaborar patrones que nos resulten familiares, por ejemplo, replicando lo que hacen nuestros conocidos o siguiendo la inercia de los mercados.
Bermejo ha querido recalcar que las personas “siempre intentamos predecir en base al pasado”, algo que trasladado a las inversiones significa “buscar explicaciones en otras crisis económicas o sucesos relevantes para justificar la toma de decisiones actuales”. De acuerdo a su criterio, en pocos años, el desarrollo de la Neureconomía permitirá “optimizar las capacidades de decisión, individualizando los sesgos de decisión” por parte de los inversores, si bien ha advertido que el peso de las emociones siempre mantendrá un peso muy relevante en la capacidad de análisis de cada de nosotros, lo que, con frecuencia, nos llevará “a elegir una mala estrategia a pesar de contar con la información suficiente para que esto no sea así”.
Otra de las intervenciones ha corrido a cargo de Inés Molino, directora de cuentas de Schroders, quien se ha centrado en el concepto de la heurística. De acuerdo a su explicación, desde la prehistoria el cerebro humano ha utilizado atajos a través de distintos instrumentos cognitivos para reducir el tiempo y el esfuerzo en la toma de decisiones. “Bajo presión, solemos cometer fallos con bastante frecuencia”, ha asegurado, “lo que se traduce en que hoy, más que nunca, la figura del asesor financiero es clave para ayudar al cliente a entenderle, a saber en qué invertir y a hacerle comprender que el crítico planificar su jubilación”.
Por su parte, Luca Lazzarini, formador en Banco Mediolanum, ha tenido como eje de su discurso el análisis de las claves de un asesoramiento financiero eficaz. Tras comenzar subrayando “la frustración del asesor actual, que sabe más que su cliente, le propone una solución estudiada y, en muchas ocasiones, este le dice que no”, ha afirmado que el mayor activo de este tipo de profesionales debe ser el de crear valor para la vida de las personas para las que trabaja. “Un asesor debe dejar de intentar hacer previsiones financieras o de basar su discurso sólo en términos de rentabilidad. Su rol más importante es gestionar el comportamiento del cliente y reconducirlo hacia la racionalidad”, ha sentenciado.