Disrupción, ¿el cambio crea oportunidades en los mercados?
Por Virginie Maisonneuve, CIO of Global Equity. Allianz Global Investors
Las nuevas tecnologías y otras 1innovaciones de nuestra época la convierten en la era de la disrupción, con desafíos para las empresas y los gobiernos, y oportunidades para los inversores. Sin embargo, esto va más allá de la tecnología. Las repercusiones del cambio serán muy amplias, ya que diversos sectores e industrias tratarán de aprovechar la inteligencia artificial, así como otras nuevas innovaciones. De hecho, los ganadores serán aquellas empresas (y, por ende, los inversores) que sepan identificar y aprovechar eficazmente las oportunidades generadas por el cambio. A continuación, destacamos tres áreas donde la disrupción está en pleno desarrollo y es probable que se acelere, y donde los cambios crearán oportunidades para el éxito.
Tecnología: adaptarse para ganar
Cada vez es más evidente que la inteligencia artificial (IA) será una de las tecnologías transformadoras clave de nuestra era. Mientras que la atención, como era de esperar, se centra en los proveedores de software y otros desarrolladores de IA, los efectos de esta nueva vanguardia repercutirán en todo el sector tecnológico y más allá. De hecho, la IA ya está impulsando grandes avances en el sector de los semiconductores, y seguirá haciéndolo a medida que aumenten las necesidades de hardware. Sin embargo, el potencial disruptivo de la IA empezará a notarse con mayor intensidad fuera del sector tecnológico, no solo en términos de la transformación de las prácticas empresariales y de consumo, sino también con respecto a cambiar el panorama para los inversores.
La atención al cliente, la sanidad, la educación y las finanzas son las áreas que probablemente experimentarán una auténtica revolución, y la IA ya está dejando huella en muchos de esos campos. Por ejemplo, en el sector sanitario se están logrando rápidos avances en el diagnóstico del cáncer de mama gracias a esta tecnología.
Aún así, la clave para las empresas de todos los sectores será cómo (y con qué rapidez) podrán aprovechar dicha tecnología y adaptarse a las nuevas formas de trabajar. En la práctica, todas las empresas tendrán que buscar nuevas vías para trabajar con esta tecnología y con los proveedores. Esto será especialmente importante a medida que los rápidos avances vuelvan obsoletos los modelos tradicionales de licencia y propiedad del software. Aquellas empresas que tengan mayor éxito al realizar dicha adaptación serán las ganadora de los próximos años y
décadas.
Las empresas que logren integrar la IA necesitarán transformar su forma de pensar para ser más ágiles y eficientes a la hora de asumir riesgos. También tendrán que considerar sistemáticamente la innovación interna o externa y cambiar sus modelos financieros para adaptarse a un mayor ritmo de desarrollo. En una época en la que el coste del capital ya no es cero, los obstáculos para alcanzar el éxito son cada vez mayores y aún más críticos. Por ello, la integración de la IA y las nuevas tecnologías en las compañías de todos los sectores requiere un enfoque de “pensamiento creativo”, que actualmente se utiliza con mayor frecuencia en la industria de la tecnología, caracterizado por la iteración y las múltiples pruebas con los consumidores finales.
Recursos ¿una nueva escasez?
Sin duda, la escasez de energía es un tema que ha adquirido gran protagonismo en los últimos años. Sin embargo, las vulnerabilidades expuestas tras la invasión rusa de Ucrania son sólo la punta del iceberg de los cambios que se están produciendo en los mercados de la energía y de las materias primas.
Por supuesto, los problemas de abastecimiento en los mercados del gas y de la electricidad solo han servido para acentuar y acelerar la transición hacia las energías renovables que, ante los desafíos climáticos, ha ido cobrando fuerza. Actualmente estamos viendo un auge en la inversión en el sector de las energías renovables, lo cual está impulsando la demanda de diversas materias primas -incluidas las tierras raras- y seguramente aumentará más las tensiones geopolíticas por el acceso a los recursos. De hecho, los efectos disruptivos de la transición verde afectarán tanto a la economía como a la política, y es probable que sus consecuencias no se hagan patentes hasta dentro de unos años.
En cuanto a los recursos, otra área que está experimentando cambios disruptivos es el tratamiento y abastecimiento de agua. El cambio climático y el aumento de las temperaturas puso de relieve el deterioro de la infraestructura hídrica que actualmente no está preparada para el siglo XXI. Si bien esta infraestructura requiere una enorme inversión pública y privada, estamos viendo una gama de nuevas tecnologías y enfoques para reducir los desechos y hacer que el almacenamiento, el tratamiento y el abastecimiento de agua sean más eficientes. Además, a medida que el cambio climático amenace con dejar inhabitables zonas que antes eran prósperas, será vital desarrollar soluciones hídricas más innovadoras.
Fragmentación: oportunidades en cambio
Vemos la fragmentación como causa y efecto de la disrupción. La fragmentación, como factor geopolítico, continuará a medida que se produzcan nuevos acercamientos entre países, a raíz del ascenso de China como potencia global, así como l creciente prosperidad de muchos otros antiguos “mercados emergentes”.
De hecho, China se ha acercado a gran parte del Sur Global a través de una serie de proyectos, entre los que destaca su conocida Iniciativa Franja y la Ruta (BRI). La guerra en Ucrania ha generado una mayor fragmentación, y el temor de que la tensión geopolítica en otras partes del mundo pueda aumentar, a llevado a muchas empresas a implantar medidas para garantizar la solidez de las cadenas de suministro, así como a los gobiernos nacionales a adoptar medidas en sectores y recursos estratégicos.
Es probable que los efectos colectivos de esta fragmentación geopolítica se reflejen en la economía, ya que las grandes potencias compiten por la ventaja y la supremacía en áreas clave como los semiconductores y los datos. A medida que la oferta tecnológica de China comience a rivalizar con la de Estados Unidos, podemos ver “hemisferios tecnológicos” rivales, ya que los principales actores geopolíticos animan a los países más pequeños a adoptar sus sistemas y normas. Pese a esta fragmentación, los desafíos globales como el cambio climático precisan soluciones conjuntas, incluso cuando manifiesten una mayor autonomía y autodeterminación. Esta ola de fragmentación puede requerir nuevas formas de inversión que, por ejemplo, capten las oportunidades temáticas (como la IA o la seguridad energética) en lugar de limitarse a los criterios tradicionales.
Cómo aprovechar la disrupción
Los efectos de los cambios disruptivos de los que hemos hablado no serán uniformes. Todos los sectores e industrias se enfrentarán a sus propios problemas y desafíos, lo que brindará distintas oportunidades para aquellos que estén mejor posicionados. De hecho, para las empresas, será necesario un enfoque ágil para navegar en esta época marcada por los cambios rápidos y un nuevo “Darwinismo digital”, es decir, una lucha por el dominio que dividirá aún más a los ganadores de los perdedores y creará nuevas oportunidades. Y sin duda, los inversores también necesitarán ser deberán ser dinámicos y pensar de forma diferente sobre dónde puede surgir el crecimiento en esta nueva y apasionante era.