David Gassó (EAF): “El número de EAF se estabilizará para retomar un crecimiento ligado al asesoramiento independiente”
El presidente de Economistas Asesores Financieros y el Consejo General de Economistas, David Gasso, habla en esta entrevista con elAsesorFinanciero de la realidad de las Empresas de Asesoramiento Financiero y sobre su futuro, que ve muy ligado al asesoramiento independiente. También analiza el impacto en la figura de MiFID II; el escaso desarrollo de los agentes en estas entidades; y las posibles fusiones que puede vivir el sector.
– ¿Cómo han reaccionado los asociados a EAF al difícil entorno generado por la pandemia del Covid-19?
El estar permanentemente en contacto con los clientes nos diferencia de una entidad grande. En general, las EAF están muy cercanas al cliente por lo que las restricciones de movimiento han afectado muy poco. Estamos acostumbrados al contacto con el cliente por medios telemáticos, por lo que, más allá de la dificultad por situaciones de salud, la actividad diaria se ha visto poco afectada, más allá de estar en permanente contacto con los clientes para informarles, fundamentalmente los días en los que los mercados han sufrido las mayores caídas.
La gestión de egos, en una actividad muy personalista como la de la EAF, es un contratiempo importante para el éxito de muchas fusiones»
– ¿Qué estrategias cree que deben desarrollar las EAF en este nuevo entorno para conseguir mantener la confianza de sus clientes?
La confianza se genera manteniendo el contacto y dando respuesta adecuada a las necesidades del cliente. En momentos de incertidumbre, no solo financiera, hay que demostrarle al cliente que se está listo en todo momento, con ideas firmes pero con la humildad necesaria para reconocer las limitaciones cuando no se puede anticipar razonablemente cuál puede ser el escenario más probable. Las EAF persiguen relaciones de largo plazo con sus clientes, y esto sólo es posible si se trabaja de forma competente, sincera y transparente para generar la confianza suficiente que fomente este tipo de relación entre cliente y asesor.
– ¿Cómo ha cambiado MiFID II la operativa diaria de las EAF?
En realidad, MiFID II no ha cambiado muchas cosas, pero sí que las ha complicado. En materia de transparencia informativa, la ausencia de una información estandarizada de costes no ha resuelto bien la iniciativa de informar mejor. Tampoco la introducción de restricciones a determinados productos complejos, ni la abundancia de información previa a la contratación creo que mejora la protección al inversor. Ni se percibe gran mejora en la prestación conjunta de distintos servicios de inversión a un mismo cliente, como prevé la Directiva y también la Ley del Mercado de Valores, ya que muchas entidades, en especial de la banca nacional, se niegan a aceptar el asesoramiento externo a clientes que depositan y transaccionan con ellos. Afortunadamente, hay algunas excepciones, ya que entidades especializadas entienden que el futuro pasa por ahí, mientras que otras se aferran a un pasado oligopolístico.
Cada vez hay más hueco para el asesoramiento personalizado y no veo mal que no se pueda transmitir órdenes o gestionar»
– ¿Cómo ve el futuro de la figura EAF con las restricciones operativas que le impone la normativa?
Lo veo bien, entendiendo que hay que darle valor a la frontera entre asesorar sin tocar el dinero del cliente, y gestionar y depositar por cuenta del cliente. El asesoramiento tiende a ser más personalizado mientras que cuando mezclamos gestión, comercialización, ejecución y depósito se vuelvo todo más estandarizado, despersonalizado y, muchas veces, con conflictos de interés. Por lo tanto, creo que con mejor cultura financiera, hay cada vez más hueco para este tipo de asesoramiento financiero y no veo mal que no se pueda transmitir órdenes o gestionar. Si se quiere hacer todo esto, hay que reconsiderar el tipo de entidad y evolucionar hacia gestora, agencia o sociedad de valores.
– El número de EAF registradas está en descenso ¿cree que se mantendrá esta tendencia?
Tras varios años de crecimiento continuo en el número de entidades, era lógico que entrásemos en una fase de consolidación. La incertidumbre que rodeó la transposición MiFID II tuvo impacto en el número de nuevas altas, a la vez que algunas entidades se transformaban en agencias o gestoras, otras se fusionaban con EAFs o con otro tipo de entidades y algunas perecían por falta de viabilidad. Creo que, por lo que he dicho anteriormente, vamos a estabilizar el número de entidades para retomar un crecimiento neto en el futuro, principalmente ligado al asesoramiento independiente.
En realidad, MiFID II no ha cambiado muchas cosas, pero sí que las ha complicado»
– ¿Cree que otras figuras como las agencias o sociedades de valores tienen más ventajas que las EAF para competir en el mercado actual?
Como he dicho, no especialmente. Creo que las EAF que se asientan en el asesoramiento no independiente pueden tener más motivos para integrarse con o mutar hacia agencia o sociedad de valores, incluso en gestora de IICs, puesto que su modelo de negocio se asemeja más. Pero las EAF que optan por asesoramiento independiente muy probablemente no necesitan otros servicios, aunque no estaría de más reconsiderar la recepción y transmisión de órdenes asociadas a las recomendaciones de asesoramiento como una mejora sustancial de servicio al cliente que, en mi modesta opinión, no desvirtúa el servicio principal ni entra en conflicto con él.
– Las EAF consiguieron por fin poder tener agentes, pero no se han inscrito muchos en la CNMV ¿por qué?
La contratación de agentes por parte de las EAF venía contemplada en la Directiva, no era por tanto una potestad sino un mandato legal. Aún así, hubo que convencer que se incluyera en la trasposición, y en este sentido debo reivindicar el enorme esfuerzo que el equipo de Economistas Asesores Financieros y el Consejo General de Economistas, con el apoyo decidido de su presidente, hizo para que así lo viera el poder legislativo. Sin embargo, los requisitos que se solicitan para el nombramiento de agente y la limitación del alcance de su representación son un impedimento para que se nombren muchos más. Sin embargo, y siendo positivo, es un primer paso para normalizar una situación discriminatoria que permite a las EAF crecer a coste variable, como muchas otras entidades de servicios financieros, y debemos dar más tiempo para que se consolide.
Los requisitos para nombrar agentes y la limitación de su representación son impedimentos para que se nombren muchos más»
– ¿Cree que veremos a corto o medio plazo la fusión de EAF para crear estructuras más grandes?
Sí, ya está sucediendo y es algo normal en cualquier sector. Más aún en los tiempos actuales, en los que la transformación de muchos negocios exige inversión para ser competitivo y se crean numerosas sinergias. Aunque la gestión de los egos, en una actividad que puede ser muy personalista, es un contratiempo importante para el éxito de muchas operaciones a largo plazo.
– ¿Cree que el inversor español está preparado para asumir el pago explícito de honorarios a su asesor financiero?
Sinceramente, creo que sí. No todavía de un modo masivo, pero los clientes, gracias a la información sobre costes implícitos, se han dado cuenta de que no era gratis el servicio que les prestaban muchos bancos y otras entidades, sino más bien un servicio caro y muchas veces de calidad cuestionable.
– ¿Qué papel considera que pueden desarrollar los asesores financieros para incrementar la cultura financiera de los españoles?
Los asesores financieros vocacionales tienen un espíritu innato de explicar y difundir conocimientos a sus clientes. Lo llevamos haciendo y vamos a seguir con esta labor, porque es mejor asesorar a un cliente que sabe, que entiende los beneficios y los riesgos de una determinada inversión y empatiza más con nuestra actividad. El Consejo de Economistas participa en las iniciativas de difusión de cultura financiera promovidas por el Gobierno y las instituciones públicas en España, por lo que no me cabe duda de que somos muchos los que pensamos que esta labor es fundamental y beneficiosa para el conjunto de la sociedad.