«Da la impresión de que quien reglamentó la EAFI no tenía interés en que tuviera recorrido»
Por Martin Huete
Como tantas cosas en la vida que se ponen de moda, últimamente estamos oyendo hablar mucho del término anglosajón “robo advisor” que no es sino la contracción entre “robo”, de robótica, y “advisor”, de asesor. Personalmente, es una denominación que me espanta, porque estamos en este país como para hablar de “robo”….y prefiero hablar de asesoramiento automatizado o gestión automatizada en función del modelo de negocio de que se trate.
El oligopolio que ahora tienen los bancos en el mundo del asesoramiento y la gestión de inversiones va a ser arrasado por un tsunami»
A pesar del intrusismo que domina en el mundo del asesoramiento en materia de inversiones −consecuencia de que antes no era una actividad regulada y también, por qué no decirlo, debido a que la CNMV no emplea el celo necesario en perseguir estas prácticas−, hay que recordar que solo están habilitados para ejercer el asesoramiento en materia de inversiones los agentes de las Entidades de Crédito y las ESI habilitadas para ello o bien directamente los empleados de estas entidades. Curiosamente, las EAFI que, dentro del mundo de las empresas de servicios de inversión (ESI), son las que tienen como actividad exclusiva dicho asesoramiento, son las únicas que no pueden tener agentes. A veces, uno tiene la impresión de que quien reglamentó la figura de la EAFI en España no tenía mucho interés en que realmente pudieran tener recorrido.
Aparte de la razón comentada anteriormente, existen otras por las que está costando que en España despegue la figura del asesoramiento independiente y son de sobra por todos conocidas: el paradigma que existe en España de que el asesoramiento es gratis, la escasa cultura financiera, la alta edad media de los inversores actuales y el terrible síndrome de Estocolmo Bancario.
No creo en la dicotomía entre asesor tradicional y asesor automatizado; son conceptos perfectamente compatibles»
Sin embargo, aunque no sabemos el cuándo, de lo que sí estamos absolutamente seguros que va a suceder, es que el entramado que tienen ahora los bancos en el mundo del asesoramiento y de la gestión de inversiones y su posición de oligopolio va a ser arrasado por un tsunami que va a cambiar radicalmente la foto actual; MiFID II, la revolución digital, la explosión de las Fintech y, dentro de ellas, el vertical de los “asesores/gestores automatizados”, el afianzamiento de las EAFI y, por último, el nuevo inversor van a ser catalizadores para impulsar un radical cambio en la industria de gestión de activos.
En este nuevo contexto, surgirán nuevos jugadores y se reforzaran los ya existentes , tanto digitales como más tradicionales, que tengan una concepción realmente de cliente y no de producto y que ofrezcan servicios de inversión de manera mucho más eficiente, amigable y transparente.
Yo no creo en la dicotomía asesor tradicional / asesor automatizado, creo que son dos conceptos perfectamente compatibles y que pueden llegar a acuerdos y colaboraciones entre ambos, tal y como estamos viendo que está sucediendo en USA, donde asesores/gestores automatizados que nacieron 100% “online” están llegando a acuerdos con redes de agentes financieros.