Cómo optimiza la factura fiscal de su cliente el asesor financiero
Decía el famoso economista John Maynard Keynes que “evitar los impuestos era el único esfuerzo intelectual que tiene recompensa”. Desde esa óptica, conseguir toda la ayuda profesional posible para realizar un adecuado desempeño fiscal es una tarea clave, en la que el asesor financiero puede también jugar un rol clave. Y es que además de su guía en la gestión de la cartera y del patrimonio, o del adecuado control de las emociones ante las turbulencias de los mercados, este especialista ofrece además su expertise al cliente para llevar a cabo una óptima tributación, habida cuenta de que tanto en su acreditación como en su formación continuada adquiere y actualiza competencias decisivas sobre esta materia.
Hasta dónde llega un asesor en materia fiscal
Josep Soler, consejero delegado de EFPA España, acostumbra a afirmar que “la función real, auténtica, de un asesor financiero nunca podrá ser exclusivamente digitalizada”. Entre otros cometidos, el sentido de esta sentencia cobra especial relevancia en el ámbito fiscal, ya que un asesor financiero ayuda al ahorrador a pagar solo lo justo, es decir, lo que legalmente le corresponde, a Hacienda.
A diferencia de lo que puede ocurrir con las inversiones, en las que su recomendación, además de basarse en parámetros objetivos (como, por ejemplo, a través de los análisis fundamentales) también contiene una parte subjetiva (en virtud del criterio y del conocimiento profesional del asesor), en el caso del pago de impuesto toda subjetividad desaparece en favor del conocimiento normativo tanto sobre qué tasas hay que pagar como en relación a todo aquello que sea posible desgravarse o diferir su pago.
A largo plazo es tan decisivo llevar a cabo una adecuada gestión de la fiscalidad que, de no efectuarse correctamente, puede acabar dando al traste con los objetivos vitales y financieros marcados en el largo plazo. Y es que la factura fiscal que se debe abonar cada año varía de modo sensible si se cuenta con el adecuado asesoramiento profesional para conocer de qué manera reducir el impacto en los ahorros de los pagos que se hayan de realizar.
Desde otra óptica, un asesor financiero acreditado, con conocimientos avanzados sobre fiscalidad, también debe recomendar o configurar la cartera de su cliente en base al impacto fiscal inmediato y futuro que tengan los productos financieros. Esto es especialmente importante en el diferimiento de impuestos que se establece en algunos productos de ahorro, como puede ser el caso de un plan de pensiones; en la realización de ciertas operaciones de cierta complejidad, como la novación de una hipoteca; a la hora de saber cuál es el modo óptimo para declarar el alquiler de un activo inmobiliario, como una vivienda o una plaza de garaje; o si se quiere reorientar parte o la totalidad del patrimonio, por ejemplo, llevando a cabo el traspaso de un fondo de inversión o de un plan de pensiones.
Además, por supuesto, este apoyo fiscal por parte del asesor financiero es especialmente sensible en las etapas últimas de la vida del ahorrador, sobre todo, durante su fase de desacumulación una vez abandonada la vida laboral. Dos ejemplos fundamentales tienen que ver, por un lado, con la manera que menor impacto fiscal tenga a la hora de rescatar sus productos de ahorro y disfrutar así de una vejez tranquila y sin sobresaltos; y por el otro, con el modo adecuado para preparar su sucesión y legar sus bienes sin que sus herederos sufran un castigo fiscal que pueda poner en riesgo su propia solvencia económica.
En cualquier de estas circunstancias, un asesor financiero profesional se sienta con el cliente, escucha sus inquietudes y sus deseos tanto actuales como a largo plazo. En virtud de ello, construye y planifica la gestión de su patrimonio teniendo en cuenta diversos factores, como la etapa vital del ahorrador, sus necesidades o los ingresos mensuales que puede destinar a dotar de liquidez a la cartera. También, por supuesto, el impacto fiscal que tendrá la administración de todos estos productos y de qué modo poder rebajar la factura de lo que se paga Hacienda para que la rentabilidad no se vea seriamente afectada, evitando de este modo cualquier problema añadido para el cliente.
El valor que aporta un asesor en la declaración de la Renta
Cada año, la presentación de la declaración de la Renta supone un quebradero de cabeza para muchos ahorradores, en especial para colectivos como los autónomos o los tenedores de activos inmobiliarios arrendados. En este contexto, como aclara Miguel Ángel Cicuéndez, vicepresidente de Aseafi y socio de Consulae, un asesor brinda un servicio muy cualitativo, “tratando de explicar al cliente cómo rellenar ciertos epígrafes o dónde situar cada producto, en especial, en relación a cuestiones como la compraventa de acciones o qué hacer con los planes de pensiones”. Cabe recordar que tras la última modificación normativa, las aportaciones que se hagan a los planes de pensiones individuales permiten desgravar hasta 1.500 euros al año, por lo que el contribuyente reduce su base imponible. Asimismo, a la hora de recuperarlo, lo más aconsejable es hacerlo en forma de renta para evitar escalar en los tramos del IRPF, pues esos fondos se consideran rendimientos de trabajo.
En esta línea, otros especialistas, como Ernesto Getino, fundador y director general de Getino Finanzas, subraya “el valor que aporta el asesor para conseguir una alta optimización fiscal en sus clientes, ya sea obteniendo una presión fiscal menor, o un diferimiento en el pago de sus impuestos, lo que le proporciona un mayor rendimiento financiero de sus inversiones”. Algo que complementa Raúl Aznar, director de Aznar Patrimonio, indicando que “la rentabilidad de una cartera no solo viene de los ingresos, sino también por la reducción de gastos”.
Es decir, que la ayuda de un asesor financiero en materia fiscal no es solo una cuestión de rebajar el pago a Hacienda sino que tiene una influencia directa en la rentabilidad presente y futura de la cartera. Algo fundamental para dotar de mayor seguridad a la gestión de las inversiones y que subraya la importancia clave de contar con el apoyo de un profesional acreditado para tener las mayores posibilidades de éxito en la consecución de los objetivos vitales a largo plazo que se han marcado.