Charles Walsh (Mirabaud): «Oportunidades de inversión en el continente asiático»
Por Charles Walsh, gestor de renta variable global de mercados emergentes en Mirabaud Asset Management
El motor del crecimiento en Asia sigue siendo China. Los problemas en la cadena de suministro mundial, las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania, así como los confinamientos por Covid, sobre todo en Shanghái han afectado a su crecimiento económico en 2022. No obstante, su presión inflacionista es menor en comparación con Occidente y es la única economía importante que está flexibilizando su política, tanto monetaria como fiscal.
La política general de China se había vuelto más expansiva incluso antes de que el conflicto entre Rusia y Ucrania y sus nuevos cierres por Covid afectaran al crecimiento este año. Este viraje se ha acentuado ahora, para contrarrestar los efectos de los acontecimientos del primer semestre de 2022. Entre los cambios destaca la reducción de los tipos de interés básicos, la rebaja de los coeficientes de reserva de sus bancos comerciales y su decisión de animar a las administraciones locales a que obtengan la totalidad de la financiación para proyectos de infraestructuras.
Asimismo, se han puesto en marcha medidas centradas en apoyar a áreas clave como la vivienda y el consumo. A pesar de todo ello, parece improbable que el gigante asiático logre alcanzar su objetivo de crecimiento del PIB real, -del 5,5% este año-, sin nuevas medidas de estímulo. Esperamos que desde el ámbito político se apoyen medidas para cumplir ese objetivo de crecimiento, sobre todo teniendo en cuenta que en noviembre el Partido Comunista celebrará su 20º Congreso Nacional, en el que se espera que el presidente Xi opte a un histórico tercer mandato.
En relación a la pandemia, China también ha realizado una sutil (pero importante) revisión de su
criticado enfoque de Covid cero, con el paso de «Covid cero» a «Covid cero en la comunidad». Desde este nuevo prisma – más cercano a la estrategia occidental – se entiende que las infecciones se tolerarán siempre que los infectados estén en aislamiento.
No olvidemos que la experiencia de China en cómo gestionar los cierres era mínima, no había bloqueos en el país por Covid desde las breves restricciones de Wuhan en el primer trimestre de 2020. El cierre de Shanghái sirvió a las autoridades para aprender cómo recuperar gradualmente la economía antes de que se suavizaran totalmente los cierres. Por todo ello, esperamos que cualquier cierre futuro tenga un impacto mucho menor en la actividad.
China suaviza su normativa
China ha hecho declaraciones alentadoras respecto a la adopción de regulaciones que sirvan de apoyo a las empresas. Estos movimientos podrían convertir la regulación en un viento a favor para las empresas chinas, un cambio notable teniendo en cuenta las medidas reguladoras que experimentaron muchos sectores durante 2021.
Los reguladores estadounidenses y chinos también están avanzando en la búsqueda de una solución que permita que los American Depository Receipts (ADR) chinos sigan cotizando en Estados Unidos. La cuestión de los ADR y la posible exclusión de la cotización de las acciones chinas en EE.UU. han supuesto un importante obstáculo para las acciones y las plataformas online en particular.
Esperamos que una resolución sea muy positiva para el clima general. Las iniciativas inmobiliarias también han sido un área de interés para Pekín. Entre ellas se encuentra facilitar la obtención de préstamos hipotecarios, reducir la cuota inicial mínima para la compra de viviendas y fomentar los préstamos bancarios a los promotores. El sector inmobiliario es un factor clave del PIB chino, por lo que esperamos más apoyo para alcanzar el objetivo de crecimiento de este año.
Se ha producido una fuerte venta de acciones chinas, especialmente las vinculadas al consumo, provocada por los confinamientos – que coincidieron con el conflicto Rusia-Ucrania – y las interrupciones del suministro. Desde nuestro punto de vista, es una gran oportunidad para un rebote. Las medidas implementadas para estimular la economía tras los cierres confirman que el gasto de los consumidores se reconoce es muy relevante para impulsar un repunte del crecimiento.
La aceleración de la tendencia a la localización se posiciona como otro aspecto positivo. Muchos países, como China, están apostando por la autosuficiencia nacional, sobre todo tras los acontecimientos de los últimos años. Las interrupciones en la cadena de suministro de este año han ayudado a las empresas locales (como la empresa china de automatización, Estun) a aumentar su cuota de mercado nacional, ya que los proveedores internacionales tienen problemas con los retrasos en el suministro.
Por otro lado, la economía China también puede verse afectada por la posibilidad de que se eliminen los aranceles comerciales de la era Trump, en parte debido a los actuales problemas de inflación que se están experimentando. EE. UU. está considerando la posibilidad de eliminar estos aranceles a las importaciones de China y, si se eliminan, se ha estimado que esto podría reducir la inflación de EE.UU. hasta en un 1%.
Sudeste asiático: en la vía de recuperación
La región se encuentra en proceso de recuperación de su actividad económica. Los países del sudeste asiático están empezando a experimentar una recuperación económica similar a la observada en los mercados desarrollados durante 2021. Un retraso que se debe a una campaña de vacunación más tardía que en otra regiones. Además, la situación económica mundial está creando fuertes beneficios para los productores de materias primas. La prolongada fortaleza del precio de las materias primas, como el petróleo, el gas, el aceite de palma, el níquel, el mineral de hierro, etc., ha sido positiva para algunos países asiáticos, como Malasia e Indonesia. Esta fortaleza también ha contribuido a reducir la tradicional sensibilidad (impacto negativo) de las monedas del sudeste asiático a un dólar estadounidense más fuerte.
India: las condiciones económicas se mantienen en positivo
El crecimiento rural en la India se recupera. Los agricultores están viendo como aumentan sus ingresos gracias a la buena cosecha de invierno del año pasado y los altos precios actuales de los alimentos. Además, los proyectos de infraestructura del gobierno se están recuperando, lo que apoya a las comunidades rurales, donde los agricultores suelen utilizar su maquinaria y tractores para contratar proyectos.
A pesar de las recientes subidas de los tipos de interés, la demanda de vivienda es fuerte. Los tipos hipotecarios siguen siendo bajos en términos históricos. Hay una oportunidad estructural a largo plazo en este ámbito, debido al bajo nivel de propiedad de la vivienda y de penetración de las hipotecas, combinado con los cambios en los patrones de los hogares. La asequibilidad está cerca de los mínimos de la década y las recientes reformas estructurales para los promotores han hecho que la compra de una vivienda sea más transparente y con mayores protecciones para el consumidor.
Por otro lado, aunque Occidente mantiene sus sanciones a Rusia, los datos anecdóticos apuntan a una aceleración de las compras de energía rusa por parte de la India, presuntamente para aprovechar los grandes descuentos.
Taiwán y Corea: el sector tecnológico ofrece grandes oportunidades
La depreciación experimentada por los sectores tecnológicos taiwanés y coreano que comenzó en 2021 ha continuado durante la primera mitad de 2022. Esto ocurre a pesar de que muchas empresas líderes superan sistemáticamente las expectativas de beneficios y elevan sus previsiones en cada publicación de resultados. Como resultado, muchas empresas tecnológicas de calidad están cotizando en mínimos de valoración de varios años. La actual relación riesgo/recompensa es posiblemente favorable.
En resumen, Asia sigue cotizando con un importante descuento con respecto a los mercados desarrollados y ha visto caídas en los beneficios por acción hasta 2022, en contraste con las mejoras en EE.UU. Empezamos a observar datos sorprendentes en cuanto a beneficios en áreas clave como las plataformas online chinas y la postura reguladora más acomodaticia y las medidas de apoyo adoptadas por China parecen ser vientos de cola positivos. En consecuencia, creemos que nos encontramos en un punto de inflexión al alza para los beneficios, lo que, combinado con la mejora de los fundamentos antes mencionados, debería sentar las bases para un sólido segundo semestre de 2022.