Capital Group: ¿Es la caída del dólar un indicio de lo que está por venir?
Por Jens Søndergaard, analista de Capital Group
Es posible que, tras una década de crecimiento, el dólar estadounidense se encuentre ante un punto de inflexión. Los tipos de interés en mínimos, el incremento de la deuda pública y un contexto económico confuso provocaron que en 2020 alcanzase su cotización más baja en muchos años. Aunque determinar con exactitud el comienzo del ciclo de una divisa puede resultar complejo, de mantenerse esta tendencia podría suponer el comienzo de un mercado bajista para el dólar. Sin embargo, Jens Søndergaard, analista de divisas de Capital Group, se muestra cauto y asegura que este cambio podría tardar algún tiempo en producirse. «Creo que el dólar está sobrevalorado, pero para que se produzca un verdadero mercado bajista necesitamos evidencias de que se está afianzando el crecimiento fuera de Estados Unidos».
A corto plazo esto dependerá en gran medida de cómo se comporte el virus y de la rapidez con la que se autorice y se administre una vacuna en todo el mundo. «En cuanto despegue el crecimiento y nos hayamos recuperado en condiciones de la pandemia, creo que es muy probable que veamos cómo el dólar se debilita todavía más», añade. En este contexto, puede que sea un buen momento para que los inversores diversifiquen parte de su exposición en otras divisas. Esto se puede hacer a través de una estrategia de renta fija básica mundial gestionada activamente, o a través de la inversión en clases de activo con cobertura. Para los inversores que pretendan mejorar la generación de rentas de su cartera, la asignación a deuda de mercados emergentes también puede ser una opción atractiva durante los ciclos de debilidad del dólar. Históricamente, esta clase de activo, incluidas las divisas emergentes, han registrado, en general, buenos resultados durante los mercados bajistas del dólar.
La energía renovable ilumina el mundo
Por otro lado, desde Capital Group han realizado el siguiente análisis sobre energías renovables:
La energía renovable no es solo un montón de aire caliente. La transición hacia las fuentes de energía verde va cobrando fuerza conforme los servicios tradicionales de electricidad y gas comienzan a depender en menor medida de la energía basada en el carbono y más de la energía eólica y solar. «Nos encontramos en las primeras etapas del proceso de transición hacia la electrificación de la red y la energía verde, y son varios los factores que pueden impulsar el crecimiento en los próximos años», señala Noriko Chen, gestora de renta variable. «Algunas compañías tradicionales de servicios de electricidad y gas están alcanzando un punto de inflexión en el que comienzan a ser reconocidas más como compañías de crecimiento que como simples generadores de electricidad u operadores de red de la vieja economía». China ha anunciado recientemente su intención de reducir a cero sus emisiones netas de dióxido de carbono de aquí a 2060.
Son varios los factores que podrían llevar a una edad de oro de las energías renovables. Entre ellos destacan la disminución de los costes, gracias a los avances en automatización, la eficiencia y productividad basadas en la inteligencia artificial, la reducción de los costes de energía y la mayor eficacia de almacenamiento. La transición hacia las energías renovables es más pronunciada entre las compañías europeas del sector, como Enel en Italia, E.ON en Alemania y Ørsted en Dinamarca. Sus respectivos gobiernos han establecido elevados objetivos de descarbonización y creado incentivos para nuevas inversiones, no solo en redes de electricidad e infraestructura, sino también en almacenamiento de baterías y otras tecnologías que podrían acelerar la demanda. «Tal y como hemos podido comprobar con la energía eólica y solar, conforme nos acercamos al equilibrio económico se invierte más en el sector», señala Chen. «Estamos muy atentos a los puntos de inflexión de otras energías renovables, como el hidrógeno verde».
Las compañías europeas de electricidad y gas han alcanzado un punto de inflexión en capacidad de energía renovable