BNP Paribas AM: “Por primera vez, habrá un modo de medir y monitorizar las inversiones sostenibles”
A continuación, se ofrece la segunda parte de la entrevista que elAsesorFinanciero.com realizó a Helena Viñes, directora adjunta de Sostenibilidad de BNP Paribas Asset Management, con motivo de la presentación del informe definitivo sobre taxonomía en el entorno europeo que hizo público el Grupo de Expertos en Finanzas Sostenibles hace unos días.
Pregunta: ¿Cómo van a evolucionar los bonos verdes en los próximos años?
Respuesta: Existe una gran demanda de bonos verdes; de hecho, ya hemos detectado que, incluso existe una prima porque los inversores compran y mantienen esa inversión, no quieren volver a ponerla en negociación. La taxonomía es solo una pieza de todo lo que es el gran puzzle de lo que está cambiando. En el próximo plan va a haber incentivos para este tipo de productos. Muy pronto, habrá que preguntar por ley las preferencias en temas de sostenibilidad al inversor final. Es decir, que en el futuro prevemos que todavía habrá una demanda mayor de este tipo de productos, y ahí la taxonomía tiene mucha importancia porque me ayuda a medir cómo de sostenible es un producto o una empresa. Por primera vez vamos a tener de un modo tangible y medible cómo es la sostenibilidad de un producto, es decir, que vamos a poder monitorear las inversiones sostenibles.
P: Tengo entendido que, a partir de ahora, si los asesores financieros tienen en cuenta los factores de sostenibilidad, tendrán que explicar la forma en la que se hace, así como los efectos que causarán en los rendimientos futuros. ¿Cómo han previsto que esto pueda lograrse con éxito?
R: Este ámbito en realidad no formaba parte de nuestro grupo de trabajo pero creo que es un reto que tiene por delante la Comisión Europea. Creo que una de las grandes lecciones que hemos aprendido en este proceso es darse cuenta de que en la legislación el carruaje va por delante de los caballos. Es decir, que primero se desarrolla la ley con la intención de hacia dónde queremos llegar y luego ya se pensará cómo hacemos para alcanzar ese punto. La intención de la Comisión es poner la obligación encima de la mesa y el tiempo que va a ser más flexible para exigir que se responda de forma rigurosa a los nuevos criterios. La reglamentación de información no financiera para los inversores es un punto clave de hacia dónde vamos, así como la elaboración del benchmark; todo ello requiere verdadero conocimiento en relación a los estándares técnicos, que tienen que salir de la mano de los supervisores europeos pero que todavía están en fase de desarrollo. Hoy por hoy, no hay un programa específico relacionado con los asesores y las consecuencias de los factores de sostenibilidad, pero en la nueva estrategia prevista por parte de la Comisión todo lo que tenga que ver con formación y divulgación tendrá que estar presente. En España, es la vicepresidenta de la CNMV la encargada de todos estos temas y está liderando un grupo de trabajo de IOSCO sobre este tema, aunque, en general, creo que a todos los supervisores europeos les queda mucho camino por recorrer en esta materia.
P: ¿Qué podemos esperar de la Plataforma de Finanzas Sostenibles?
R: Creo que la futura Plataforma de Finanzas Sostenibles podría ser algo así como una agencia perfectamente situada para hacer de asesor a los supervisores pero, también, a los inversores y a las empresas, sobre todo para Pymes. En paralelo, la Comisión tiene que trabajar todo el tema de la información y la divulgación. Creo que la Plataforma debe ser el punto de referencia futuro para estos temas porque la Comisión tiene un rol mucho más regulatorio, algo similar a lo que ocurre en Sanidad con la Agencia del Medicamento. Si se pretende abarcar la totalidad del mercado se necesita una agencia europea, si dejamos estas materias en manos de cada país el desarrollar cada uno sus propios cuerpos, el resultado sería más ineficiente.
P: ¿Cómo les afectará específicamente a las agencias de calificación la inclusión de los criterios ESG?
R: Estamos ahora mismo en un punto parecido a cuándo se empezó a construir la locomotora, donde no había reglas de circulación y cada país intentaba imponer su ancho de vías. Al final, terminó por imponerse un determinado criterio. Ahora es lo que está ocurriendo con la financiación verde y sostenible. Las agencias de rating tienen por un lado mucho que ganar porque hay muchos inversores que van a tener que empezar a integrar los temas ASG, pero, a la vez, se presentan dos temas muy importantes sobre la mesa: transparencia (accountability) en la rendición de cuentas, porque algunas de estas empresas son ciertamente opacas. Ahora, los analistas e inversores tendrán que conocer ciertos datos sobre ellas para poder establecer su calificación de sostenibilidad. El otro tema es de competencia, ya que estamos viviendo en este mercado un proceso de concentración masiva que tiene una intersección muy importante con el mercado de índices, con cuatro grandes actores que prácticamente lo monopolizan. Existe en este sentido interrogantes sobre temas de costes, el impacto final en los ahorros de los ciudadanos y, por supuesto, hasta qué punto queremos que unas cuantas agencias que, además, no son europeas, sean quienes rijan cuál debe ser el rating de cualquier compañía. Además, en Europa hay que sumarle un problema añadido, que es el de los datos, donde se está trabajando para mejorar la calidad y la disponibilidad de datos y su acceso. Creo que aquí también habría que trabajar por crear una Agencia Europea de Datos.