BNP Paribas AM: La renta fija está de vuelta
Ante el periodo de tipos de interés extremadamente reducidos al que llevábamos asistiendo desde 2007, los inversores jóvenes han crecido con una cultura de inversión centrada en la renta variable y, particularmente, en las empresas tecnológicas.
Muchos de los participantes en el mercado, y en especial los inversores más jóvenes, han aplicado estrategias agresivas de renta variable durante todo este periodo. El sector de los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) también siguió la tendencia, ofreciendo soluciones innovadoras centradas en la renta variable. En el universo de los ETF, la gama de fondos de renta variable ha tendido a superar a la de renta fija.
A lo largo de 2023, hemos asistido al principio de lo que esperamos que sea el retorno de la renta fija al lugar que le corresponde. Pero aún no hemos visto nada.
A principios de año, se habló mucho de que 2023 sería el año de la renta fija. Visto en retrospectiva, era demasiado pronto para saberlo. Los bancos centrales aún tenían que avanzar en el control de la elevada inflación y los mercados financieros aún descontaban un nuevo paradigma de endurecimiento cuantitativo que viniera a sustituir al proceso previo de expansión cuantitativa. Este nuevo escenario ya está en marcha y la renta fija ha vuelto a cobrar protagonismo.
ETF: una herramienta esencial para los inversores en renta fija
En nuestra opinión, la inversión indexada permite materializar el amplio y a menudo fragmentado universo de inversión en renta fija en una exposición más estandarizada, lo que ofrece a los inversores acceso a aquellos perfiles de riesgo y segmentos de renta fija que se ajustan a sus objetivos estratégicos de asignación de activos. Este aspecto resulta particularmente importante, ya que los mercados de renta fija ajustan sus precios y evolucionan según van marcando los fundamentales del mercado, más que los de los bancos centrales.
Según nuestros datos, las entradas de capital que han registrado los ETF en 2023 hasta el mes de octubre se han dividido prácticamente a partes iguales entre la renta fija y la renta variable, con la creación de casi 400 nuevos ETF de renta fija en todo el mundo en 2022-2023, 68 de ellos en Europa. Durante el mismo periodo, el número de nuevos ETF de renta fija que integraban criterios de sostenibilidad fue de 59 en todo el mundo y de 34 en Europa.
En nuestra opinión, la expansión y la innovación en el ámbito de los ETF de renta fija seguirán creciendo gracias al doble impulso que le ofrecen la recuperación de la clase de activo ante el mayor interés de los clientes en los productos de tipos de interés y la importante tendencia de crecimiento e innovación del sector de los ETF a escala mundial.
Es el momento de que los inversores en ETF consideren la renta fija
Durante el tercer trimestre de 2023 y hasta finales de octubre, los mercados financieros han registrado un incesante aumento del rendimiento de los títulos de deuda pública estadounidense y alemana a diez años o más. El rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años, determinante para la valoración de los activos del sistema financiero, subió del 3,80% registrado a principios del verano al 5%. Se trata del nivel de rendimiento más elevado desde 2007.
Este aumento del rendimiento de la deuda a largo plazo se ha producido tras el endurecimiento sin precedentes de la política monetaria que han puesto en marcha la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) en su intento de frenar la inflación galopante que se ha registrado tras la pandemia.
Desde la primavera de 2022, la Reserva Federal y el BCE han subido los tipos de interés en 525 y 450 puntos básicos respectivamente. De momento, han interrumpido las subidas de tipos. Sin embargo, tras haber sufrido la fuerte escalada de la inflación, no parecen dispuestos a bajar la guardia y comenzar a recortar los tipos de interés hasta que hayan controlado del todo las subidas de precios. Los bancos centrales se muestran partidarios de mantener los tipos en niveles elevados durante más tiempo.
Los mercados de renta fija vuelven a la normalidad
Desde la primavera de 2022, los inversores han asistido a un fuerte y brusco reinicio del mercado global de renta fija, que nos ha llevado a un nivel de tipos de interés que era el habitual antes de la crisis financiera mundial de 2007 y 2008.
Si bien es cierto que el ritmo de aumento de los rendimientos de los bonos resulta sorprendente en términos históricos, el nivel alcanzado no lo es. Por el contrario, durante la mayor parte del siglo XX, un rendimiento del 4,5% de los títulos del Tesoro estadounidense a diez años era considerado algo normal, e incluso favorable. Lo que resulta realmente extraño, desde una perspectiva a largo plazo, no es que los rendimientos estén aumentando, sino que hayan estado en un nivel tan bajo durante los últimos diez años.
¿Sobrerreacción de los rendimientos?
Dado el nivel actual de rendimiento de los bonos, somos de la opinión de que estamos ante una sobrerreacción de los rendimientos, lo que hace que los títulos de renta fija resulten potencialmente atractivos, tras la excepcional venta generalizada que se ha producido en el mercado.
Una de las tendencias más llamativas (y sorprendentes) que hemos visto en el tercer trimestre de 2023 ha sido el notable aumento del rendimiento real en Estados Unidos. El gráfico 2 muestra el fuerte incremento que ha registrado el rendimiento de los títulos a cinco, diez y treinta años desde que la Reserva Federal comenzó a subir los tipos en marzo de 2022, así como en un contexto histórico más amplio.
En nuestra opinión, el excesivo aumento del rendimiento real y nominal de los títulos del Tesoro estadounidense se debe a una combinación de factores, entre los que se encuentran los siguientes:
- El crecimiento de la economía estadounidense continúa sorprendiendo al alza.
- El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal apunta a un entorno de tipos elevados durante más tiempo del previsto inicialmente, así como a una reducción del riesgo de recesión en Estados Unidos.
- Existe cierta preocupación por unos déficits fiscales superiores a lo esperado, lo que se traduce en un aumento de la oferta de títulos del Tesoro a más largo plazo, tal y como recoge el anuncio trimestral del Tesoro estadounidense publicado en julio (el anuncio publicado el 30 de octubre resultó más tranquilizador).
- Se mantiene el proceso de endurecimiento cuantitativo.
- Los gestores de activos que se habían posicionado para una recesión en Estados Unidos en 2023 mantienen un posicionamiento sobreponderado en duración.
En nuestra opinión, se dan las condiciones para que el rendimiento alcance su nivel máximo. El efecto del endurecimiento monetario debería comenzar ya a sentirse, ralentizando las economías europea y estadounidense y favoreciendo el traslado de flujos desde otras clases de activo hacia la deuda pública. Es posible que se haga necesario un periodo de consolidación junto a una reducción de la volatilidad, pero el nivel absoluto de las valoraciones ofrece, en nuestra opinión, unos niveles de entrada atractivos.
Nuestra opinión sobre la deuda de la eurozona
El fuerte aumento de los rendimientos de la deuda soberana de la eurozona nos parece especialmente difícil de justificar. La economía de la región podría experimentar una leve recesión en 2023 y, según nuestras previsiones, apenas crecerá en 2024. Algún otro factor externo podría llevar a la eurozona a una recesión más profunda. Europa ha realizado subidas de tipos similares a las de Estados Unidos, y ha registrado un mayor aumento de los precios de la energía, pero sin las medidas masivas de estímulo fiscal que devolvieron el impulso a la economía estadounidense.
A pesar de que las perspectivas de crecimiento de ambas economías son muy diferentes, el rendimiento del bono alemán a diez años ha aumentado hasta situarse próximo al 3%. En nuestra opinión, los inversores han reaccionado de forma exagerada a la posibilidad de que la inflación se mantenga en niveles elevados. Los datos recientes señalan que la tasa de inflación de la eurozona podría desacelerarse con más rapidez que en Estados Unidos. En otras palabras: parece evidente que hemos dejado atrás el nivel máximo de inflación de la eurozona. Consideramos que existe el riesgo de que la BCE opte por una línea dura y mantenga los tipos en niveles elevados, agravando así los riesgos bajistas.
Integración de los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno en los ETF de renta fija
La creciente granularidad de los ETF permite a los inversores en el ámbito ESG redefinir su exposición deseada a los mercados y entender los factores que generan riesgo y rentabilidad. Estos fondos permiten que los inversores tomen el control de sus inversiones en renta fija y que se aseguren de reflejar los criterios ESG a los que desean tener exposición.
En BNP Paribas Asset Management, incorporamos un marco destinado a integrar los criterios ESG en nuestro proceso de inversión para la inversión indexada. Buscamos que los índices se ajusten lo máximo posible a nuestros códigos deontológicos, y trabajamos con los proveedores de índices para adaptar la metodología en aquellos casos en los que encontramos discrepancias sustanciales.
Los proveedores de índices de nuestros ETF de renta fija incorporan calificaciones ESG propias que calculan utilizando información procedente de los principales proveedores de datos, correspondiente a más de 170 emisores de deuda soberana y 6.800 emisores de deuda cuasi soberana y corporativa. La calificación suele medir el rendimiento ESG del emisor en cuestión y determinar posteriormente su ponderación en el índice de referencia.
Los proveedores de índices aplican filtros negativos a aquellos emisores que participan en actividades relacionadas con el carbón térmico, las arenas petrolíferas, las armas y el tabaco, así como a los que incumplen el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. La metodología puede asignar una exposición sobreponderada a los bonos verdes para incentivar la financiación sostenible que vaya en línea con las soluciones de cambio climático.
Por último, aunque no por ello menos importante, el centro de sostenibilidad especializado de BNP Paribas Asset Management lidera la labor de análisis ESG de todos nuestros equipos de inversión. Nuestro equipo de gestión responsable goza de un gran reconocimiento por su compromiso y labor de diálogo. En lo que respecta a nuestras inversiones en renta fija, pensamos que el volumen de nuestras posiciones en deuda corporativa nos permite influir en las empresas en las que invertimos. Entablamos un diálogo con los emisores para animarles a mejorar sus prácticas de sostenibilidad, para más adelante comprobar los avances realizados y decidir si se adecuan a nuestras políticas ESG.
A medida que la normativa va evolucionando, podría ir dando un nuevo impulso a la inversión sostenible al identificar con gran precisión los principales efectos adversos sobre los factores de sostenibilidad. En nuestra opinión, se trata de una oportunidad para aprovechar nuestro profundo conocimiento de estas nuevas exigencias relacionadas con la sostenibilidad y para innovar con una oferta completamente nueva de ETF de renta fija, con lanzamiento en 2024, que aplicarán nuestra competencia en el ámbito ESG a un amplio universo de bonos no incluidos en dicho ámbito.
Conclusión
Pensamos que los inversores van a aumentar en 2024 su asignación de activos de renta fija a través de la inversión indexada. Este tipo de inversión permite a los inversores posicionarse rápida y eficazmente en aquellos segmentos del mercado de renta fija en los que ven oportunidades al tiempo que tienen en cuenta sus objetivos ESG.
Al materializar el amplio, pero fragmentado, mercado de renta fija global en exposiciones estandarizadas y eficientes, los ETF permiten simplificar en gran medida la construcción y la ejecución de las asignaciones de renta fija. Prevemos una ampliación de la gama de índices de renta fija, fondos indexados y ETF que permitirán a una nueva generación de inversores asignar sus activos de forma precisa y flexible, incluyendo al mismo tiempo criterios ESG. El resultado facilitará asignaciones y movimientos personalizados y ágiles entre segmentos, con el margen suficiente para aprovechar de manera eficiente las oportunidades que vayan surgiendo a medida que evolucione el entorno macroeconómico y los fundamentales del mercado se reafirmen.
Los ETF permiten aplicar una estrategia de renta fija a todos los sectores del universo de inversión de manera rápida y rentable. Por todas estas razones, pensamos que la inversión indexada en renta fija continuará creciendo, reafirmando su papel como un elemento esencial de las carteras de inversión.