BNP Paribas AM: Activos de mercados privados, fuente de financiación cada vez más establecida
Por el equipo de BNP Paribas Asset Management
Los activos de mercados privados han transformado el paisaje inversor en los 14 años transcurridos desde la crisis financiera global.
Las últimas cifras muestran que hoy en día hay casi $10 billones invertidos en los mercados privados, que se están convirtiendo en una clase de activo global y cada vez más diversa.
En este informe analizamos en profundidad los motores de este extraordinario crecimiento. También examinamos la gama de inversiones disponibles, concentrándonos en cómo el sector de la deuda no cotizada está permitiendo a una base cada vez más amplia de clientes institucionales abordar los retos de inversión de una nueva década.
Los mercados privados y las inversiones en deuda privada parecen destinados a desempeñar un papel cada vez más importante dentro de las estrategias de asignación de activos de los inversores institucionales en los próximos años. Esto está respaldado por una dinámica de empujar/jalar. Por un lado, las empresas están cada vez más dispuestas a confiar en flujos de préstamos más flexibles e innovadores; por otro, una gama más amplia de inversores busca opciones de inversión más diversas, especialmente aquellas que presentan perfiles atractivos de riesgo-rendimiento.
El mercado ha madurado hasta un punto en el que la gama de soluciones de inversión satisface los requisitos individuales de cada inversor, independientemente del rendimiento objetivo, para que las carteras sean más resistentes a los diferentes ciclos económicos.
Estos cambios fundamentales del mercado se superponen con una mayor conciencia del papel vital que puede desempeñar la gestión de activos en la transición hacia una economía con menos emisiones de carbono. Limitar el alcance del cambio climático es un imperativo para el sector de servicios financieros en su conjunto, si se quiere mantener al mínimo los riesgos financieros que conlleva. La creciente toma de conciencia de este hecho contundente seguramente hará que los mercados privados sean cada vez más atractivos para los inversores en los próximos años.
Aunque la deuda privada es una clase de activo relativamente nueva, es probable que sea una parte cada vez más importante de las carteras institucionales en los próximos años.
Los inversores se están volviendo cada vez más sofisticados y quieren estrategias que les ayuden a cumplir una variedad de diferentes objetivos financieros y ESG. El desafío en el futuro será que los inversores obtengan las oportunidades óptimas que satisfagan estos objetivos de inversión y ESG. Esto requerirá asociaciones efectivas con administradores de activos con redes profundas y una sólida comprensión de sus entornos y regiones locales.
Esta no es solo una clase de activo que llegó para quedarse; es una clase de activos que continúa adaptándose, desarrollándose y prosperando para satisfacer la gama completa de demandas de inversión complejas del mercado actual.