AXA IM advierte sobre el riesgo del paro tras la recesión en la economía alemana
Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers, analiza los últimos datos de la economía alemana. El experto señala que “aunque Alemania esté en recesión en el sentido europeo de la palabra, es probable que no satisfaga –todavía– los criterios que el NBER establece en Estados Unidos para declarar una recesión. Falta un ingrediente clave: un debilitamiento mucho más tangible del mercado laboral, materializado en un aumento del desempleo, y se podría perdonar a la opinión pública alemana que ignore los datos del PIB”, y añade que “es precisamente cierta conciencia del deterioro de la economía lo que sería bienvenido en las actuales circunstancias para domar las negociaciones salariales y convencer a los sindicatos de que retomen su viejo enfoque de ‘primero el empleo, luego el salario’, contribuyendo así a que la inflación vuelva a acercarse al objetivo del BCE”.
Sin embargo, Moëc advierte de que “puede que no estemos tan lejos del punto de inflexión. Con un PIB en retroceso desde hace un año en el primer trimestre, la tasa de desempleo podría no estar lejos de volver a aumentar, aunque sea a partir de su nivel actual extraordinariamente bajo (2,9% según el concepto conforme a la OIT)”.
“Es posible –analiza Moëc– que Alemania se haya visto especialmente perjudicada por las perturbaciones de la oferta que afectaron a algunas de sus industrias tradicionalmente fuertes, como la fabricación de automóviles. El número de turismos exportados apenas ha alcanzado los niveles registrados a finales de 2019, que ya eran bajos en términos históricos. Más allá de las interrupciones en la línea de suministro –por ejemplo, problemas para conseguir suficientes semiconductores–, las dificultades para hacer frente a los nuevos competidores locales –por ejemplo, los fabricantes de automóviles chinos en el segmento de los vehículos eléctricos– son motivo de preocupación a medio plazo”.