Asia: ¿desacoplamiento monetario?
Por Christiaan Tuntono, senior Economist Asia Pacific de Allianz GI
Los bancos centrales de la región asiática no tardarán en desligarse del ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal estadounidense (Fed), dadas las diferencias en las condiciones macroeconómicas entre ambas regiones.
Con respecto a Estados Unidos, esperamos que la Fed mantenga los tipos de interés «más altos durante más tiempo» para hacer frente a la inflación subyacente, impulsada por el aumento de la masa monetaria, el excesivo estímulo fiscal aplicado para mitigar los efectos de la pandemia y la escasez estructural de oferta de mano de obra.
Pero, a diferencia de EE.UU., es probable que la mayoría de las economías asiáticas registren un crecimiento más débil, una desinflación más acelerada y un aumento de los tipos de interés reales en el futuro. Por ello, los bancos centrales asiáticos podrían tomar un camino diferente al de la Fed, interrumpiendo las subidas de los tipos y comenzando a recortarlos para suavizar la situación monetaria.
1. Crecimiento más débil
El debilitamiento del crecimiento global está afectando a la demanda exterior de Asia. Además, la débil recuperación del consumo tras la crisis de los cohetes está mermando la demanda interna de la región. Asimismo, el descenso de los tipos nominales podría ayudar a impulsar el crecimiento de los créditos domésticos y debilitar las divisas locales.
2. Desinflación más rápida
Durante la Covid-19, Asia no aplicó un estímulo excesivo de medidas fiscales y monetarias, lo que explica por qué la inflación subyacente se ha mantenido moderada, ya que su reciente repunte ha estado impulsado, generalmente, por el lado de la oferta. Además, la mayoría de los mercados laborales de Asia siguen mostrando solidez y no presentan las mismas tensiones estructurales que en EE.UU.
3. Tipos reales al alza
A medida que avance la desinflación, los tipos reales subirán. Esto podría provocar que los bancos centrales asiáticos adelantaran los recortes de los tipos para contener la subida de los tipos reales hasta niveles más restrictivos. Esto podría haber llevado al Banco de Japón a mantener una actitud moderada, ante la preocupación de que una prolongación de la curva de tipos pueda elevar los tipos reales de forma prematura.
De este modo, unas condiciones monetarias más favorables en Asia contribuirán a apoyar el crecimiento, especialmente en el sector interno de las distintas economías. Por ello, esperamos que las economías orientadas a la exportación, como China, Japón, India e Indonesia, sean las más beneficiadas. Por otro lado, las economías vinculadas a la exportación, como Hong Kong, Singapur, Corea, Taiwán, Malasia y Vietnam, también se beneficiarán, aunque el debilitamiento de la demanda mundial podría ocasionarles cierta presión.
Claves de la próxima semana
Los datos de la semana que viene pondrán de manifiesto la evolución de las economías del resto de regiones, especialmente en lo que respecta al sector industrial, el mercado laboral, la inflación y la confianza de los consumidores.
Por un lado, el lunes China publicará sus índices oficiales de gestores de compras (PMI) manufactureros y no manufactureros de julio. También se publicará en EE.UU. el índice del barómetro empresarial de Chicago, Market News International (MNI), para el que el mercado espera un resultado más elevado: un 43,5 en julio frente a un 41,5 en junio. En Japón se publicarán las ventas minoristas y el crecimiento de la producción industrial de junio, así como el índice de confianza de los consumidores de julio. En la Eurozona también se publicará la estimación de la inflación con el índice de precios al consumo (IPC) de julio y las cifras de la inflación subyacente.
Por otro lado, el martes se publicará el PMI manufacturero Caixin de China correspondiente a julio, que ayuda a interpretar la situación más reciente de la economía del sector privado. También conoceremos la variación mensual del gasto en construcción estadounidense de junio, para la que el mercado anticipa una leve desaceleración hasta el 0,6% (desde el 0,9% de mayo). También conoceremos el índice manufacturero del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) estadounidense de julio, para el que el mercado anticipa una lectura débil pero mejor, de 46,6, frente al 46 de junio.
Asimismo, el miércoles se publicará el informe de empleo de julio de Automatic Data Processing Inc. (ADP), en el que el mercado espera una reducción del aumento del empleo con respecto a los 497.000 puestos de trabajo registrados en junio. El jueves, EE.UU. publicará los datos preliminares de crecimiento de los costes laborales unitarios del segundo trimestre 23, en los que el mercado espera una desaceleración hasta el 2,6% de crecimiento interanual (desde el 4,2% del primer trimestre de 2023).
Finalmente, el viernes se publicarán los datos de empleo no agrícola de EE.UU., la tasa de desempleo y el crecimiento del salario medio por hora. El mercado espera que los salarios no agrícolas correspondientes a julio registren un aumento de 180.000, moderado con respecto al aumento de 209.000 registrado en junio. Se espera que la tasa de desempleo de julio se mantenga sin cambios en el 3,6%. Por su parte, el crecimiento de los ingresos medios por hora se seguirá de cerca por su repercusión en la inflación.