Andrew Lake (Mirabaud AM): «La lucha tectónica»
Por Andrew Lake, director de Renta Fija de Mirabaud Asset Management
En la psique de los inversores continúa una imparable lucha tectónica. Parece que casi todas las semanas el péndulo fluctúa entre la pesadumbre que genera el miedo a una recesión y la preocupación por la subida de la inflación. La volatilidad de los bonos del Tesoro ha aumentado a medida que nos movemos de un extremo a otro. Definir los activos de riesgo -ahora casi se podría incluir a los Bunds y a los bonos del Tesoro en este grupo- es una tarea cada vez más compleja. ¿Es bueno un menor crecimiento porque significa una menor inflación y menos subidas de los tipos de interés, o es inoportuno debido a la consiguiente disminución de las métricas crediticias? En lo que todos coincidimos es que una inflación alta y sostenida y/o una fuerte recesión son dos resultados que hay que evitar.
El empleo crece con fuerza
Los datos de empleo en junio superaron las expectativas, con la creación de 372.000 empleos no agrícolas nuevos, frente al consenso de 265.000. Los salarios se mantuvieron relativamente planos. Las solicitudes de subsidio de desempleo también aumentaron. ¿Qué conclusión sacamos de ello? El mercado lo ha considerado una señal de que estamos más lejos de una recesión que lo que los mercados han venido estimando durante la última semana, y que ahora es el turno de la inflación. Los bonos del Tesoro se liquidaron y los bonos a 10 años casi han cerrado el círculo desde los mínimos de 2,80% hace una semana hasta el 3,09% de finales de la semana pasada. Ahora volvemos a estar por debajo del 3%, y seguimos dando vueltas. No se descarta en absoluto que este mes se produzca una posible subida de tipos de 75 puntos básicos, seguida por otra de 50 puntos básicos en septiembre– si bien dependerá de los datos, y es demasiado pronto para hacer cualquier estimación audaz dado el potencial de volatilidad durante el verano.
Seguimos esperando un descenso de la inflación hacia finales de año y una leve recesión (este año o principios del próximo). Para poner esto en contexto, consideramos que una recesión leve es lo mismo que una desaceleración. Con un empleo fuerte y si se resisten los datos de consumo, es difícil hablar realmente de una recesión dura/blanda, más allá del aspecto técnico de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB.
¿Qué ocurre con la inflación?
El consumidor estadounidense sigue gastando dinero. De acuerdo con un reciente informe de Bloomberg, Bank of America acaba de publicar las cifras de las tarjetas de crédito y débito. El gasto del consumidor aumentó un 11% interanual en junio (frente al 13% de abril y el 9% de mayo). Bank of America observó que, tras el Covid, se mantienen fuertes los gastos en viajes y entretenimiento, pero la inflación está empezando a tener un impacto, como se observa en los hogares con menores ingresos en los que el gasto en gasolina sube al 9,8% desde el 7,7% de febrero.
¿Cómo posicionamos las carteras de renta fija?
Somos positivos en renta fija.
Desde nuestra perspectiva, estamos en el inicio de un nuevo ciclo de renta fija, y es en estos momentos de extrema negatividad cuando surgen las oportunidades. Dicho esto, a corto plazo, tenemos algunos vientos en contra. Estamos en verano y la liquidez es escasa. Las cifras económicas del segundo trimestre pueden decepcionar, lo que podría resucitar los temores a una recesión. Para que el mercado se recupere, necesitamos que los inversores vuelvan a esta clase de activo, y esto va a depender de que se aclare hacia dónde vamos. Tomar el buen rumbo llevará unos meses de trabajo.
Por lo tanto, somos cautelosos a muy corto plazo y hemos protegido nuestras estrategias de renta fija global tanto a nivel de duración como del riesgo de crédito. Es un poco contraintuitivo, pero creemos que el argumento de la estanflación es un riesgo a corto plazo para los próximos dos meses. Los tipos de interés en EE.UU. seguirán subiendo y es probable que el crédito también se vea presionado.
Para nuestras estrategias de renta fija global, hemos comprado bonos AA y A de mayor duración en EE.UU.. Seguimos creyendo que existe una enorme oportunidad una vez que empecemos a ver que la inflación en EE.UU. disminuye, y que la senda de subidas de los tipos de interés es menos agresiva.
Por ahora y dada la compleja situación energética nos mantenemos prudentes en Europa.
En resumen, no hay ningún cambio significativo. Tan solo inseguridad a corto plazo a medida que avanza el verano. Contamos con un posible viento en contra en los resultados del segundo trimestre, mayor incertidumbre a medida que el mercado pasa de la inflación a los temores a una recesión. Es probable que Estados Unidos se desvincule de Europa en cierta medida, pero en general se mantendrá la cautela durante los próximos meses. Esperamos que en el cuarto trimestre empecemos a ver cómo se desarrollan algunas de las tendencias para las que estamos posicionados. Somos positivos, hay luz al final del túnel.