Análisis de Schroders: ¿Deberían otros países coger una hoja del libro de las jugadas económicas de Trump?
Con un crecimiento fuera de EE. UU. que es algo vacilante, confiamos en que los gobiernos de todo el mundo extraigan una hoja del libro de jugadas de Trump e implementen medidas de impuestos y gastos para apoyar a sus economías.
¿Perspectivas para la re-convergencia?
El crecimiento mundial en 2017 se caracterizó por la expansión sincronizada de las principales economías del mundo. Esto se debió en gran parte a que el sólido crecimiento del comercio mundial creó una marea creciente que levantó a todos los barcos. Desde que el comercio mundial comenzó a disminuir en 2018, el crecimiento económico se ha vuelto menos coordinado. Mientras que China, Europa y Japón han visto que sus tasas de crecimiento se enfrían, la economía de Estados Unidos continúa avanzando.
Una de las diferencias clave entre EE. UU. y las otras economías mencionadas ha sido la capacidad norteamericana para mantener un fuerte crecimiento interno en un momento en que la demanda externa se ha estado desacelerando. China, Europa y Japón se beneficiaron de la reactivación del comercio global que tuvo lugar en 2017, pero dado que se ha invertido, han perdido un motor clave de crecimiento y no han podido compensar esto a través del crecimiento interno.
En EE. UU., las políticas gubernamentales de impuestos y gastos diseñadas para impulsar el crecimiento han apoyado la fuerte demanda interna al elevar el consumo y el gasto público. En este sentido, se puede considerar que la generosidad fiscal del presidente Trump llega justo en el momento adecuado: ha permitido activar los impulsores justo cuando la economía estaba empezando a desvanecerse.
Las perspectivas para el comercio mundial parecen desafiantes, ya que los indicadores de futuro, como el índice de gestión de compras (PMI) de pedidos de exportación, apuntan a una desaceleración adicional en los próximos meses. Los nuevos pedidos de exportación son un indicador de la actividad comercial futura. Por lo tanto, parece poco probable que un resurgimiento en el comercio global sea responsable de cualquier re-convergencia en el crecimiento global.
Cogiendo una hoja del libro de jugadas de Trump
Lo que puede resultar más efectivo en esta coyuntura es si los gobiernos deben secundar el liderazgo de Trump en relación a la política fiscal (impuestos y gastos), algo que ya estamos viendo.
China anunció recientemente recortes de impuestos y se habla de más en términos de ventas de automóviles, IVA y reducciones de impuestos corporativos. En Europa, la política fiscal alemana se espera que sea más expansiva el próximo año, Italia ha revelado una política fiscal dirigida a mejorar el crecimiento y Reino Unido también está relajando su presupuesto. Mientras tanto, Japón ha anunciado un presupuesto suplementario y hay discusiones sobre cómo compensar el impacto del mayor impuesto al consumo en 2019, como gastar más en educación preescolar y otras medidas.
En el futuro, creemos que veremos a más gobiernos interviniendo para respaldar el crecimiento con medidas de impuestos y gastos, particularmente porque los bancos centrales ahora están enfocados en normalizar la política monetaria. Para los inversores, esto marcaría un cambio profundo desde el apoyo tradicional ofrecido por el banco central a algo menos flexible y más dependiente de las complejidades de la política.