Amundi señala los motivos de la fatiga del rally: la dicotomía entre los mercados y la economía
Por Vincent Mortier, Group Chief Investment Officer, y Matteo German, Deputy Group Chief
Investment Officer
El año comenzó en ‘modo rally’ en medio del cierre de posiciones cortas y a la recuperación del apetito por el riesgo de los inversores minoristas. Hubo algunas razones que apoyaron la situación, al menos en Europa y China, donde la bajada de los precios del gas y la reapertura de China contribuyeron a eliminar algunos de los riesgos económicos a la baja que estaban sobre la mesa el año pasado. Sin embargo, el rally ha ido demasiado lejos basándose en supuestos de que la inflación está cayendo rápidamente, que el trabajo de los bancos centrales está hecho y que la economía está bien encaminada hacia un aterrizaje suave, sin recesión de beneficios.
Lo difícil para los inversores empieza ahora. Puede que los “osos” no lleguen, pero desde aquí es necesaria cierta cautela. La dicotomía entre unas condiciones financieras laxas y los estrictos estándares de los préstamos para la economía real es sorprendente. Los mercados siguen “priced for perfection” (cotizando el mejor de los escenarios), a pesar de la elevada incertidumbre y las divergencias en el frente económico. En particular, aunque recientemente hemos revisado al alza nuestras previsiones para 2023, el problema está en los detalles. En cuanto a EE.UU., nuestra previsión del PIB se mantiene sin cambios, pero vemos un deterioro de la dinámica trimestral para la segunda parte del año. En cuanto a la Eurozona, hemos mejorado nuestras previsiones del PIB para 2023, pero esto se debe principalmente a un arrastre del año pasado y las expectativas de crecimiento siguen estando planas. La reapertura de China es claramente positiva para la economía mundial, pero creemos que apoyará sobre todo los resultados domésticos.
En segundo lugar, la inflación está disminuyendo lentamente, pero los mercados la ven caer con rapidez y el camino hacia el objetivo del 2% de los bancos centrales parece largo y lleno de baches. En cuanto a los bancos centrales, vemos que la Reserva Federal está cerca del final de su endurecimiento, pero el BCE se mantiene restrictivo. Por último, está regresando el apetito por los mercados emergentes, pero en lo que respecta a los mercados desarrollados, prevalece la cautela.
Ante este panorama fragmentado, creemos que los inversores deben mantener la cautela, pero reconocer que la incertidumbre es elevada en ambos lados (al alza y a la baja). En consecuencia, actualizamos algunas de nuestras principales convicciones del siguiente modo:
- En cross assets, mantenemos la cautela sobre la renta variable, ya que el rally puede haber ido demasiado lejos, dadas las presiones sobre los beneficios corporativos. Pero vemos una posibilidad de beneficiarse de las subidas de renta variable a través de opciones. Creemos que el escaso crecimiento de los salarios reales debilitará la demanda y el gasto de consumo en EE.UU. y Europa, lo que acabará afectando a los beneficios. Los inversores deberían mantener una fuerte diversificación en petróleo y divisas y reforzar la protección mediante coberturas de Renta Variable y oro.
- En cuanto a la renta fija, los inversores deberían aprovechar las oportunidades que ofrecen las curvas por las divergencias de las políticas monetarias y favorecer el crédito Investmet Grade. Aunque mantenemos una posición defensiva en duración, principalmente en los países centrales de Europa y Japón, volvemos a una postura neutral en Reino Unido y China. En renta fija estadounidense, en cambio, mantenemos una modesta visión positiva en duración ante las expectativas de un mayor debilitamiento de las perspectivas de crecimiento, dado el endurecimiento de las condiciones financieras durante el último año. En cuanto al crédito, confirmamos nuestra prudencia con respecto al High Yield, donde las perspectivas de impago se están deteriorando. Seguimos favoreciendo el crédito Investment Grade ⎼ en particular, en Europa, donde las valoraciones están más baratas que en EE.UU.
- En cuanto a la renta variable, somos prudentes con respecto a EE.UU., pero preferimos los sectores value y calidad, industrial y financiero a los de tecnología y consumo discrecional. Aunque la bajada de los precios de la energía reduce en cierta medida la presión sobre los hogares y los consumidores, el impacto sobre el crecimiento de los salarios reales y el lastre fiscal son significativos y estarán más repartidos a lo largo del tiempo. Esto significa que el consumo seguirá siendo moderado, y la actual temporada de resultados ofrece indicios en forma de crecimiento negativo para los BPA del cuarto trimestre hasta ahora para el S&P 500. Desde el punto de vista del estilo, los inversores deberían combinar títulos value con calidad y dividendos, que pueden complementar los ingresos. Nuestra evaluación general destaca la importancia de identificar compañías con un fuerte poder de fijación de precios.
- Mejoran las perspectivas de los mercados emergentes. Hemos revisado al alza nuestra opinión sobre las divisas de los mercados emergentes, ya que el dólar se está debilitando debido a que se espera que la Reserva Federal se muestre menos agresiva este año, y es probable que el pico del dólar haya quedado atrás. Aunque mantenemos una postura entre neutral y ligeramente cauta respecto a las divisas emergentes, creemos que esta clase de activos puede obtener buenos resultados este año. Nuestra opinión se ve parcialmente moderada por unas débiles perspectivas de crecimiento para el año. Nos sentimos más cómodos con los bonos locales, especialmente en Latinoamérica. En cuanto a la renta variable, hemos aumentado nuestra postura positiva sobre China y creemos que la reapertura debería ser positiva para los países que mantienen fuertes relaciones comerciales con China. En cuanto a la India, sin embargo, hemos adoptado una postura prudente a corto plazo por las valoraciones, pero la historia a largo plazo sigue intacta.