Allianz GI se decanta por «una vuelta al equilibrio» en los mercados
Por Hans-Jörg Naumer, director Global Capital, Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors
En muchos aspectos, el año 2022 fue un annus horribilis, a pesar de los alentadores avances en la lucha contra la pandemia de Covid en muchos países. Tras el estallido de las tensiones geopolíticas provocadas por el ataque de las fuerzas armadas rusas a Ucrania, el mundo y, en particular, Europa se sumieron en la crisis energética más grave desde la década de 1970. En respuesta a la creciente inflación, los bancos centrales de todo el mundo endurecieron sus políticas monetarias como nunca lo habían hecho en los últimos 40 años, lo que provocó pérdidas generalizadas en los mercados financieros.
El aumento de los tipos de interés (reales) y la caída simultánea de los precios de las acciones hicieron que no hubiera ningún lugar donde “refugiarse” en los mercados. Todo empezó a desplomarse. Afortunadamente, el repunte de fin de año se produjo, de forma anticipada, durante octubre y noviembre, y se extendió hasta diciembre.
En 2023, los inversores también se enfrentarán a mayores desafíos. Durante este nuevo año, los mercados financieros deberían seguir guiándose por la actividad económica, la política monetaria y la geopolítica. En particular, la inflación, que ha regresado con fuerza, puede considerarse un claro indicio de los crecientes desequilibrios cíclicos y estructurales entre la oferta y la demanda en la economía mundial. Estas distorsiones se debieron principalmente a los estímulos monetarios y fiscales excesivos, junto con los cambios estructurales importantes y las crisis del Covid y de Ucrania.
Para volver a un crecimiento sostenido y restablecer la inflación al objetivo de los bancos centrales, la economía mundial tendrá que pasar por un proceso de adaptación estructural y cíclico, que durará varios años, hasta volver al equilibrio.
El nuevo año estará marcado por la vuelta al equilibrio.
Asignación táctica de acciones y bonos
- Durante el primer semestre de 2023, es probable que los mercados financieros globales sigan moviéndose por un tira y afloja entre el impulso que da la contención de la inflación y el obstáculo del aumento de los riesgos de recesión.
- Mientras que históricamente los periodos de disminución de la inflación solían ir acompañados de un rendimiento sólido de los activos de riesgo, en un entorno recesivo ocurría lo contrario.
- La combinación de las continuas tensiones geopolíticas, una mayor inflación, los riesgos de desaceleración existentes en la economía mundial y el acorralamiento de los bancos centrales debería seguir planteando desafíos a los inversores a lo largo de 2023, antes de que se produzca un cambio en la tendencia económica que pueda dar lugar a un cambio de rumbo en los mercados.
- Por lo tanto, desde el punto de vista de la futura evolución económica, en principio se espera una actitud prudente hacia los activos de riesgo.