Allianz GI: Estados Unidos muestra algunos signos característicos de una crisis próxima
Por Greg Meier, Director, Senior Economist, Global Economics and Strategy Allianz Global Investors
Hace tiempo que los economistas afirman que «cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría«. Dado el peso de la economía estadounidense a nivel mundial, esta afirmación puede parecer obvia. Sin embargo, existen otros puntos de vista.
Por ejemplo, los inversores que vivieron las crisis de las cadenas de suministro durante la Covid-19 o la depreciación del renminbi en 2015-16, podrían pensar que la economía mundial baila al ritmo de China. En cambio, los europeos también podrían argumentar que fue Klemens von Metternich, canciller austriaco de la época de Napoleón, quien inventó el dicho «cuando Francia estornuda, el resto de Europa se resfría».
Pese a ello, está claro que Estados Unidos muestra algunos signos característicos de una crisis próxima. En primer lugar, la curva de tipos del Tesoro lleva invertida desde julio de 2022; en segundo lugar, los requisitos para la concesión de préstamos bancarios se han endurecido al máximo desde 2008; en tercer lugar, los indicadores adelantados, la producción industrial y el sector manufacturero se encuentran en territorio de contracción. Y, en cuarto lugar, aún están por llegar las consecuencias de las subidas más rápidas de tipos de interés aplicadas por la Reserva Federal (Fed) desde principios de la década de 1980.
Con tales desafíos en el horizonte, quizá la pregunta adecuada sea ¿por qué sigue creciendo EE.UU.? El indicador en tiempo real de la herramienta «GDPnow» de la Fed de Atlanta y de Nueva York pronostica que EE.UU. crecerá entre un 2,1% y un 4,9% este trimestre y quizá otro 2% en el cuarto trimestre de 2023.
Uno de los motores que parece estar respaldando a EE.UU. más que a otros países es la acumulación de «exceso de ahorro» que se produjo en la época de la pandemia. Dicho ahorro se debe fundamentalmente a la combinación de dos factores: primero, un estímulo fiscal sin precedentes y segundo, el «ahorro obligado» a causa de los confinamientos, los cierres de empresas y la propia crisis sanitaria.
Aunque el “exceso de ahorro” no es un concepto típico de manual, esta pandemia tampoco fue una recesión al uso. Jamás en la historia moderna de EE.UU. el PIB se había contraído un 30% en un solo trimestre.
Lo mismo ocurre con los confinamientos y el extraordinario apoyo monetario y fiscal por parte de las autoridades monetarias. Sin embargo, según la Reserva Federal de San Francisco, «las previsiones del exceso de ahorro agregado no están del todo claras».
De hecho, el factor clave que influye en dichas previsiones es el ahorro de los hogares en este ciclo económico, es decir, la tasa de ahorro. Un mayor ahorro significa que la población ahorra más de sus ingresos, lo que se traduce en un menor «exceso» disponible para su uso. Lo contrario ocurre con una menor tasa de ahorro.
Los pequeños cambios tienen grandes repercusiones. Por ejemplo, un análisis de la Fed de junio de 2023 mostraba que el exceso de ahorro se había agotado durante el primer trimestre de ese año. Pero también suponía un ahorro medio mensual superior al 10%, algo visto en términos mensuales sólo tres veces entre 1986 y 2020. Si calculamos una tasa de ahorro tendencial del 8% en este ciclo (mayor que el 7,3% registrado durante la década anterior a la Covid), el «exceso de ahorro» podría seguir apoyando el crecimiento (y quizá la inflación) durante algún tiempo más. (Véase nuestro Gráfico de la semana).
Claves de la semana
La próxima semana será la última antes de que comience la temporada de resultados. Por tanto, la actualidad podría estar dominada por tres factores: el reciente repunte de los tipos, el posible inicio de un cese temporal de la actividad del gobierno estadounidense y, por último, una oleada de nuevos datos económicos.
En el plano económico, el lunes se publican los PMI manufactureros de septiembre de Italia, Francia, Alemania y EE.UU., así como la encuesta manufacturera Tankan del tercer trimestre de Japón.
El martes será un día más tranquilo, con la excepción de la encuesta sobre ofertas de empleo y rotación de la mano de obra (JOLTS). Las ofertas han tendido a la baja recientemente, un signo positivo de reequilibrio laboral.
El miércoles se volverá a reactivar el flujo de datos, con los PMI del sector servicios de septiembre de Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y EE.UU. En general, también conoceremos las ventas minoristas de la zona euro y la inflación de los precios de producción de agosto.
El jueves, Japón volverá a ser el centro de atención con la publicación del gasto de los hogares, los salarios de los trabajadores y los indicadores adelantados de agosto.
Dada la rápida subida de los tipos en Reino Unido, los inversores británicos estarán atentos a la evolución de los precios de la vivienda de Halifax.
Finalmente, el viernes se publicará el informe sobre el empleo en EE.UU. Aunque las previsiones de los expertos apuntan a una ralentización de la contratación en septiembre, hay que tener en cuenta que (dado el elevado número de ofertas de empleo) esto puede reflejar una oferta de mano de obra limitada. Asimismo, se espera un descenso del desempleo y una aceleración del crecimiento salarial.